¿No entiendes lo que lees? Evita ese problema, te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

Leer es un hábito que debemos adquirir todos, ya que trae muchos beneficios. Además al ingresar a la universidad nos veremos obligados a leer gran cantidad de información, la cual nos ayudará a entender algunos temas de las asignaturas. Debes estar preparado para ese momento.

 

Es necesario tener velocidad en la lectura, pero también es indispensable que la comprendas. Te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

1. Lee

Leer constantemente es importantísimo. Debes practicar para que poco a poco mejores la comprensión. Te recomendamos que leas temas que te interesen, así no te aburres y terminar el libro.

 

2. Lenguaje

Comienza a leer textos sencillos con un vocabulario coloquial, luego lee texto más especializado. Alterna la complejidad del lenguaje. De esta manera aumentarás tu vocabulario y te acostumbrarás a diferentes textos.

 

3. Notas

Algunos libros son muy complejos, ya sea por la cantidad de personajes o datos importantes que necesitas recordar para continuar leyendo. Es recomendable que hagas algunas anotaciones, así podrás repasar los hechos que ya leíste.

 

4. Lee despacio

Para mejorar tu comprensión lectora, debes leer despacio cada línea. Así te sentirás obligado a entender oración por oración.

 

5. Pausas

Haz una pausa cada párrafo, para continuar tu lectura. Analiza lo leído para asegurarte que lo entendiste.

 

6. Tranquilidad

Es necesario que leas en un lugar tranquilo para que puedas concentrarte. Toda tu atención debe estar en la lectura. Lee en silencio y sentado, disfruta lo que lees así es más fácil comprenderla.

 

7. Preguntas

Cuando termines de leer, debes realizarte preguntas sobre el entorno del texto. La idea es que recuerdes lo sucedido. Así podrás darte cuenta si la comprendiste.

 

8. Diccionario

Es importante tener un diccionario cada vez que leamos. Algunas veces no conoceremos el significado de algunas palabras, por esa razón no podremos interpretar la lectura de manera correcta. El diccionario te ayudará a saber el significado y además aprenderás nuevas palabras.

 

Poco a poco y con la práctica comprenderás todos los textos a la perfección. Luego de lograr comprenderlos, debes mejorar la velocidad de tu lectura. De esta manera podrás leer cualquier libro sin ningún problema. ¡Disfruta el hábito de la lectura!

Uno de los principales y más complejos retos que enfrenta la educación superior en tiempos de COVID 19 es el rezago y deserción escolar de los estudiantes; de manera general, estos dos puntos siempre habían estado relacionados con el fracaso académico y el inadecuado desarrollo de los hábitos de estudio, lo que se complejiza en estas condiciones de confinamiento social para las y los universitarios.

 

El concepto hábito hace referencia a una conducta adquirida por repetición siendo convertida en una estrategia de control sobre determinadas acciones, dado que se trata de pautas consistentes y cotidianas que generan nuestra efectividad o inefectividad frente a la conducta deseada.

 

Los hábitos de estudios son entonces los métodos y estrategias que suele usar un estudiante para hacer frente a una cantidad de contenidos de aprendizaje; el hábito de estudio requiere un nivel de esfuerzo, dedicación y disciplina. Pero también se alimenta de necesidades sociales y escolares que pueden estar generados por expectativas y motivaciones del estudiante que desea aprender. Por ello, es necesario entender que el proceso de aprendizaje es complejo y requiere de una adecuada planeación y organización del tiempo.

 

La habilidad y dedicación serán puntos claves para el aprendizaje de los conocimientos, siendo los hábitos de estudio los métodos y las estrategias que usará el estudiante para asimilar dichos conocimientos. Los hábitos que tiene un estudiante pueden verse afectados en condiciones adversas, como son los contextos de confinamiento social por esta pandemia, donde la cotidianidad de asistir a la escuela, tener horarios fijos, estudiar con los pares e ir a la biblioteca son imposibles, lo que sin duda ha generado una alteración en las formas cotidianas de estudiar; sin embargo, puede generar cambios positivos, evidenciado en el desarrollo de habilidades autodidactas o el aprendizaje en nuevas plataformas de enseñanza virtual, aunque el cambio que implica no sea tarea sencilla.

