Les presentamos algunos tips que pueden ayudarte a sacar mejores calificaciones.

 

1. Corta el tiempo de estudio en trocitos

Investigaciones sobre los procesos atencionales y el rendimiento de estudio muestran que es mejor controlar los ratos que le dedicamos al estudio poniendo un límite de tiempo más bien bajo para cada sesión.

Lo ideal es hacer que los ratos de estudio no superen los 30 minutos, ya que mostramos bastante más facilidad para asimilar información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola que sea larga y tediosa. De lo que se trata es de mantener el cerebro al 100% en cada momento (por cierto, mantener el sueño a raya es sagrado, y para eso nada como dormir bien).

 

2. Crea una rutina de estudio

Proponerse un horario de estudio y seguirlo no sirve sólo para ofrecer una imagen de madurez y pulcritud, ya que tiene efectos notables sobre el rendimiento de estudio. Abordar el aprendizaje de manera desorganizada es una manera de terminar estudiando a altas horas de la noche, cuando el sueño y el cansancio hacen mella en nuestra capacidad de concentrarnos.

Además, acostumbrarnos a un horario hará más fácil que no nos saltemos los ratos de estudio y nos permitirá dedicarles el tiempo que se merecen. En ese sentido, el mismo que funciona para los ejercicios de gimnasio funciona también para memorizar y asimilar información. ¡No lo dejes todo para mañana!

 

3. Crea notas-resumen en hojas individuales

No confíes demasiado en la técnica de subrayar textos. El hecho de subrayar no ayuda a memorizar el texto si no se repasa varias veces, y de todos modos ceñirse a la memorización de las frases que tienen una línea debajo nos mantiene anclados a la manera en la que la información queda distribuida en el texto original. En cambio, hacer esquemas y pequeños resúmenes en trozos de papel nos obliga a reformular la información que hemos leído y, además, hace más fácil crear combinaciones de notas que son distintas a las del texto pero que nos ayudan a entender mejor lo que leemos, ya que podemos juntar o separar los trozos de papel del modo que queramos para asimilar la información en el orden deseado.

 

4. Mantén alejadas las distracciones

Puede parecer evidente, pero nunca está de más recordarlo porque estas distracciones pueden adoptar las formas más insospechadas y es bueno identificarlas. En tu lista negra deben estar Facebook, el teléfono móvil y la televisión, pero puedes incluir otros elementos propios de tu día a día y hacer lo posible por aislarte de todos ellos durante los ratos de estudio (recuerda que son cortos, así que... ¡no es mucho pedir!). Hacer esto antes de ponerte a estudiar te ayudará a no caer en la tentación una vez hayas empezado.

 

5. Prepara tu material de estudio antes que nada

Tener preparado todo lo que necesitas hará que no te levantes para ir a buscar cosas y, por lo tanto te distraigas. Además, asociar este conjunto de objetos al estudio hará que, cada vez que lo veas, entres en la dinámica de estudiar con facilidad... ¡aunque no sabrás explicar exactamente por qué te ocurre! Por tanto, préstale atención a la organización de los libros y herramientas que necesites antes de sentarte a hincar los codos. Si lo tienes todo perfectamente organizado, será más fácil que logres tener todos los recursos a mano y puedas ser más eficiente durante tus horas de estudio.

 

6. Proponte (al menos) una unidad de estudio para cada sesión

Fija un tema a estudiar y estúdialo. Organizar información relacionada entre sí por el hecho de permanecer a un tema o categoría de cualquier clase es mucho más fácil que estudiar piezas de información dispersas y desordenadas. Para eso es bueno que leas la lección una vez para crear un mapa mental de la localización de los temas en el texto y luego te focalices en cada uno de ellos.

 

7. Huye de la memorización literal

Haz tuya la información que contienen los textos. Relaciónala con episodios de tu vida, reformúlala con tus propias palabras y usa ejemplos que conoces. De esa forma lograrás alcanzar el aprendizaje significativo que necesitas, bastante más resistente al paso del tiempo que el que se basa en la memorización de datos a los que no se les encuentra demasiado sentido.

