Deja tus preocupaciones a un lado y respira con calma, estar entre dos carreras y no saber cuál elegir es algo más común de lo que crees y existen varias maneras de comenzar a conocerte y así saber qué es lo que realmente quieres.

Esta semana les compartimos 8 consejos que debes seguir si estás entre dos carreras y no sabes cuál elegir:

1) Define por qué te gustan las dos carreras

Pregúntate por qué te gusta cada una o si te estás dejando llevar por razones diferentes al gusto, como seguridad económica, o por ser una carrera que tus papás aceptarían más.

 

2) Elige la carrera que te apasiona más

Si al analizarlo te das cuenta que una te gusta más y la otra la eliges por diversas razones entonces el consejo es que te orientes por la que más te gusta. Cuando uno hace lo que le gusta las ganas que siente por eso hace que desarrolle habilidades distintas y repercute en tu rentabilidad y otros factores.

 

3) Puedes integrar ambas carreras

Si las dos carreras te gustan, ambas te apasionan, entonces proyecta tu futuro y vislumbra cuál te gustaría que sea tu columna vertebral. Muchos profesionales juntan las carreras que les gustan y una la estudian en la universidad y otra en especializaciones.

 

4) Conoce a profundidad las dos carreras

Conoce con realismo ambas carreras para que tus dudas sean despejadas de la manera adecuada.

 

5) ¿Cuál es tu objetivo?

En primer lugar, hay que analizar con qué objetivo quieren estudiar. En base a eso van a decidir si quieren estudiar una carrera de pregrado/tecnicatura o hacer una carrera de grado. Tienen que pensar en todas las variables ya que no todas las carreras tienen la misma duración, ni se cursa la misma cantidad de horas. La elección del tipo de carrera depende de la situación personal de cada uno. En algunos casos, uno puede arrancar estudiando una carrera corta (tecnicatura o pre grado) y luego continuar la carrera en la universidad, y así obtener el título de grado.

 

6) Análisis del plan de estudios

Otro de los elementos a analizar es el plan de estudios. Este se refiere a la forma de organización de los contenidos y actividades que se consideran básicos en la formación académica. En el plan de estudios figura la nómina de materias de la carrera. Dependiendo de la universidad, puede que haya variaciones en el plan de estudios.

 

7) Ver los posibles campos laborales

Informarse en profundidad el campo laboral de las carreras de tu interés. Se refiere a las funciones y los ámbitos dónde vas a poder desempeñarte con tu profesión. Hay carreras que tienen un campo laboral más amplio que otras. Es importante conocerlo, ya que te va a dar la pauta de en qué lugares podrías trabajar y si te ves o no en esos ámbitos. Pueden aprovechar y explorar distintos escenarios posible de trabajo.

 

8) Sueldos y demanda

Conocer las condiciones del mercado laboral. Es decir, cuáles son las oportunidades laborales de esa profesión. Considerar las condiciones de empleo y los salarios que reciben los profesionales, puede ser un aspecto más a considerar en la elección de la carrera.

 

Esperamos que estos 8 consejos te sean de utilidad, nos leemos en la próxima.

Si se te dificulta expresarte ante varias personas, sigue estos tips que te convertirán en un buen orador.

Hablar en público es una actividad desagradable para muchos y cuanto mayor sea la importancia del evento, peor el miedo. Sin embargo, como estudiante deberás enfrentarte constantemente a exposiciones y presentaciones, ya sea ante tu equipo, compañeros del salón, maestros, etc... y debes hacerlo de la forma correcta para conectarte con tu audiencia.

Pero hablar en público en realidad no es tan difícil. No es otra cosa que conversar, y eso lo haces prácticamente todo el tiempo. El misterio desaparece una vez que se ha aprendido cómo hacerlo.

