Llegó la hora de estudiar. Pero antes es conveniente poner un poco de orden en el caos que tenemos de apuntes así estaremos más predispuestos a la hora de ponernos a estudiar. En esta ocasión les damos unos sencillos pasos que puedes llevar a la práctica para ser más organizado en los estudios.

 

1.- Igual que tienes un horario para ir a clase, ¿por qué no fijas uno para estudiar o para hacer trabajos? Lo primero que has de hacer es distribuirte las horas del día, así como pensar en un espacio en el que te sientas cómodo y sin molestias para estudiar con tranquilidad.

 

2.- Organiza las tareas por temas y empieza por las asignaturas que más difíciles encuentres, ya que con ellas será con las que más tiempo requieras.

 

3.- Controlar la hora es un aspecto fundamental para ser más organizado en los estudios. Dedica a cada materia el tiempo justo y necesario. Primero lee, subraya, esquematiza y estudia. La tarea será más sencilla porque al menos un 10% de ese trabajo previo queda en nuestra memoria.

 

4.- Para ser más organizado en los estudios, usa un calendario. Ten presente la fecha de los exámenes y los días de entrega de trabajos. Es aconsejable empezar por las asignaturas más importantes primero, ya que hay menos tiempo para preparar la materia.

 

5.- Busca un lugar privado para el estudio y evita las distracciones. Es mejor si escogemos un sitio luminoso, con un gran escritorio o mesa y evitar, en la medida de lo posible, que haya un teléfono o una televisión cerca.

 

6.- Habla con tus profesores. Siempre te pueden orientar sobre qué aspectos de la materia son más importantes estudiar y, además, te pueden facilitar algunas técnicas de estudio para memorizar.

 

 

Muchos jóvenes se enfrentan al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. ¿Eres uno de ellos? Aquí te dejamos algunas claves para simplificar esta difícil tarea.

 

  • Estudiar y trabajar es una realidad para muchos universitarios, donde es muy importante la planificación y la motivación.
  • Estas claves te ayudarán a equilibrar y combiar ambas tareas, de forma exitosa.
  • Estos estudiantes pueden sentir una presión y estrés más pronunciado, por lo que todo apoyo y empatía les será de gran ayuda.

 

A menos de un mes de empezar las clases, los nervios están a la orden del día para miles de jóvenes; más incluso para aquellos que se enfrentarán al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. 

Si eres uno de ellos, aquí te dejamos las 5 claves para estudiar y trabajar al mismo tiempo

 

1) Organiza bien tu calendario

Lo primero y fundamental es que logres gestionar bien tu tiempo

Si tienes la posibilidad de elegir las clases que vas a cursar por semestre, intenta no sobrecargarte. Elige las materias más fundamentales y asegúrate que los horarios no impidan que cumplas con tus obligaciones en el trabajo.

2) Utiliza los métodos de estudio adecuados

De la misma forma que organizaste tus horarios, debes planificar tus horas de estudio para que rindan al máximo. 

El primer consejo es que intentes no faltar mucho a clase, sino luego te será más difícil ponerte al día. También es recomendable que tomes apuntes y a la hora de estudiar utilices estrategias, como resúmenes y mapas mentales. 

 

3) Habla en el trabajo

Es importante que tus jefes estén al tanto de tu situación, para que puedan tener las consideraciones correspondientes.

Recuerda que la ley estipula días de licencia por estudios obligatorios, y muchas empresas están cada vez más abiertas a la flexibilidad horaria.

4) Habla en la universidad

De igual forma que hablaste en el trabajo, también puedes poner en aviso a tus docentes de tu situación. 

Tampoco está de más hablar con tus compañeros; después de todo serán ellos quienes tengan que pasarte apuntes cuando faltes a clase.

5) Cuida tu salud

Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede resultar sumamente agotador, por lo que es fundamental que cuides más que nunca tu salud.

Duerme al menos 7 u 8 horas al día, aliméntate de forma saludable para que tu cerebro funcione mejor y no te olvides de tomarte tiempos de relax para descansar y distenderte.


Aunque lo veas impensable e imposible, reserva algunas horas de la semana para hacer alguna actividad de ocio, ya sea practicar un deporte o ir al cine con tus amigos, o cualquier cosa que te ayude a desconectar, pasar un buen rato y recargar energías.

Si se te dificulta expresarte ante varias personas, sigue estos tips que te convertirán en un buen orador. 