 

8. Huye de la memorización lineal

Piensa, sobre todo, en similitudes y diferencias entre conceptos, piezas de información que en los textos que te has estudiado no aparecen muy conectados pero que podrían estarlo en ciertas preguntas de examen, por ejemplo.

 

9. Practica constantemente

Si tienes la posibilidad, evalúate con exámenes o cuestionarios acerca del tema que estudias. Esto puede parecer una pérdida de tiempo si crees que el tiempo bien invertido sólo puede ser dedicado a "empaparse" de la información a estudiar, pero no lo es en absoluto, ya que te ayudará a detectar fallos y además te servirá para medir tu progreso y, por lo tanto, a mantener alta la motivación, lo cual también repercutirá positivamente en tu rendimiento.

 

10. Explícale la lección a otra persona

Esto es literal. El hecho de explicar en tus propias palabras lo que has aprendido es posiblemente el consejo para estudiar más valioso, ya que te aportará dos grandes beneficios. Por un lado, reformular la lección es una manera de repasar mentalmente lo que has estudiado, por lo que el tiempo que le dediques a esto servirá para asimilar mejor lo que habías estudiado antes. Por otro lado, te servirá para autoevaluarte, detectar puntos que creías aprendidos pero que en momentos clave te dan problemas, y te ofrecen una imagen bastante fiel de tus progresos.

 

Nos leemos en la próxima.

 

 

¿Sabías que hay buenas prácticas que te pueden ayudar a conciliar y mantener el sueño? 

Mayor capacidad para concentrarnos y memorizar información, mantener un mejor ánimo durante el día y fortalecer el sistema inmunológico. Estos son algunos de los beneficios que te brinda el dormir bien. “Como estudiante, tendrás un mejor rendimiento al estar más alerta y descansado. Además, podrás hacer frente a todas tus labores.

Aquello que hacemos cuando estamos despiertos repercute en nuestra capacidad para dormir bien. Por ello es recomendable las siguientes acciones

1. Procura acostarte y levantarte siempre a la misma hora

Establecer una rutina al irte a dormir es muy favorable para poder conciliar el sueño. Recuerda que, según la Organización Mundial de la Salud, una persona joven debe dormir entre 7 y 9 horas.

2. En la noche, evita tomar bebidas que den energía y comer mucho

Lo mejor es no tomar café al menos seis horas antes de dormir, pues puede alterar el sueño. También es aconsejable cenar de manera ligera.

3. Vamos a hacer deporte…pero mejor en la mañana

La práctica deportiva nocturna puede dificultar conciliar el sueño porque estimula nuestro organismo, para ello es mejor realizarlo máximo 4 horas antes de acostarte y, de preferencia, durante la mañana.

4. Que tus siestas duren entre 20 y 30 minutos

Ahora que pasamos algunos más tiempo en casa nos provoca tomar siestas, pero si estas se prolongan por varias horas generan una desregulación en los ciclos del sueño.  Asimismo, no hay que tomarlas 4 horas antes de acostarse.

5. La cama es para dormir no para estudiar

Este lugar debe estar asociado con el descanso y buen dormir. Si te es posible, estudia y trabaja en un espacio que no sea tu habitación.

6. Controla la temperatura en tu habitación

Para dormir bien, hay que estar lo más cómodo posible. Por eso, es necesario mantener un ambiente ideal en nuestro cuarto donde no pasemos ni frío ni calor.

7. Limita el uso de dispositivos electrónicos cuando vayas a dormir

Si ya te acostaste, lo ideal es que dejes de utilizar el smartphone, televisor y tablet. Estos dispositivos emiten una luz azul que evita que segreguemos melatonina, que es la hormona que nos permite conciliar el sueño.8. Si seguiste todos estos consejos, pero aún no puedes dormir…

En caso lleves más de 30 minutos acostado sin lograr conciliar el sueño, te sugerimos salir de tu habitación y despejarte. Puedes realizar una actividad tranquila como leer, tomar un baño o escuchar música relajante. No es recomendable hacer actividades académicas o laborales

 

Esperamos estos 7 consejos les funcionen para dormir mejor, nos leemos en la próxima.