Aquí te entregamos algunas claves para convertirte en un buen orador y aprender a expresar tus ideas ante una audiencia, ya sea de diez, cien o mil personas:

 

1. Exprésate con sencillez

La gente que te escuche captará una o dos de las principales ideas que expongas. Si no puedes expresar en un par de enunciados el punto que propones comunicar, entonces tu alocución no está bien definida. Y si no sabes con previsión lo que quieres decir, mucho menos lo sabrás decir en público.

 

2. Organízate

Sea larga o corta tu disertación, es importante ordenar los elementos de la misma. Hay que prever la introducción, los puntos principales que se van a exponer y la conclusión.

A veces, una buena forma de comenzar resulta ser la frase final. Una vez que sabes a dónde te diriges, puedes escoger el camino que más te plazca para llegar allí. Es decisivo tener un final poderoso y contundente, pues en la mayoría de los casos es lo que la gente mejor recuerda.

 

3. Sé breve

 Evita los discursos demasiado largos y rolleros.

 

4. Sé sincero

Si tratas de ser distinto a como eres (poco natural), probablemente no vas a convencer a nadie. Si no te parece graciosa una anécdota, no esperes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes transmitir no te despierta un verdadero interés, tampoco lo despertará en los demás.

 

5. Aduéñate de la situación

En los primeros momentos de un discurso se establece el vínculo entre el público y el expositor. Sonríe, agradece a la persona que te presentó y luego espera un momento.

No empieces hasta que hayas captado la atención de todos los presentes. Cada una de esas personas comprenderá inmediatamente que el orador le está hablando a ella, y su cerebro se dispondrá a prestarle atención. Eso es precisamente lo que quieres.

 

6. No leas, habla

Leer ante un auditorio no resulta tan eficaz como hablar directamente y con el corazón; la expresión espontánea quizá no sea tan pulida, pero definitivamente es mejor.

No es recomendable redactar discursos, pero sí lo es llevar notas para recordar lo que quieres decir, y saber en qué parte va uno. Una buena idea es hacer bullets con los puntos principales o con datos importantes que quieras dar a conocer.

 

7. Relájate

Cuando estamos sometidos a tensión nerviosa, a menudo olvidamos cómo respirar correctamente. Toda persona que acostumbra presentarse o actuar en público conoce la importancia de la respiración.

No inhales profunda y forzadamente, ni respires con mayor rapidez que de lo normal; te puedes hiperventilar. Para relajarte, sólo tienes que mover el diafragma suave y rítmicamente y dar inhalaciones largas y profundas.

 

Esperamos les sirvan estos 7 tips y los pongan en práctica, nos leemos en la próxima.

Es posible que en muchas ocasiones hayas obtenido una nota que no ha hecho justicia al tiempo que has dedicado a estudiar, y eso es algo muy frustrante. ¿Te has planteado que la estrategia que sigues a la hora de estudiar no es correcta? ¿Tus hábitos de estudio son mejorables? Planificar y organizar tu estudio, descansar cada cierto tiempo, evitar distracciones o mantener la motivación son algunos de los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de estudiar.

Por esto esta semana les compartimos 10 hábitos de estudio que te podrán ayudar.

1. Márcate una meta

Antes de comenzar a estudiar a diario debes tener claro qué quieres conseguir con todo esto. Tener claros tus objetivos y tus motivaciones para emprender este camino serán la clave que te llevarán a conseguir tus metas, que te mantendrán motivado y que harán que evites la procastinación.

2. Una buena planificación es indispensable

Tener una planificación correcta es básico si pretendes alcanzar un objetivo. Es tu hoja de ruta, la base que hará que sigas un determinado camino y que no te apartes del rumbo si llegan adversidades.

3. Estudia todos los días a la misma hora

Para conseguir un buen hábito de estudio es recomendable que el estudio se haga siempre en los mismos periodos de tiempo. Esto hará que tu cerebro acabe asimilando como tiempo de estudio esos momentos y se encuentre más predispuesto para comprender la información en este intervalo de tiempo.