 

Tras la situación generada por el confinamiento social por COVID-19, el alumnado y profesorado ha tenido que emigrar sus rutinas académicas al mundo online para lo cual, se describen las siguientes recomendaciones que podrán ayudar en el desarrollo de hábitos de estudio auxiliares a este tipo de enseñanza-aprendizaje. Para aprender en línea y aprovecharlo al máximo, necesitas dedicar una cantidad significativa de tiempo y esto seguramente superará el tiempo que antes le dedicabas a la escuela y a estudiar.

 

Adquiere una “mentalidad virtual”.

Para aprender en línea y aprovecharlo al máximo, necesitas dedicar una cantidad significativa de tiempo y esto seguramente superará el tiempo que antes le dedicabas a la escuela y a estudiar.

Busca los medios, digitales o materiales que se necesiten para las clases, en caso de convivir con la familia y/o amigos se pueden gestionar acuerdo que integren los tiempos de todos, compartir las computadoras o laptop, celulares o tabletas para ayudar a facilitar el proceso de aprendizaje y generar la convivencia familiar.

 

Crea un espacio de trabajo

Usando lo que esta al alcance para crear un espacio cómodo, de preferencia iluminado y con ventilación, manteniendo cerca los materiales que se requerirán para las clases en línea o las tareas.

Identifica objetivos y metas de aprendizaje.

 

Lee cuidadosamente los requisitos de la tarea.

Pon atención en las instrucciones y las sugerencias del docente. Crea notas que estén estrechamente relacionadas a los objetivos, coloca recordatorios de las fechas en que se requieren las entregas de tareas importantes o las actividades ya programadas, así como de los objetivos que se buscan alcanzar.

 

Mantén una posición activa en las sesiones.

Participa en los debates o en las reuniones, así como en los trabajos en equipo, este aprendizaje no tiene que darse de forma aislada.

 

Auto organízate.

Ya que es la clave para sacarle provecho a la formación online, elabora planes mensuales, semanales o diarios, lleva una agenda por horas y una libreta con los pendientes que podrían ser de ayuda.

Establece horarios para las actividades escolares y en caso de compartir espacio con familiares o amigos, establece acuerdos funcionales para todos. Realiza pausas entre cada actividad escolar, toma agua, hidrata tu cerebro, puedes implementar ejercicios de respiración o de relajación entre una y otra actividad.

Organiza el tiempo libre restante para que la recreación cumpla la función de darte un espacio de esparcimiento ante las labores escolares realizadas, aun cuando se usen los mismos dispositivos electrónicos para estudiar y jugar, asigna el tiempo a cada actividad.

 

Pide ayuda siempre que necesites aclarar tus dudas.

Contacta a tus profesores y compañeros, la comunicación con ellos te retroalimenta y ayuda al proceso de aprendizaje.

 

Esta emergencia sanitaria ha venido a plantearnos, tanto a docentes como a estudiantes, un enorme desafío, nos ha llevado a condiciones impensables. El tener que aprender a usar nuevas tecnologías digitales y sacarles el mejor provecho en muy poco tiempo, dadas las circunstancias sociales, nos permite echar a andar nuestra creatividad para mantener el contacto personal y grupal, nos brinda una buena oportunidad de ensanchar nuestros horizontes de conocimientos no solo en cuanto a herramientas didácticas, sino también frente a nuevas relaciones interpersonales y profesionales, así que, es tiempo de tener paciencia, respeto, tolerancia, solidaridad y empatía

 

Fuente: https://fenix.iztacala.unam.mx/

Si has tenido que escribir algo a mano recientemente, quizás has sentido que tu mano se cansaba mientras el interlineado se iba hacia abajo y las letras se confundían entre sí. Con el uso de los móviles, tabletas y el ordenador, cada vez hay menos necesidad de utilizar el bolígrafo y el papel. Frente a esto, cursos y tutoriales de Internet están recuperando el arte de la letra manuscrita, una práctica que según varios estudios ayuda a interiorizar mejor la información.