Hablar en público es una actividad desagradable para muchos y cuanto mayor sea la importancia del evento, peor el miedo. Sin embargo, como estudiante deberás enfrentarte constantemente a exposiciones y presentaciones, ya sea ante tu equipo, compañeros del salón, maestros, etc... y debes hacerlo de la forma correcta para conectarte con tu audiencia.

Pero hablar en público en realidad no es tan difícil. No es otra cosa que conversar, y eso lo haces prácticamente todo el tiempo. El misterio desaparece una vez que se ha aprendido cómo hacerlo.

 

Aquí te entregamos algunas claves para convertirte en un buen orador y aprender a expresar tus ideas ante una audiencia, ya sea de diez, cien o mil personas:

 

1. Exprésate con sencillez
La gente que te escuche captará una o dos de las principales ideas que expongas. Si no puedes expresar en un par de enunciados el punto que propones comunicar, entonces tu alocución no está bien definida. Y si no sabes con previsión lo que quieres decir, mucho menos lo sabrás decir en público.

2. Organízate
Sea larga o corta tu disertación, es importante ordenar los elementos de la misma. Hay que prever la introducción, los puntos principales que se van a exponer y la conclusión.

A veces, una buena forma de comenzar resulta ser la frase final. Una vez que sabes a dónde te diriges, puedes escoger el camino que más te plazca para llegar allí. Es decisivo tener un final poderoso y contundente, pues en la mayoría de los casos es lo que la gente mejor recuerda.

 

3. Sé breve

 Evita los discursos demasiado largos y rolleros.

4. Sé sincero
Si tratas de ser distinto a como eres (poco natural), probablemente no vas a convencer a nadie. Si no te parece graciosa una anécdota, no esperes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes transmitir no te despierta un verdadero interés, tampoco lo despertará en los demás.

5. Aduéñate de la situación
En los primeros momentos de un discurso se establece el vínculo entre el público y el expositor. Sonríe, agradece a la persona que te presentó y luego espera un momento.

No empieces hasta que hayas captado la atención de todos los presentes. Cada una de esas personas comprenderá inmediatamente que el orador le está hablando a ella, y su cerebro se dispondrá a prestarle atención. Eso es precisamente lo que quieres.

 

6. No leas, habla

Leer ante un auditorio no resulta tan eficaz como hablar directamente y con el corazón; la expresión espontánea quizá no sea tan pulida, pero definitivamente es mejor.

No es recomendable redactar discursos, pero sí lo es llevar notas para recordar lo que quieres decir, y saber en qué parte va uno. Una buena idea es hacer bullets con los puntos principales o con datos importantes que quieras dar a conocer.

 

7. Relájate

Cuando estamos sometidos a tensión nerviosa, a menudo olvidamos cómo respirar correctamente. Toda persona que acostumbra presentarse o actuar en público conoce la importancia de la respiración.

No inhales profunda y forzadamente, ni respires con mayor rapidez que de lo normal; te puedes hiperventilar. Para relajarte, sólo tienes que mover el diafragma suave y rítmicamente y dar inhalaciones largas y profundas.

 

 

 

 

Cuántas veces durante nuestra vida de estudiante hemos tenido que realizar trabajos y otras tareas junto con nuestros compañeros de aula? Es posible que nos gustara más o menos, pero no podemos negar que saber trabajar en equipo es una aptitud fundamentala lo largo de nuestra vida, en especial a nivel laboral.
Por este motivo hoy les compartimos algunas de las ventajas del trabajo en equipo y por qué es importante saber llevar a cabo proyectos en consonancia con las ideas de otras personas, además de cómo es muy positivo comenzar a implementar este método de trabajo a edades tempranas y durante el periodo de estudiante.
1.- Más rendimiento y velocidad:aprenderás a trabajar en consonancia con tus compañeros, de manera que será más fácil terminar la tarea dentro del plazo, y mucho más rápido. En el caso de que surjan problemas, los demás pueden proponer soluciones al respecto que tal vez trabajando individualmente serían más difíciles de encontrar.
2.- Aumento de la motivación: trabajar junto con otras personas mientras se persigue el mismo objetivo ayuda a crear vínculos emocionales, que nos aseguran un buen estado deánimoa la hora de afrontar el reto. Fomenta entre otras cosas el respeto mutuo, el sentido de la identidad y la solidaridad.
3.- Mejor calidad en el resultado final: al haber más personas trabajando en el proyecto, se aportan soluciones, ideas y detalles que pueden incluir nuevos matices en nuestro resultado final. Una de las ventajas del trabajo en equipo es que cuantos más participantes haya trabajando, más creativo y profesional será el resultado.
4.- Mejora la comunicación y el diálogo: a la hora de trabajar en equipo surgen situaciones donde las distintas partes no están de acuerdo o expresan diferentes puntos de vista. Aprender a debatir en estos momentos es fundamental para no generar discusiones.
5.- Reduce el estrés: si delegamos y repartimos las tareas de manera equitativa entre el grupo evitamos saturarnos y llevar un buen ritmo a la hora de realizar nuestra tarea individual.  Probablemente esta sea una de las ventajas del trabajo en equipo que más se pueda valorar en el mundo laboral.