4. Evita los atracones de estudio

Estudiar durante largos periodos de tiempo sin descanso es contraproducente para tu memorización. La mejor forma de estudiar es poco a poco, con pequeñas sesiones de tiempo bien aprovechado. En periodos cortos el cerebro asimila mucho mejor la información a la cual lo expones. Está demostrado que es mejor estudiar diez sesiones de una hora que una sesión de diez horas.

5. Descansar es prioritario

Muchas veces, bien porque disponemos de poco tiempo para estudiar o porque hemos empezado a estudiar demasiado tarde para un examen, sustituimos horas de sueño por horas de estudio. Pero debes tener en cuenta que, pase lo que pase, debes dormir entre 7 y 8 horas.

Tu cuerpo y tu mente necesitan descansar, y si les privas de ese descanso su rendimiento caerá en picado. Por lo que si quieres mantener un buen rendimiento a la hora de estudiar debes dormir lo suficiente para que al levantarte al día siguiente estés al 100% de tus capacidades.

6. Estudia siempre en el mismo lugar

No importa que lo hagas en la biblioteca, en tu habitación o en casa de tu tía, Lo importante es que siempre estudies en el mismo lugar, ya que te hará evitar distracciones innecesarias. Cuando estás habituado a un sitio los estímulos propios del lugar forman parte de la rutina, por lo que no oyes los ruidos, ni te distrae el entorno. El tener un lugar adecuado para estudiar a diario mejorará tu concentración y, por ende, tu rendimiento.

7. Ponte pequeñas metas cada día

Marcarte todos los días un pequeño objetivo te ayudará a concentrarte y a estar más predispuesto al estudio. Si sabes que hoy tienes como meta aprender la tabla periódica no debes levantarte hasta que lo hayas conseguido. El marcarte pequeños objetivos te ayudará a mantenerte motivado, aumentará tu concentración y evitará que te distraigas.

8. Aprender a enseñar.

Uno de los mejores hábitos que puedes adquirir para mejorar como estudiante es el aprender a enseñar. Esto significa que debes introducir en tu rutina una exposición oral de aquello que estés estudiando. Debes plantearlo como si estuvieses explicándoselo a otra persona para que sea más efectivo. No importa cuánta información hayas estudiado hoy. Si lo haces cada día y lo incorporas a tu rutina te aportará una visión clara de los conocimientos que tienes en la materia, te ayudará a estructurar mentalmente, a asimilar e interiorizar la información que has estudiado.

9. Olvídate de los dispositivos móviles

Nada de smartphones durante el estudio. Sí, lo que oyes. Nada. Aunque no quieras reconocerlo los dispositivos móviles son una fuente constante de distracciones. Si eres de los que no pueden vivir sin su smartphone cerca deberás ponerlo en modo avión durante el tiempo que dediques a estudiar. Además, también puedes aprovechar tu móvil para utilizar algunas apps creadas especialmente para ayudarte con tus rutinas, como por ejemplo Forest App.

10. Premia tu esfuerzo a diario.

Al igual que te has puesto pequeñas metas diarias que debes cumplir, es necesario que te premies con algo tras conseguir tu objetivo diario. No es necesario un gran premio: un café, un par de páginas de ese libro o un paseo con tu perro pueden ser el premio. El hacer algo que te guste cada día tras conseguir tu objetivo marcado te ayudará a mantener la motivación y a conseguir crear un buen hábito de estudio.

Esperamos les sirvan estas recomendaciones, nos leemos en la próxima

¿Qué quiero cambiar?, ¿hacia donde voy? ¿cómo puedo mejorar mis hábitos de vida?

Estas son algunas de las preguntas que surgen cada año en nuestra mente y que nos motivan a hacer una lista de propósitos que simbolice un nuevo comienzo.