 

Es posible mejorar nuestra letra ya de adultos? Con algo de tiempo, mucha paciencia, y ganas, sí, se puede. Estos son algunos consejos para conseguir una buena caligrafía.

 

1. Cuida la postura al sentarte

Comprueba que tienes espacio para apoyar los brazos (es mejor si el antebrazo con el que escribes puede descansar sobre la mesa), evita cruzar las piernas, apoya los pies sobre el suelo, y vigila que la espalda no esté en tensión. "Intenta escribir con los pies delante de la silla, la espalda erguida, e inclina el papel un poco a la izquierda si eres diestro.

 

2. Atento al papel

"Siempre pon tres o cuatro hojas de papel debajo para que haga un poco de colchón". Escribir sobre un bloc demasiado grueso puede distorsionar la letra. Una buena opción es empezar con papel ya interlineado para ir interiorizando las líneas paralelas y la distancia entre los trazos que suben y bajan (por ejemplo, de las letras p, b, j, g).

 

3. Elige el bolígrafo o el lápiz adecuado (y sujétalo bien)

"Normalmente tomamos el bolígrafo como una garra, con los dedos fruncidos y muy apretados, pero se escribe mejor si se estiran los dedos, con la muñeca sin doblar y haciendo la fuerza desde el hombro". "El instrumento debe descansar entre los dedos índice y pulgar.  Los bolígrafos muy finos son más difíciles de sujetar y pueden cansar más los músculos. Los ballpoint (el típico Bic que nunca se gasta) son los más comunes, con la ventaja de que se secan rápido y son más baratos, pero pueden ser más incómodos de sujetar y la tinta no discurre tan fácilmente.

 

4. Practica trazos con plantillas

Un truco recomendable es repetir líneas en zig-zag. Otro método es realizar varios círculos pequeños (como la letra O) y trazar los caracteres dentro del círculo. "Para mejorar tu letra ahora, puedes empezar trazando dibujitos, pequeños muelles y demás, como se hacía con los cuadernos, "No es la letra pero es una manera de automatizar el gesto que tiene que hacer la mano".

 

5. Tómate tu tiempo

"Dedicándole media hora al día, en seis u ocho semanas puedes conseguir resultados". Para no desesperarse, lo mejor es planteárselo como un objetivo a largo plazo. Los expertos suelen aconsejar ir despacio al principio y luego ya acelerar el ritmo. "Lo primero es bajar la velocidad”.

 

6. Sé creativo

Esto será importante para no caer en el aburrimiento. Ensaya repitiendo frases con aliteraciones, copiando letras de canciones, o fragmentos de tus libros favoritos.

 

7. Experimenta con aplicaciones para tablet y móvil

Un paso más allá está la caligrafía creativa, conocida como lettering en Instagram y otras redes sociales.

¿Te abrumas cuando tienes un examen y no sabes por dónde empezar? ¿Estás en época de exámenes?

 

Estudiar para las pruebas puede ser difícil y a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar. Pero existen estrategias para mejorar tu memoria, los niveles de concentración e incluso tu estado de ánimo. Hay mucho que puedes hacer para estudiar de manera más efectiva, aprender técnicas de estudio que funcionen y mantenerte positivo.

Estos consejos te ayudarán a mantenerte en forma cognitivamente y mejorar tu aprendizaje.

 

Pero primero lo primero:

 

1. Desayuno y alimentos para el cerebro

Nuestros cuerpos necesitan energía para funcionar correctamente, y la capacidad del cerebro para concentrarse proviene de un suministro adecuado y constante de energía en forma de glucosa.

Las investigaciones muestran que los estudiantes que desayunan obtienen mejores resultados en los exámenes porque les resulta más fácil concentrarse y recordar información.

Por eso, asegúrate de comenzar tu día con carbohidratos que liberarán energía lentamente a lo largo de la mañana como el pan integral o cereales bajos en azúcar, como la avena.

También necesitarás aumentar tu ingesta de proteínas con leche, yogur o huevos.

 

2. Empieza antes

Comienza a estudiar mucho antes de la fecha del examen. Esto ayudará a que te sientas más tranquilo y es menos probable que termines abrumado.