 

Fuente: https://puntoedu.pucp.edu.pe/

Cuando salgas de la escuela y te inicies en el mundo laboral, oirás con frecuencia los términos “vocación” y “profesión” y aunque algunas personas los usen como sinónimo, no son lo mismo. 

¿Vocación y profesión? ¿Es lo mismo?

En este blog queremos ayudarte a conocer y entender las diferencias que existen entre ambos términos. 

 

¿Qué es la vocación?

Según la Real Academia de la Lengua (RAE) una de las acepciones del término es: “inclinación a un estado, una profesión o una carrera”.  Por eso no es extraño que hayas oído el término si por ejemplo, tu papá o mamá te ve pintando todo el tiempo y te diga “tienes vocación de pintor”. Y como este pueden haber muchos ejemplos más como “tienes vocación de psicólogo”, de “abogado”, de “músico”, entre muchas otras. 

Ahora bien, la vocación es, como lo dice la RAE, una inclinación; lo cual no significa que necesariamente elijas una profesión u ocupación afín a tu vocación. 

 

¿Qué es la profesión?

Por otro lado, la profesión es definida por la RAE como el “empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución”. Son profesiones por ejemplo, ser carpintero, médico, mecánico, químico, entre otras. Para poder ejercer y cobrar por una profesión, es necesario que exista una formación detrás, la cual puede ser universitaria, técnica o empírica. 

 

¿Cuál es la diferencia entre vocación y profesión?

En cuanto a las diferencias entre vocación y profesión hay varias. Para empezar podemos decir que la vocación no necesariamente está remunerada, en cambio una profesión sí, salvo que se haga por una causa benéfica o con algún otro tipo de beneficio. Por otro lado, otra diferencia importante es que la vocación generalmente responde a un ideal  y proporciona satisfacción en sí misma a quien la posee; mientras que una profesión no necesariamente, ya que se puede seguir por motivos más prácticos, por ejemplo, obtener una mejor paga.  

 

¿La vocación y la profesión pueden ir de la mano?

Aunque sean términos diferentes, no significa que tengan que ir separados. Cuando una persona tiene vocación por algo puede hacer de esta su profesión. Por ejemplo, en el caso que te guste pintar,  puedes estudiar y seguir capacitándote para poder generar ingresos por tu trabajo. 

 

¿Cómo tener vocación en tu profesión?

Como ves, aunque vocación y profesión son distintas, puedes estudiar una carrera relacionada con tu vocación; de esa manera disfrutarás más de tu trabajo y te sentirás motivado cada día. Aquí algunos consejos que te ayudarán a tener vocación en tu profesión: 

  • Elige una profesión que te guste. Pregúntate qué tipo de trabajo te haría feliz e investiga una carrera relacionada. 
  • Escoge una carrera porque te haga feliz a ti, no a otras personas o porque te digan que está bien pagada. Al final tu competencia profesional será lo que te permita resaltar sobre tu competencia laboral y generar mayores ingresos. 
  • Evalúa diferentes opciones de profesión relacionadas con tu vocación.

 

Nos leemos en la próxima

¿Eres de los que se la vive estresado cuando se acerca la época de parciales? Lo entendemos: se juntan las presentaciones, proyectos y noches de estudio para los exámenes, y a veces parecen no tener fin.

Esta semana te compartimos 6 tips para prepararte bien para tus exámenes, al final de lo que se trat es de crear hábitos de estudio que te ayudarán a tu rendimiento y te darán mejores resultados.