Hacer ejercicio, aprender un nuevo idioma, viajar, ahorrar, comprar algo que queremos, estudiar más, son algunas de las metas con las que solemos empezar cada año, pero ¿qué tanto las cumplimos? Lamentablemente, con el pasar de los meses sucumbimos ante los obstáculos, y todo lo que queríamos se queda en simples intenciones.

 

No es extraño entonces que muchos de estos propósitos se repitan una y otra vez y que cada año pronunciemos victoriosas ¡Esta vez sí!

Para que esto no siga ocurriendo y puedas cumplir todo lo que te propones, te damos algunos consejos que te ayudarán a planear mejor tus objetivos de año nuevo.

 

1. Tómate tu tiempo

No esperes hasta el año nuevo para reflexionar sobre lo que quieres. Es importante que los cambios que decidas hacer en tu vida no dependan de otros, encuentra la motivación en ti mismo y evita las presiones externas. Busca un espacio de soledad para pensar y escribir tus propósitos.

 

2. Elige objetivos alcanzables y medibles

Ser realista es la clave para que tu lista de propósitos no quede en el olvido. Si quieres empezar a ahorrar no pretendas guardar el 30% de tus ingresos, empieza con un 5% o 10% y ve aumentando poco a poco, lo mismo aplica para el ejercicio, si nunca has hecho deporte no pienses en entrenar cuatro veces a la semana porque pronto perderás el entusiasmo.

 

3. Sé específico y coherente

Hacer ejercicio es un propósito válido pero vago. Asigna tareas o acciones para cada objetivo que te permitan medir los resultados. Por ejemplo, ‘hacer ejercicio dos veces a la semana’ o ‘estudiar todos los días una hora’, así puedes tener un registro de tus actividades y tomar acciones de mejora cuando te estes desviando de la meta.

 

4. Conoce tus limitaciones

Si tu voluntad no es lo suficientemente fuerte, evita presionarte a hacer cosas que no deseas, busca algo que realmente te motive y recompensa tus logros. Comparte con tus amigos y familiares tus metas, ellos pueden recordártelas y motivarte a alcanzarlas.

 

5. Realiza seguimiento de tus resultados

Una de las razones por las que nuestra lista de propósitos fracasa es porque sólo volvemos a pensar en ella a final de año. Establece tiempos de cumplimiento para cada objetivo y revisa los avances de tu lista cada dos o tres meses.

 

Si tu lista de propósitos se convierte en una camisa de fuerza, es mejor que replantees tus objetivos y repitas el ejercicio de forma más consciente, teniendo en cuenta estos consejos.

 

Esperamos estos 5 consejos los puedas llevar a la práctica y así poder cumplir tus propósitos, nos leemos en la próxima.

En la actualidad estudiar una carrera profesional es un proceso difícil ya que tiene muchos obstáculos.

 

Por eso, elegir a qué nos dedicaremos el resto de nuestras vidas no es una decisión que se debe tomar a la ligera. 

Muchos alumnos recién egresados de los bachilleratos no tienen idea de qué estudiar ni qué consideraciones tomar para esta decisión.

A continuación te decimos algunos puntos que podrás tomar en cuenta y evitar cometer errores:

 

1. PLAN DE ESTUDIOS:

Revisar el plan de estudios de las carreras que te interesan ayudará a que tengas un panorama más amplio de lo que estudiarás durante 4 años (tiempo promedio que dura una carrera universitaria). Debes tomar en cuenta que cada universidad y facultad tienen sus propias áreas de especialidad.

 

2. PERFIL DE INGRESO:

Ser sincero de cuáles son tus aptitudes, habilidades y debilidades ayudará a que descartes opciones y que puedas tomar en cuenta otras que no tenías en mente.

 

3. CAMPO LABORAL:

Saber en dónde desarrollarás tus habilidades profesionales es muy importante. Puede ser en el sector privado, gubernamental, en el área de investigación, docente entre otros.