Además, intenta estudiar por la mañana, cuando tu cerebro está descansado y fresco. Evita dejar la mayor parte del repaso por la tarde, cuando existe la posibilidad de que estés más cansado.

Sería mejor si estableces una rutina con el estudio: ponte como objetivo comenzar y terminar de estudiar aproximadamente a la misma hora cada día.

 

3. Establece en qué necesitas enfocarte

¿Es un examen oral?; ¿práctico?; etc...

Diferentes tipos de exámenes requieren distintos enfoques: descubre el formato de tu examen y sabrás cuánto del programa de estudios necesitas revisar.

Para un examen del tipo ensayo, es posible que no necesites cubrir todas las materias, por lo que podría ser más efectivo enfocarte en algún contenido y estudiarlo en mayor profundidad.

Mientras que una prueba de opción múltiple o un examen basado en respuestas cortas requerirá una comprensión más amplia, aunque menos detallada, del programa de estudios.

 

4. Planifica

Puede parecer todo un trabajo, pero hacer un plan de estudio realmente te ahorrará tiempo (no perderás ni un minuto decidiendo qué revisar día a día) y te ayudará a hacer un seguimiento de tu progreso.

Confecciona un calendario lo más detallado posible, incluidos los documentos o notas relevantes que deberás revisar, y cúmplelo.

Y no olvides tener en cuenta el tiempo para socializar, hacer ejercicio y cualquier otro descanso.

 

5. El "espacio" puede ser tu mejor aliado

Distribuye tus sesiones de estudio y ni siquiera pienses en abrumarte: es mucho mejor tener sesiones de estudio de una hora durante 10 días, que estudiar un tema durante 10 horas en un día.

Otras técnicas incluyen el uso de tarjetas de memoria, creación de mapas mentales, trabajo en grupo o incluso grabarse a sí mismo hablando y reproduciéndolo.

Es por eso que es bueno empezar temprano, ya que te da tiempo para probar lo que más te funciona.

 

6. Autoevalúate

Según psicólogos y neurocientíficos, "autoevaluarse" podría ser una de las formas más efectivas de mejorar tu capacidad para recordar información.

La técnica también te ayuda a entender un concepto y no solo memorizarlo. También te da una oportunidad de verificar cualquier falla en tu conocimiento.

Una de las mejores maneras de autoevaluare es hacer resúmenes o simplemente ponerse a prueba al final de una sesión de estudio.

 

7. Duerme bien

Por supuesto, necesitarás dormir bien durante la noche antes de un examen, pero esto se aplica a todo el período de estudio.

Ir a dormir a una hora razonable significa que podrás levantarte temprano, bien descansado y listo para abordar el plan de estudio de ese día.

No te tientes a quedarte toda la noche despierto y ten cuidado con el perfeccionismo, ya que podría interferir con tu descanso.

¿Te duele la cabeza? ¿Los ojos te lloran? ¿Te da sueño temprano? ¿Sientes como si te hubiera caído un piano en la espalda? Tal vez estés experimentando la fatiga de las clases virtuales.  Ya sea que estés en el colegio o en asesorías nadie que pase más de ocho horas sentado frente a una computadora puede librarse de esto.

 

Esta semana les compartimos algunas pautas para evitar que se convierta en un problema a largo plazo y afecte nuestra salud mental y rendimiento.

Haz pausas activas

 

Date un descanso de al menos cinco minutos entre clase y clase.

Las clases de 45 minutos o más pueden ser agotadoras para cualquiera. Por eso es importante que separes esos momentos para respirar o hacer estiramientos de brazos, piernas, cabeza y cuello.

En cuanto a la respiración, puedes buscar un espacio tranquilo, de preferencia sin bulla y sentarte en una posición cómoda, con la espalda recta, los brazos sobre las piernas y los pies en el piso e inhalar y exhalar alrededor de cinco veces por un periodo de dos minutos. Al inhalar deberás inflar tu estómago como un globo y después soltar todo el aire acumulado.