 

La elección de la carrera es un momento de tensión para muchos jóvenes. El temor a tomar la decisión equivocada y el impacto de esto sobre tu futuro, son sólo algunas de las preocupaciones más comunes. Por ello, toma en cuenta estos 6 consejos para saber con certeza si has elegido correctamente.

1) Sé proactivo

Si quieres saber qué estudiar no dejes pasar el tiempo, no se hará más simple y no llegará sola. Debes interesarte, averiguar, ver el abanico de opciones para tomar una decisión informada. Visita las universidades, asiste a charlas, habla con orientadores vocacionales, recurre a otros estudiantes y profesionales de las carreras que puedan interesarte.

2) Considera lo que quieres hacer, no qué estudiar

De niño todos sabíamos qué queríamos ser cuando creciéramos, pero a lo largo del camino uno se olvida o comienza a pensar mucho en las respuestas. Olvídate por un momento de qué estudiar y piensa en qué tipo de trabajo te imaginas realizando, en dónde y bajo qué medios. Esto te ayudará a discernir los conocimientos académicos que precisas para lograr tus objetivos. Cuando sabes qué quieres ser, podrás determinar qué carrera más se acerca a esos intereses.

 

3) El salario no es lo importante

Sabrás que has elegido correctamente si estarías dispuesto a no percibir un salario por realizar ese trabajo. Si el dinero es tu principal motivación es probable que no disfrutes lo que haces y estés insatisfecho con tu elección.

No puedes elegir tu carrera en base a la remuneración. Además, ninguna carrera tiene asegurado un gran salario. Si eres un buen profesional, alguien que se interesa por la manera en la que realiza su trabajo y lo hace bien, serás exitoso y el dinero vendrá.

 

4) Es tu decisión

No dejes que los demás tomen la decisión por ti. Puedes tomar en cuenta la opinión de tus padres y amigos, pero la decisión a fin de cuentas es tuya. El psicólogo Omar Bertacco, de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina, explica que “el problema es cuando la persona convierte a las influencias en mandato; porque aparecen como el único camino para satisfacer los deseos y ser parte de la familia, para sentirse identificado con los padres o, incluso, para cambiar la historia”. Esto no es saludable y no te hará feliz porque no serás lo que tú deseas ser. No te dejes comparar, ya que esto no hará sino deprimirte. Concéntrate en ti y lo que tú quieres.

 

5) La ansiedad de comenzar a estudiar

El entusiasmo y la motivación son buenas señales. Si te sientes con ánimos de comenzar la universidad y el estudio, es porque verdaderamente estás conforme con tu elección.

 

6) No esperes a comenzar las clases

Si te apasiona lo que quieres estudiar, querrás saberlo todo y para ello no tienes que esperar a la universidad. Empieza de manera sencilla a adentrarte en el tema: si te interesa la fotografía, saca fotos; si quieres ser piloto, colecciona aviones.

Algunos de los emprendedores más exitosos no han potenciado sus habilidades para escuchar –y esto podría estar jugando en su contra. Y es que si te tomas el tiempo para escuchar lo que los demás tienen que decir -en especial tus clientes y empleados, cuya retroalimentación es muy valiosa- construirás una base de seguidores leales para tu marca. Pero ten cuidado: evita juzgar y procura simplemente escuchar.

Te compartimos cinco técnicas para hacerlo más efectivamente:

1. Abre tu lenguaje corporal.

Tu lenguaje corporal revela si estás o no interesado en una historia. Cuando escuchas activamente a alguien, te inclinas un poco hacia adelante y haces contacto visual. Una simple sonrisa y un asentimiento ocasional mostrarán que estás interesado e involucrado con lo que la otra persona dice.