 

4. PROYECCIÓN A FUTURO:

Investigar si la profesión que elegiste va en desarrollo, si hay competencia entre empresas y si estas están creciendo en otras partes del mundo, será sinónimo de buenas ofertas de trabajo y mejores remuneraciones.

 

5. OFERTA EDUCATIVA:

Puedes elegir estudiar en una escuela pública o privada, pero debes tomar en cuenta la calidad de enseñanza, los planes de estudios que se apeguen más a tus intereses profesionales y a tu presupuesto. Informarte adecuadamente ayudará a que tengas mejores opciones y una vida profesional satisfactoria.

 

Fuente: Unitips

¿Tienes algunas faltas de ortografía y te gustaría aprender a escribir bien? A continuación te presentamos algunas recomendaciones muy interesantes para que puedas escribir sin faltas de forma sencilla en muy poco tiempo aplicando estos consejos.

1. La lectura es muy importante

En primer lugar, para lograr escribir sin faltas de ortografía es realmente interesante y práctico el tener un buen hábito de lectura. Si no te gusta leer libros busca algo que te interese (periódicos, revistas) y lee todo lo que puedas. Sin duda es una de las formas más interesantes de mejorar tu ortografía de forma sencilla casi sin darte cuenta.

2. Aprende a buscar en el diccionario

Asimismo, si no sabes qué significa alguna palabra mientras estás leyendo te recomendamos que la busques en el diccionario o en internet, pues el entender su significado te ayudará a recordar mucho mejor cómo escribirla y además estarás ampliando de forma sencilla tu vocabulario

3. Estudia las normas básicas de ortografía

Para conseguir escribir sin faltas hay algunas normas que deberías aprender: como nos recomiendan desde el portal comoseescribe.net deberías revisar las reglas de acentuación y las normas más básicas para disminuir notablemente poco a poco tu cantidad de faltas ortográficas.

4. Revisa las faltas más comunes

Además de conocer las normas ortográficas también será interesante que revises las faltas más comunes, como las que se suelen hacer con las h, con la b y la v, con la y l la ll y con la r y la rr.

5. Utiliza bien los signos ortográficos

Para conseguir escribir correctamente también deberás prestar especial atención a los diferentes signos de puntuación que delimitan diferentes frases y párrafos a fin de lograr poco a poco eliminar todas las faltas de tus escritos.

6. Usa los recursos electrónicos

Para que sea mucho más sencillo evolucionar y conseguir mejorar tu ortografía te recomendamos que utilices la gran cantidad de recursos electrónicos que puedes encontrar actualmente en el mercado (por ejemplo los que te ofrece la RAE). Gracias a este tipo de recursos conseguirás mejorar tu ortografía de forma sencilla.

7. Practica haciendo dictados

Asimismo, otra opción muy interesante es la realización de dictados dónde pondrás a prueba tus nuevos conocimientos y aprenderás a escribir nuevas palabras y mejorarás tus destrezas. En la actualidad ni siquiera necesitas a alguien que te dicte los textos sino que puedes encontrar multitud de recursos online que te ayudarán a mejorar tu ortografía.

8. Repite las faltas palabras con errores

Tanto si haces dictados como si escribes cualquier tipo de texto sin duda el repetir las palabras en las que hayas cometido algún error con su escritura te ayudará a mejorar tu ortografía y a añadir nuevas palabras a tu vocabulario que seguro la próxima vez escribirás de forma correcta.

9. Utiliza el corrector

Una de las herramientas más prácticas que puedes utilizar en la actualidad es el corrector ortográfico. Además de ayudarte a escribir sin faltas puedes utilizarlo para aprender de tus errores y conseguir mejorar tu ortografía. Si de verdad quieres aprender a escribir correctamente te recomendamos que aproveches todo lo que puede ofrecerte y no te limites a corregir tus palabras sin reparar en tus errores.