 

1. Toma buenos apuntes

No se trata de que escribas todo lo que dice tu docente, sino que anotes lo más relevante para que puedas repasar y digerir el contenido de tu clase, divide tu hoja en 4 apartados: margen horizontal superior, espacio principal, margen izquierdo y margen horizontal inferior.

En el primero anota los datos del día, o sea el nombre, tema de la clase, fecha, página, etc. El espacio principal es para anotar la información importante del tema, por ejemplo, conceptos, ejemplos, frases o hasta fórmulas.

En el margen izquierdo ordena tus ideas, anota conceptos clave, dudas que tengas por resolver, así como preguntas que respondan el tema. Por último, en el margen inferior, escribe un resumen sobre lo visto ¡Y listo!

 

2. Encuentra el lugar perfecto

No importa si es en tu casa o de un amigo, la escuela o una cafetería, lo importante es que encuentres el espacio adecuado para concentrarte.

 

3. Repasa regularmente

Este es uno de los mejores consejos de estudio para un examen, especialmente si eres de los que repasa un día antes. No se trata de estudiar toda la información todas las noches, sino hacer pequeños repasos desde el día en que veas un tema nuevo; basta con revisar el tema y bajarlo en palabras o conceptos que te ayuden a entenderlo mejor. Incluso, si te sirve dividirlo en “cachitos” ¡Hazlo!

 

 4. Descansa

¡Como lo lees! Es importante que obtengas entre 7 y 8 horas de descanso para que tu cerebro funcione adecuadamente, o que completes de 5 a 6 ciclos de sueño; cada uno de ellos dura 90 minutos, por lo que es importante que calcules tus ciclos de sueño para no interrumpir ninguno y puedas levantarte sintiéndote aliviado.

 

5. Prueba distintas técnicas de estudio

Existen muchas herramientas que pueden ayudarte a sintetizar la información y asimilarla mejor. Aquí te dejamos algunas para que las apliques en tus parciales y obtengas mejores resultados.

Haz un resumen de tus apuntes, en el que incluyas los conceptos clave.

Leer y subrayar las ideas más importantes de los textos de estudio.

Crea un mapa mental del tema principal, desarrollando ideas importantes relacionadas. Puede ser a mano o en una plataforma en línea como esta.

Arma flashcards donde escribas de un lado de la ficha el concepto que debas estudiar y del otro desarróllalo.

Explica el tema o dilo en voz alta en tus palabras para ti mismo o alguien más. De esta manera podrás comprobar tu comprensión del tema -no te agobies por memorizarlo, lo importante es que abarques los conceptos clave y puedas explicarlos tal cual los entiendas tú.

Grábate leyendo tus anotaciones o tarjetas, y escucha el audio en tus tiempos libres para ayudarte a repasar la información.

 

6. Adapta la técnica a la prueba

No es lo mismo estudiar para un examen de preguntas abiertas, que para uno de opción múltiple o incluso una presentación ¿O no? Así que es mejor que adaptes el método que utilizarás con el tipo de prueba que presentes.

Esperamos que estos tips les sirvan y los puedan aplicar, nos leemos en la próxima... adiós.

 

Deja tus preocupaciones a un lado y respira con calma, estar entre dos carreras y no saber cuál elegir es algo más común de lo que crees y existen varias maneras de comenzar a conocerte y así saber qué es lo que realmente quieres.

 

Esta semana les compartimos 8 consejos que debes seguir si estás entre dos carreras y no sabes cuál elegir:

 

1) Define por qué te gustan las dos carreras

Pregúntate por qué te gusta cada una o si te estás dejando llevar por razones diferentes al gusto, como seguridad económica, o por ser una carrera que tus papás aceptarían más.

 

2) Elige la carrera que te apasiona más

Si al analizarlo te das cuenta que una te gusta más y la otra la eliges por diversas razones entonces el consejo es que te orientes por la que más te gusta. Cuando uno hace lo que le gusta las ganas que siente por eso hace que desarrolle habilidades distintas y repercute en tu rentabilidad y otros factores.