 En situaciones en las que te sientes incómodo (como en un evento de networking) podrías tener la tendencia de cruzarte de brazos, poner tus manos en los bolsillos o exhibir otras formas de comportamiento nervioso. Estas pequeñas barreras físicas pueden desmotivar a otras personas a acercarse a ti.
 

2. Mantente involucrado.

Si estás en un lugar muy lleno y ocupado, enfócate más en la persona con la que estás hablando y menos en lo que sucede a tu alrededor. De la misma manera, cuando estás hablando por teléfono, dale la espalda a tu computadora y bríndale a la persona toda tu atención. Cuando te distraes con la tecnología, haces sentir a las personas que son poco importantes.

 3. Resiste la necesidad de interrumpir.

Puede serte tentador terminar la oración de la otra persona para demostrar que entiendes el mensaje, pero esto puede parecer grosero de tu parte. Escuchar construye confianza. Si interrumpes a alguien -aunque tus intenciones sean buenas- se le niega la oportunidad de expresar sus sentimientos y emociones. Para asegurarte que no interrumpirás, siempre páusate unos cuantos segundos antes de responder.

 

4. Haz preguntas.

La palabra más poderosa en una conversación es: “Cuéntame”. Las personas se sienten bien cuando les haces preguntas pertinentes y escuchas activamente sus respuestas. Si tomas un interés activo en la vida de los demás, se te regresará el favor.

Las preguntas abiertas proveen la mejor oportunidad para que las personas se expandan en un tema y ayudan a mantener la conversación fluida. Si no entiendes el punto que alguien trata de hacer, pide por clarificación y ejemplos específicos. 

 

5. Practica el escuchar empáticamente.

Escucha no sólo con tus oídos, sino también con tus ojos y corazón. No tienes que estar de acuerdo con la persona, pero sí imagina cómo se siente. Ponte en los zapatos de tu interlocutor para comprender completamente su punto de vista.  

Desafortunadamente, la mayoría de las personas no escuchan para comprender, sino simplemente para responder. No te enfoques en lo que dirás después; esto te distrae de la conversación. Más bien, enfócate en la historia de la persona. Pregúntate: “¿Cómo me sentiría si esto me pasara a mí?” Y una vez que hayas absorbido lo que la persona ha dicho, responde acorde.

*Tomado de la Revista Entrepreneur

¿Tienes algunas faltas de ortografía y te gustaría aprender a escribir bien? A continuación te presentamos algunas recomendaciones muy interesantes para que puedas escribir sin faltas de forma sencilla en muy poco tiempo aplicando estos consejos.

La lectura es muy importante

En primer lugar, para lograr escribir sin faltas de ortografía es realmente interesante y práctico el tener un buen hábito de lectura. Si no te gusta leer libros busca algo que te interese (periódicos, revistas) y lee todo lo que puedas. Sin duda es una de las formas más interesantes de mejorar tu ortografía de forma sencilla casi sin darte cuenta.

 

Aprende a buscar en el diccionario

Asimismo, si no sabes qué significa alguna palabra mientras estás leyendo te recomendamos que la busques en el diccionario o en internet, pues el entender su significado te ayudará a recordar mucho mejor cómo escribirla y además estarás ampliando de forma sencilla tu vocabulario

 

Estudia las normas básicas de ortografía

Para conseguir escribir sin faltas hay algunas normas que deberías aprender: como nos recomiendan desde el portal comoseescribe.net deberías revisar las reglas de acentuación y las normas más básicas para disminuir notablemente poco a poco tu cantidad de faltas ortográficas.

 

Revisa las faltas más comunes

Además de conocer las normas ortográficas también será interesante que revises las faltas más comunes, como las que se suelen hacer con las h, con la b y la v, con la y l la ll y con la r y la rr.

 

Utiliza bien los signos ortográficos

Para conseguir escribir correctamente también deberás prestar especial atención a los diferentes signos de puntuación que delimitan diferentes frases y párrafos a fin de lograr poco a poco eliminar todas las faltas de tus escritos.

 

Usa los recursos electrónicos

Para que sea mucho más sencillo evolucionar y conseguir mejorar tu ortografía te recomendamos que utilices la gran cantidad de recursos electrónicos que puedes encontrar actualmente en el mercado (por ejemplo los que te ofrece la RAE). Gracias a este tipo de recursos conseguirás mejorar tu ortografía de forma sencilla.