10. Escribe mucho

Asimismo, al igual que resulta básico el hábito de la lectura para aprender a escribir mejor y sin faltas de ortografía también te recomendamos totalmente que escribas todo lo que puedas: redacciones, cartas, textos, comunicaciones... Y revises siempre tus textos para lograr terminar con las faltas de ortografía de forma total en tus escritos y en tu vida.

Hola, esta semana les compartimos 10 consejos para ser un estudiante organizado, tomen nota 

1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Es importantísimo saber a dónde quieres llegar. Y para cumplir esos objetivos es fundamental dividirlos en pequeñas tareas. Si no divides tus objetivos, te resultará agobiante intentar llegar porque seguramente cada objetivo por sí solo al principio parezca difícil de alcanzar. 

 

2. TEN CONTIGO SIEMPRE UNA AGENDA

Ya sea en papel o digital te servirá para anotar todo lo que debes ir haciendo, las tareas que terminar y te servirá para planificar tu estudio diario. Especialmente necesario para ir añadiendo la lista de tareas en que has dividido tus objetivos. Anotándolo todo te aseguras de estar super organizado y que no se te olvide nada importante que debas terminar. 

 

3. MANTÉN UN PLANNING SEMANAL Y MENSUAL

Es muy útil tener escrito en un lugar todo aquello que debes terminar ésa semana y ése mes, que lo puedas ver en su totalidad de un vistazo.  Te permitirá planificar mejor.

Incluye las fechas para cada examen y cada proyecto que debes presentar y calcula hacia atrás para saber cuándo debes empezar a prepararlo.

Prioriza según la importancia de cada tarea y según la fecha en que lo debes terminar.

Deja tiempo para divertirte. Esto es tan importante como estudiar … ¡Pero sólo si realmente has estudiado, por supuesto!

 

4. MANTÉN UN SISTEMA DE ARCHIVO

Un sistema que te ayude a guardar todas tus notas de manera organizada. Si eres más de papel una carpeta archivadora te permitirá guardar todo tipo de notas en cada asignatura. Si eres más digital y vives pegado a tu portátil utiliza alguno de los recursos como OneNote  que podrás sincronizar en otros dispositivos y compartir con otros compañeros. Permite crear todas las carpetas y archivos que necesites para cada asignatura.

5. MANTÉN UNA LISTA DE CONTACTOS

Emails o teléfonos tanto de compañeros de estudios como de profesores, biblioteca, secretaría,  etc. para no perder tiempo si necesitas cualquier información.

 

6. UTILIZA NOTAS DE VOZ

Dale un mejor uso del que habitualmente le das y en vez de pasar tanto tiempo en las redes sociales utilízalo para machacar conceptos que hay que memorizar y son dificiles. Solo el hecho de grabarlos y escucharse a sí mismo después no sé por qué  ayuda mucho a retener aquello que al leer cuesta retenerlo.

 

7. SI TE DESMOTIVAS

Hay muchos momentos en que te sentirás sin ningunas ganas de estudiar. Es muy comprensible. La motivación es algo muy personal y debes buscarla. No llega sola de repente. Sé muy estricto contigo mismo y establece la rutina diaria de estudio para que cuando llegue esa "desmotivación" tengas tan interiorizada esa rutina que avanzarás incluso sin ganas y te será más fácil terminar tus tareas. 

 

8. REPASA DIARIAMENTE

Ya se que es lo que siempre te dicen tus padres  ... ¡pero es que está comprobado! Si repasas diariamente lo hecho en el día o el día anterior como completar notas, revisar lo que no se entiende bien e ir con las preguntas al profesor, ordenar los apuntes, hojas, fotocopias que te han entregado, etc. además de no necesitar dedicarle demasiado tiempo te costará mucho menos preparar los exámenes ¡Mucho menos!

 

9. ADELANTA LO QUE SE VA A VER AL DÍA SIGUIENTE

Unos minutos para leer lo que se va a tratar en clase mañana, te servirá para que cuando lo escuches lo entiendas mejor y te será mucho más fácil aprenderlo. Además te permitirá preguntar en el momento lo que no entiendes pues muchas veces hasta que no te pones a repasar no te das cuenta de las dudas que tienes.