 

Establece prioridades

Aprender a distinguir entre lo urgente y lo importante es básico. No todas las cosas se tienen que hacer el mismo día y a la misma hora. Hay algunas que sí son muy urgentes y vamos a tener que apagar ese incendio pronto, pero hay otras que se pueden dejar para mañana. Eso no significa que debemos pasarnos la vida procrastinando, pero tampoco debemos irnos al extremo de actuar como pulpos. También puedes probar usando diferentes aplicaciones para organizarte como Trello o Google. ¡A veces necesitamos una mano!

 

Recibe luz solar

Al menos una vez al día necesitas hacer una caminata para recibir luz solar, escuchar el sonido de las aves y recibir todo lo que tiene para darte la naturaleza. Anímate a dar aunque sea una vuelta a la manzana ¡Cinco minutos son suficientes! Estar un ratito al aire libre te ayudará quitarte la sensación de estar siempre confinado.

 

Identifica cuándo es tiempo de parar

Debes aprender a tomar descansos, relajaciones y ejercicios de respiración para no saturarte, darte un “brake” te ayudará a reactivarte y continuar.

Como ves, siempre hay tiempo para alejarte de los aparatos electrónicos por unos minutos. ¡Encontremos el balance en nuestras actividades del día a día para estar bien!

Para elegir una carrera o estudio es necesario conocer o reconocer para qué somos hábiles y qué cosas nos interesan o atraen, por esto es importante que entiendas las diferencias entre:

 

INTERESES

Los intereses son inclinaciones o disposiciones naturales que tenemos las personas hacia una o varias actividades, objetos o individuos. Podemos tener muchos o varios intereses y, gracias a ellos, el trabajo o las actividades que desarrollamos nos resultan placenteras. Por ejemplo, jugar futbol, tocar un instrumento, coleccionar estampillas, etc…

 

HABILIDADES

¿Para qué soy hábil? ¿Qué hago bien? Las aptitudes son capacidades que tenemos las personas para realizar determinadas actividades. Son habilidades desarrolladas mediante la práctica y la repetición. Se aprenden y se entrenan. Por ejemplo, la memoria, la concentración, la destreza manual.

 

ÁREAS OCUPACIONALES

Las áreas ocupacionales agrupan distintos tipos de actividades del mundo del trabajo. Son conjuntos de carreras u ocupaciones afines, que comparten principios técnicos o científicos, o los ámbitos en los que se lleva a cabo el trabajo. Por ejemplo, las ocupaciones relacionadas con las ciencias médicas o ciencias de la salud.

 

Una vez que tengas bien definidas estas 3 diferencias te proponemos realizar el siguiente test vocacional:

http://www.decidetusestudios.sep.gob.mx/vista/test-vocacional/

 

Esperamos que esta información te ayude a definir mejor tu lo que quieres estudiar, nos leemos a la próxima.

Muchos estudiantes experimentan problemas para poder cumplir con las tareas académicas en línea, la falta de tiempo o motivación hacen que sea muy difícil concentrarse luego de una larga jornada de clases. Para ayudarte a mejorar tu desempeño te presentamos 10 tips para motivarte a realizar tus tareas académicas.

1. No dejes las cosas para último momento

No existe peor forma de sabotearte que intentar terminar tus tareas la noche antes del plazo establecido para entregarlas.

2. Piensa en las consecuencias

Si te sientes desmotivado para realizar tus tareas, reflexiona sobre las consecuencias de tus acciones. Considera que esto puede acarrearte una mala nota, o la desaprobación de tu profesor.

3. Ten en mente los beneficios

Otra forma de encontrar motivación es pensando en los beneficios que te proporcionará el ser un buen estudiante.

4. Encuentra un lugar adecuado

Es importante que dispongas de un lugar apropiado al estudio. Siéntate cómodamente en un escritorio y asegúrate de tener a mano todos los materiales necesarios.

5. Busca compañía para estudiar

Si tienes dificultades para concentrarte solo, considera buscar un compañero de estudios. Una de las ventajas del estudio online, es que facilita este tipo de instancias colaborativas. Aprovéchalas.

6. Escoge música tranquila

Elige una música ambiental tranquila, que no te distraiga de tus tareas pero que te ayude a relajarte.

7. Realiza ejercicio físico

Esto te ayudará a liberar tensiones y sentirte más despierto. Es importante que encuentres formas alternativas a la cafeína para recargar tus energías.