 

3) Puedes integrar ambas carreras

Si las dos carreras te gustan, ambas te apasionan, entonces proyecta tu futuro y vislumbra cuál te gustaría que sea tu columna vertebral. Muchos profesionales juntan las carreras que les gustan y una la estudian en la universidad y otra en especializaciones.

 

4) Conoce a profundidad las dos carreras

Conoce con realismo ambas carreras para que tus dudas sean despejadas de la manera adecuada.

 

5) ¿Cuál es tu objetivo?

En primer lugar, hay que analizar con qué objetivo quieren estudiar. En base a eso van a decidir si quieren estudiar una carrera de pregrado/tecnicatura o hacer una carrera de grado. Tienen que pensar en todas las variables ya que no todas las carreras tienen la misma duración, ni se cursa la misma cantidad de horas. La elección del tipo de carrera depende de la situación personal de cada uno. En algunos casos, uno puede arrancar estudiando una carrera corta (tecnicatura o pre grado) y luego continuar la carrera en la universidad, y así obtener el título de grado.

 

6) Análisis del plan de estudios

Otro de los elementos a analizar es el plan de estudios. Este se refiere a la forma de organización de los contenidos y actividades que se consideran básicos en la formación académica. En el plan de estudios figura la nómina de materias de la carrera. Dependiendo de la universidad, puede que haya variaciones en el plan de estudios.

 

7) Ver los posibles campos laborales

Informarse en profundidad el campo laboral de las carreras de tu interés. Se refiere a las funciones y los ámbitos dónde vas a poder desempeñarte con tu profesión. Hay carreras que tienen un campo laboral más amplio que otras. Es importante conocerlo, ya que te va a dar la pauta de en qué lugares podrías trabajar y si te ves o no en esos ámbitos. Pueden aprovechar y explorar distintos escenarios posible de trabajo.

 

8) Sueldos y demanda

Conocer las condiciones del mercado laboral. Es decir, cuáles son las oportunidades laborales de esa profesión. Considerar las condiciones de empleo y los salarios que reciben los profesionales, puede ser un aspecto más a considerar en la elección de la carrera.

 

Esperamos que estos 8 consejos te sean de utilidad, nos leemos en la próxima.

Muchos jóvenes se enfrentan al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. ¿Eres uno de ellos? Aquí te dejamos algunas claves para simplificar esta difícil tarea.

  • Estudiar y trabajar es una realidad para muchos estudiantes, donde es muy importante la planificación y la motivación.
  • Estas claves te ayudarán a equilibrar y combiar ambas tareas, de forma exitosa.
  • Estos estudiantes pueden sentir una presión y estrés más pronunciado, por lo que todo apoyo y empatía les será de gran ayuda.

 

¿Qué debo de tener en cuenta para combinar estudios y trabajo de forma exitosa?

1) Organiza bien tu calendario

Lo primero y fundamental es que logres gestionar bien tu tiempo

Si tienes la posibilidad de elegir las clases que vas a cursar por semestre, intenta no sobrecargarte. Elige las materias más fundamentales y asegúrate que los horarios no impidan que cumplas con tus obligaciones en el trabajo.

2) Utiliza los métodos de estudio adecuados

De la misma forma que organizaste tus horarios, debes planificar tus horas de estudio para que rindan al máximo. 

El primer consejo es que intentes no faltar mucho a clase, sino luego te será más difícil ponerte al día. También es recomendable que tomes apuntes y a la hora de estudiar utilices estrategias, como resúmenesmapas mentales.

 

3) Habla en el trabajo

Es importante que tus jefes estén al tanto de tu situación, para que puedan tener las consideraciones correspondientes.

4) Habla en la universidad

De igual forma que hablaste en el trabajo, también puedes poner en aviso a tus docentes de tu situación. 

Tampoco está de más hablar con tus compañeros; después de todo serán ellos quienes tengan que pasarte apuntes cuando faltes a clase.