 

10. APUNTA TODOS LOS COMENTARIOS DE LOS PROFESORES

Cuando un profesor te corrige un examen y te comenta los fallos que has tenido o lo que debes mejorar, cómo hacer un determinado tipo de ejercicio, o como responder a determinadas preguntas anótalo rápidamente para que no se te olvide. Eso te ayudará en el futuro a no cometer los mismos errores y a saber lo que el profesor te pide.

Esperamos les sean útiles estos consejos, nos leemos en la próxima

Administración, medicina, derecho, contabilidad… Tantas carreras profesionales, pero ¿no sabes cuál elegir? Para tomar la decisión correcta, es necesario que tengas claro cuál es tu vocación, tus intereses, tus habilidades y cuáles son tus perspectivas de desarrollo laboral que esperas.

La elección de tu carrera es una decisión muy importante que tienes que meditar, por ello necesitas de tiempo y dedicación.

Comencemos por definir el concepto habilidad: una aptitud natural que desarrolla el ser humano para desempeñar alguna actividad de una manera eficiente.

 

Por otro lado, la vocación es la inclinación de cada uno hacia alguna profesión u oficio de acuerdo a nuestras habilidades o destrezas. La vocación no es algo natural, es algo que vamos adquiriendo con la experiencia y se basa en nuestros gustos, intereses, aptitudes y cómo los desarrollemos. Es un proceso de aprendizaje que tenemos a lo largo de nuestra vida.

 

Las habilidades vocacionales se dividen en diferentes tipos de acuerdo a la profesión u oficio a la que nos dediquemos, las más representativas son:

 

Habilidades técnicas.  Aquellas que por lo general su enseñanza es simple, no se basan en conceptos o teorías académicas, sino más bien se aprenden y perfeccionan en el puesto de trabajo. Por ejemplo, la persona que cambia los neumáticos de un automóvil no estudió una carrera profesional pero perfecciona esa actividad con la práctica.

 

Tenemos también las habilidades sociales. Se basan en las relaciones interpersonales, tratar con clientes y la interacción con el público. Las personas con este dominio de habilidad les es fácil resolver problemas, dirigir un grupo en equipo, motivar a sus compañeros de trabajo y ser un ejemplo para el resto. Muchas habilidades sociales no se aprenden en un entorno profesional y se desarrollan a través de relaciones mucho antes de la educación formal.

 

Dentro de la orientación educativa los alumnos reciben ayuda a través de los profesores para lograr un mejor conocimiento de sí mismos en cuanto a habilidades y aptitudes con información sobre las alternativas que se presentan durante sus estudios.

La orientación educativa también le da una perspectiva más personal al profesor, en cuestiones vinculadas a la salud laboral y la carrera profesional, lo cual les ayudará a la hora de tratar esos aspectos que tienen una incidencia directa en los alumnos.

 

Existen diferentes herramientas como los test vocacionales, los cuales se encargan de evaluar tus intereses y habilidades vocacionales en todas aquellas actividades y campos de la vida laboral tales como: artístico, biológico, humanista, mecánico, comercial, letrado, ecológico, social, geográfico, matemático, etc. También te ayudan a evaluar tu perfil personal, es decir en base a esos resultados, los campos en los que mejor te desempeñarías.

 

Si aún  decides qué es lo que quieres estudiar, tener en mente estos consejos y esta información te ayudará a despejar y tener más claro el panorama de esta decisión que sin duda alguna forjará tú futuro y vida profesional.

 

Recuerda que la elección de tu carrera no es una decisión que se toma a la ligera,  es un proceso que reflejará tus expectativas vocacionales y laborales para llegar al éxito; es una decisión para toda la vida.

 

Fuente: www.utel.edu.mx

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