Un lugar iluminado, libre de distracciones y silencioso mejorará tu concentración.
Llega el momento de la selectividad y los exámenes. Época de muchos nervios, estrés y muchas horas de estudio. Pero, ¿dónde estudias? ¿Se trata de un lugar adecuado? Descubre si lo estás haciendo bien o si, por el contrario puedes utilizar alguno de estos cinco consejos para mejorar tu concentración y efectividad.
Iluminación
El lugar donde estudias debe ser un lugar correctamente iluminado. Si esto no es posible, lo ideal es contar con una luz que alumbre toda la habitación y un flexo en tu escritorio (preferiblemente con bombilla azul).
Así, también debes evitar que la pantalla de tu ordenador se encuentre mirando a la ventana o dando la espalda a esta. Es preferible situar las pantallas en un lugar perpendicular a la ventana.
Temperatura
Tu lugar de estudio no debe ser un sitio muy caluroso o frío. La temperatura ideal para mejorar el estudio es entre 18 y 22 grados. El cerebro necesita oxígeno para concentrarse y funcionar correctamente, por ello es recomendable aprovechar los descansos del estudio para abrir las ventanas y ventilar la habitación.
Siempre el mismo
Tu lugar de estudio debe ser siempre el mismo. Esto ayudara a tu cuerpo a asociar ese sitio con el estudio. Esto te ayudará adquirir buenos hábitos y concentrarte con mayor facilidad.
Estudiar en la biblioteca o con algún compañero puede favorecer el estudio en algunos casos. Pero, si, por el contrario, esto supone una distracción para ti debes evitarlo.
Mobiliario
La decoración también es importante en el estudio. Tu lugar de estudio debe contar con un escritorio amplio que te permita contar con el espacio suficiente para realizar tus tareas cómodamente. Además, debes tener a mano los libros y material necesario para lo que es aconsejable disponer de estanterías.
A la hora de elegir una silla, aunque te pueda parecer extraño no debes elegir la más cómoda. Nuestra silla de estudio debe ser cómoda pero no en exceso. Tiene que servir para mantener nuestra espalda recta. La silla de estudio no tiene que provocar que tengamos una posición recostada o excesivamente cómoda que nos induzca a quedarnos dormidos.
Silencioso y libre de distracciones
Estudiar en un sitio silencioso y tranquilo mejora la concentración. Además, debemos evitar tener a la vista los dispositivos móviles o tabletas si no las necesitamos. Evitaremos cualquier objeto que pueda distraernos y quitaremos el sonido de los dispositivos electrónicos.