8. Establece una rutina

Fíjate horarios estrictos para cumplir con tus tareas y apégate a ellos en la medida de lo posible. Existen muchos programas y apps para ayudarte a organizar tu tiempo, busca la que más te acomode y úsala.

9. Desconéctate

Apaga el televisor, desconecta tu celular y evita entrar en las redes sociales mientras estés realizando tus tareas.

10. Recompénsate

Una vez que hayas terminado tus tareas recompénsate de alguna manera, ya sea haciendo algo que te guste o saliendo con tus amigos de paseo. El tiempo de ocio es fundamental para recuperar energías, si la pandemia y las medidas sanitarias lo permiten.

Esperamos que estos consejos les sean de utilidad y puedan ponerlos en práctica, nos leemos en la próxima entrega.

 

El cerebro humano es un órgano único y maravilloso. Tanto es así que puede ser estimulado por los sonidos adecuados para dar el máximo, y no es algo que nos inventemos, está científicamente demostrado. Por eso te queremos mostrar cuál es la mejor música para estudiar e interiorizar conceptos. Usar música para concentrarse en una gran idea por una sencilla razón: activa la actividad de la hormona llamada dopamina, que es la que ayuda en las conexiones sinápticas, donde se produce el aprendizaje, la asimilación de conocimientos y la memorización.

 

Es decir, que la música, en especial la clásica, ayuda a relajarse y, además, facilita la concentración. Ambas acciones son básicas para mejorar el rendimiento. No obstante, recuerda que esto puede variar entre individuos, pero, en general, siempre es positiva, sobre todo si te gusta. Antes de conocer el tipo de música ideal, es importante conocer algunos beneficios de la música para concentrarse. Decenas de estudios científicos han demostrado los beneficios de la música. De hecho, sabemos que es positiva para:

 

Activar emociones.

De esta forma, a través de sensaciones agradables, descubrimos que, al asociarse al placer, ayudan a potenciar la memoria y el recuerdo, lo que es fantástico para el estudio.

 

Ampliación del léxico.

También ayuda a que hablemos mejor y con profusión de vocablos. Se debe a que escuchando música a diario desarrollamos un vocabulario más completo por el fomento de las relaciones neuronales que provocan las palabras que riman y suenan agradables con el sonido. 

 

Resistencia física.

Desde un punto de vista físico, también ayuda a aumentar la resistencia hasta en un 15%. En este caso, el pop y el rock son los mejores para ser más resistentes.

 

Incrementa la imaginación.

También ayuda a fomentar la imaginación, ya que potencia el área creativa del cerebro y amplía nuestros horizontes mentales.

 

Mejora el sistema cardiovascular.

Igualmente, el hecho de escuchar música potencia el sistema cardiovascular, ya que la sangre circula mejor, lo que provoca un estado físico y mental más equilibrado y beneficioso.

 

Entonces ¿qué música escuchar para concentrarse, estimular el cerebro y mejorar el proceso de estudio?

 

Música clásica:

siempre se suele recomendar la música clásica para el estudio. De hecho, se dice que algunas composiciones de Mozart estimulan el cerebro y relajan de manera formidable para mejorar la memorización y la adquisición de conocimientos.

 

Jazz suave:

escuchar música estridente no suele ser productivo para el estudio, pero el jazz suave, eso que habitualmente y en tono jocoso llamamos música de ascensor, sí que puede ser muy eficiente.

Música para la concentración:

existen listas de reproducción diseñadas en sí mismas para promover la concentración, estudiar mejor y ampliar la memoria. Constan de melodías con poco ritmo y muy suaves.

 

Sonidos naturales:

también escuchar los sonidos de la naturaleza ayuda a la concentración y la optimización del estudio. Se pueden personalizar, pues existen personas que prefieren sonidos repetitivos y con ritmos más elevados, y otras que optan por la suavidad de la lontananza.

 

Ya conoces según la ciencia cuál es la mejor música para estudiar y estimular tu cerebro. Ponte manos a la obra, encuentra tu sonido y descubre cómo puedes mejorar en todos los aspectos para memorizar mejor y aprender mucho más. 

Dirección

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