 

5) Cuida tu salud

Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede resultar sumamente agotador, por lo que es fundamental que cuides más que nunca tu salud.

Duerme al menos 7 u 8 horas al día, aliméntate de forma saludable para que tu cerebro funcione mejor y no te olvides de tomarte tiempos de relax para descansar y distenderte.


Aunque lo veas impensable e imposible, reserva algunas horas de la semana para hacer alguna actividad de ocio, ya sea practicar un deporte o ir al cine con tus amigos, o cualquier cosa que te ayude a desconectar, pasar un buen rato y recargar energías.

¿Te abrumas cuando tienes un examen y no sabes por dónde empezar? ¿Estás en época de exámenes?

Estudiar para las pruebas puede ser difícil y a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar. Pero existen estrategias para mejorar tu memoria, los niveles de concentración e incluso tu estado de ánimo. Hay mucho que puedes hacer para estudiar de manera más efectiva, aprender técnicas de estudio que funcionen y mantenerte positivo.

Estos consejos te ayudarán a mantenerte en forma cognitivamente y mejorar tu aprendizaje.

Pero primero lo primero:

 

1. Desayuno y alimentos para el cerebro

Nuestros cuerpos necesitan energía para funcionar correctamente, y la capacidad del cerebro para concentrarse proviene de un suministro adecuado y constante de energía en forma de glucosa.

Las investigaciones muestran que los estudiantes que desayunan obtienen mejores resultados en los exámenes porque les resulta más fácil concentrarse y recordar información.

Por eso, asegúrate de comenzar tu día con carbohidratos que liberarán energía lentamente a lo largo de la mañana como el pan integral o cereales bajos en azúcar, como la avena.

También necesitarás aumentar tu ingesta de proteínas con leche, yogur o huevos.

 

2. Empieza antes

Comienza a estudiar mucho antes de la fecha del examen. Esto ayudará a que te sientas más tranquilo y es menos probable que termines abrumado.

Además, intenta estudiar por la mañana, cuando tu cerebro está descansado y fresco. Evita dejar la mayor parte del repaso por la tarde, cuando existe la posibilidad de que estés más cansado.

Sería mejor si estableces una rutina con el estudio: ponte como objetivo comenzar y terminar de estudiar aproximadamente a la misma hora cada día.

 

3. Establece en qué necesitas enfocarte

¿Es un examen oral?; ¿práctico?; etc...

Diferentes tipos de exámenes requieren distintos enfoques: descubre el formato de tu examen y sabrás cuánto del programa de estudios necesitas revisar.

Para un examen del tipo ensayo, es posible que no necesites cubrir todas las materias, por lo que podría ser más efectivo enfocarte en algún contenido y estudiarlo en mayor profundidad.

Mientras que una prueba de opción múltiple o un examen basado en respuestas cortas requerirá una comprensión más amplia, aunque menos detallada, del programa de estudios.

 

4. Planifica

Puede parecer todo un trabajo, pero hacer un plan de estudio realmente te ahorrará tiempo (no perderás ni un minuto decidiendo qué revisar día a día) y te ayudará a hacer un seguimiento de tu progreso.

Confecciona un calendario lo más detallado posible, incluidos los documentos o notas relevantes que deberás revisar, y cúmplelo.

Y no olvides tener en cuenta el tiempo para socializar, hacer ejercicio y cualquier otro descanso.

 

5. El "espacio" puede ser tu mejor aliado

Distribuye tus sesiones de estudio y ni siquiera pienses en abrumarte: es mucho mejor tener sesiones de estudio de una hora durante 10 días, que estudiar un tema durante 10 horas en un día.

Otras técnicas incluyen el uso de tarjetas de memoria, creación de mapas mentales, trabajo en grupo o incluso grabarse a sí mismo hablando y reproduciéndolo.

Es por eso que es bueno empezar temprano, ya que te da tiempo para probar lo que más te funciona.

 

6. Autoevalúate

Según psicólogos y neurocientíficos, "autoevaluarse" podría ser una de las formas más efectivas de mejorar tu capacidad para recordar información.