 

Practica haciendo dictados

Asimismo, otra opción muy interesante es la realización de dictados dónde pondrás a prueba tus nuevos conocimientos y aprenderás a escribir nuevas palabras y mejorarás tus destrezas. En la actualidad ni siquiera necesitas a alguien que te dicte los textos sino que puedes encontrar multitud de recursos online que te ayudarán a mejorar tu ortografía.

 

Repite las faltas palabras con errores

Tanto si haces dictados como si escribes cualquier tipo de texto sin duda el repetir las palabras en las que hayas cometido algún error con su escritura te ayudará a mejorar tu ortografía y a añadir nuevas palabras a tu vocabulario que seguro la próxima vez escribirás de forma correcta.

 

Utiliza el corrector

Una de las herramientas más prácticas que puedes utilizar en la actualidad es el corrector ortográfico. Además de ayudarte a escribir sin faltas puedes utilizarlo para aprender de tus errores y conseguir mejorar tu ortografía. Si de verdad quieres aprender a escribir correctamente te recomendamos que aproveches todo lo que puede ofrecerte y no te limites a corregir tus palabras sin reparar en tus errores.

 

Escribe mucho

Asimismo, al igual que resulta básico el hábito de la lectura para aprender a escribir mejor y sin faltas de ortografía también te recomendamos totalmente que escribas todo lo que puedas: redacciones, cartas, textos, comunicaciones... Y revises siempre tus textos para lograr terminar con las faltas de ortografía de forma total en tus escritos y en tu vida.

Navegar en un mar de dudas no es fácil, menos cuando quizá tu familia, amigos y demás comienzan a presionarte haciendo el mismo tipo de preguntas constantemente: ¿Qué vas a estudiar? ¿Qué quieres ser de grande? ¿A qué te vas a dedicar?

Pero tranquilo, el no saber o no estar seguro, no tiene absolutamente nada de malo. Existen personas que desde prepa saben qué quieren estudiar o tienen una idea, te repito, no esta mal no saber, lo que sí está mal es elegir una carrera solo por presión o porque ya tienes el tiempo encima, la mayoría de esas elecciones tomadas a la ligera, terminan en un cambio de carrera o en un profesionista sin vocación.

PERO, ¿CÓMO SABER QUÉ ESTUDIAR?

El primer consejo que podemos darte es que si no sabes qué quieres estudiar, no apliques a cualquier carrera. Trata de meditar un poco la decisión antes de continuar.

Incluso si necesitas tomarte un tiempo antes de comenzar, ¡hazlo!

Tienes que entender algo sumamente importante: La vida no es una carrera. No por "llegar a la meta" primero ganas, aquí nadie esta compitiendo. Cada quien debe de reflexionar y avanzar a su propio ritmo. Olvídate de sentir presión porque existan amigos o compañeros que hayan tomado una decisión de carrera mucho antes que tú.

 

Trata de hablar con tus padres, ellos seguramente tendrán la mejor disposición de escucharte y ayudarte a descubrir cuál es el camino que quieres tomar.

Incluso hay padres que eligen por sus hijos la carrera que quieren que estudien y eso no solo es incorrecto, si no que al final traerá consecuencias de frustración y de falta de pasión por la elección de carrera real.

Si tienes dudas tomate un tiempo, trabaja en algo que te llame la atención, por ejemplo si te gustan los animales, intenta conseguir un empleo de medio tiempo en una veterinaria, así al tener contacto con los animales y el entorno laboral real, podrás descubrir si es de verdad lo que quieres.

¿CUÁLES SON DESVENTAJAS DE ELEGIR MAL?

  • Tu carrera se convierte en una carga y no en algo que de verdad quieres hacer.
  • Al no encontrarle el gusto, no es tu prioridad y puedes descuidar tu estudio
  • Al final, podrás graduarte pero no te sentirás satisfecho

Para finalizar, te comentamos que la orientación vocacional es ese proceso en el que te ayudan a elegir una carrera, en algunas preparatorias se lleva este tipo de materias en las que hablan sobre tus talentos, habilidades y aspiraciones, con el fin de poder elegir opciones de carreras adecuadas para ti, si en tu bachillerato no fue así te sugerimos realizar un test vocacional, les compartimos el link de un Test vocacional elaborado por la SEP:

http://www.decidetusestudios.sep.gob.mx/vista/test-vocacional/

Dirección

Calle 24 No. 437 por 41-B, Col. Industrial (a la vuelta de la Prepa Uno).

Tel. 999 188 0937

Cel. 999 910 0535