La técnica también te ayuda a entender un concepto y no solo memorizarlo. También te da una oportunidad de verificar cualquier falla en tu conocimiento.

Una de las mejores maneras de autoevaluare es hacer resúmenes o simplemente ponerse a prueba al final de una sesión de estudio.

 

7. Duerme bien

Por supuesto, necesitarás dormir bien durante la noche antes de un examen, pero esto se aplica a todo el período de estudio.

Ir a dormir a una hora razonable significa que podrás levantarte temprano, bien descansado y listo para abordar el plan de estudio de ese día.

No te tientes a quedarte toda la noche despierto y ten cuidado con el perfeccionismo, ya que podría interferir con tu descanso.

 

Esperamos les sirvan estos 7 tips, nos leemos la próxima semana

Deja tus preocupaciones a un lado y respira con calma, estar entre dos carreras y no saber cuál elegir es algo más común de lo que crees y existen varias maneras de comenzar a conocerte y así saber qué es lo que realmente quieres.

Esta semana les compartimos 8 consejos que debes seguir si estás entre dos carreras y no sabes cuál elegir:

1) Define por qué te gustan las dos carreras

Pregúntate por qué te gusta cada una o si te estás dejando llevar por razones diferentes al gusto, como seguridad económica, o por ser una carrera que tus papás aceptarían más.

 

2) Elige la carrera que te apasiona más

Si al analizarlo te das cuenta que una te gusta más y la otra la eliges por diversas razones entonces el consejo es que te orientes por la que más te gusta. Cuando uno hace lo que le gusta las ganas que siente por eso hace que desarrolle habilidades distintas y repercute en tu rentabilidad y otros factores.

 

3) Puedes integrar ambas carreras

Si las dos carreras te gustan, ambas te apasionan, entonces proyecta tu futuro y vislumbra cuál te gustaría que sea tu columna vertebral. Muchos profesionales juntan las carreras que les gustan y una la estudian en la universidad y otra en especializaciones.

 

4) Conoce a profundidad las dos carreras

Conoce con realismo ambas carreras para que tus dudas sean despejadas de la manera adecuada.

 

5) ¿Cuál es tu objetivo?

En primer lugar, hay que analizar con qué objetivo quieren estudiar. En base a eso van a decidir si quieren estudiar una carrera de pregrado/tecnicatura o hacer una carrera de grado. Tienen que pensar en todas las variables ya que no todas las carreras tienen la misma duración, ni se cursa la misma cantidad de horas. La elección del tipo de carrera depende de la situación personal de cada uno. En algunos casos, uno puede arrancar estudiando una carrera corta (tecnicatura o pre grado) y luego continuar la carrera en la universidad, y así obtener el título de grado.

 

6) Análisis del plan de estudios

Otro de los elementos a analizar es el plan de estudios. Este se refiere a la forma de organización de los contenidos y actividades que se consideran básicos en la formación académica. En el plan de estudios figura la nómina de materias de la carrera. Dependiendo de la universidad, puede que haya variaciones en el plan de estudios.

 

7) Ver los posibles campos laborales

Informarse en profundidad el campo laboral de las carreras de tu interés. Se refiere a las funciones y los ámbitos dónde vas a poder desempeñarte con tu profesión. Hay carreras que tienen un campo laboral más amplio que otras. Es importante conocerlo, ya que te va a dar la pauta de en qué lugares podrías trabajar y si te ves o no en esos ámbitos. Pueden aprovechar y explorar distintos escenarios posible de trabajo.

 

8) Sueldos y demanda

Conocer las condiciones del mercado laboral. Es decir, cuáles son las oportunidades laborales de esa profesión. Considerar las condiciones de empleo y los salarios que reciben los profesionales, puede ser un aspecto más a considerar en la elección de la carrera.

 

Esperamos que estos 8 consejos te sean de utilidad, nos leemos en la próxima.

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