Muchos jóvenes se enfrentan al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. ¿Eres uno de ellos? Aquí te dejamos algunas claves para simplificar esta difícil tarea.

  • Estudiar y trabajar es una realidad para muchos estudiantes, donde es muy importante la planificación y la motivación.
  • Estas claves te ayudarán a equilibrar y combiar ambas tareas, de forma exitosa.
  • Estos estudiantes pueden sentir una presión y estrés más pronunciado, por lo que todo apoyo y empatía les será de gran ayuda.

 

¿Qué debo de tener en cuenta para combinar estudios y trabajo de forma exitosa?

 

1) Organiza bien tu calendario

Lo primero y fundamental es que logres gestionar bien tu tiempo

Si tienes la posibilidad de elegir las clases que vas a cursar por semestre, intenta no sobrecargarte. Elige las materias más fundamentales y asegúrate que los horarios no impidan que cumplas con tus obligaciones en el trabajo.

2) Utiliza los métodos de estudio adecuados

De la misma forma que organizaste tus horarios, debes planificar tus horas de estudio para que rindan al máximo. 

El primer consejo es que intentes no faltar mucho a clase, sino luego te será más difícil ponerte al día. También es recomendable que tomes apuntes y a la hora de estudiar utilices estrategias, como resúmenes y mapas mentales.

 

3) Habla en el trabajo

Es importante que tus jefes estén al tanto de tu situación, para que puedan tener las consideraciones correspondientes.

4) Habla en la universidad

De igual forma que hablaste en el trabajo, también puedes poner en aviso a tus docentes de tu situación. 

Tampoco está de más hablar con tus compañeros; después de todo serán ellos quienes tengan que pasarte apuntes cuando faltes a clase.

 

5) Cuida tu salud

Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede resultar sumamente agotador, por lo que es fundamental que cuides más que nunca tu salud.

Duerme al menos 7 u 8 horas al día, aliméntate de forma saludable para que tu cerebro funcione mejor y no te olvides de tomarte tiempos de relax para descansar y distenderte.

Aunque lo veas impensable e imposible, reserva algunas horas de la semana para hacer alguna actividad de ocio, ya sea practicar un deporte o ir al cine con tus amigos, o cualquier cosa que te ayude a desconectar, pasar un buen rato y recargar energías.

 

 

¿Cómo lograr que el tiempo de estudio rinda más y lo que estudias se fije en tu cerebro? Descúbrelo a continuación

Más allá del tiempo que le dedicas al estudio, para que sea productivo hay ciertas cosas que debes hacer y otras que no. Si a menudo te pasa que después de horas de lectura te das cuenta que no te ha quedado casi nada claro, puede ser que estés desorganizado y distraído mientras intentas entender la lección.

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Si eres de los que se mueren de nervios de sólo pensar que te pueden pedir que pases a leer algo al frente, esto te interesa…

Leer en voz alta frente a otras personas es un gran reto para muchos, pero a veces es necesario hacerlo.

Lo más importante al leer de pie es hacerlo tranquilo y despacio, así tendrás tiempo de analizar bien cada frase completa, antes de pronunciarla.

Y si además te enfocas en pronunciar con la entonación más adecuada, pronto te olvidarás de estar nervioso.

Lo único que tienes que hacer es relajarte lo más posible, mantener dominados los nervios y seguir las siguientes recomendaciones para leer en público

 

1. Lee frases completas

Necesitas leer la frase completa antes de pronunciarla, para que así puedas darle la intención correcta con tu voz. Además, así evitarás equivocarte o decir una palabra por otra.

Primero recorre rápidamente la siguiente frase con tu mirada, y vuelve a recorrerla despacio para leerla en voz alta.

 

2. Proyecta tu voz

Es un error agachar tu cabeza mientras lees porque no vas a permitir que los demás te escuchen bien.

Lo que tienes que hacer es mantener tu cabeza levantada, con tu boca apuntando hacia tus oyentes y dirigir tu mirada hacia el texto, pero sólo con tus ojos, no con toda tu cabeza.

 

3. Modula tu voz

La modulación consiste en subir y bajar de tono y volumen para reforzar con tu voz lo que el texto intenta comunicar.

Es un error leer como si estuvieras rezando el rosario. Trata de hacer haz pausas y cambios en tu tono de voz, o si no, vas aponer a dormir a todos.

 

4. Haz contacto visual

Aunque tus ojos van a estar siguiendo el texto la mayor parte del tiempo, es necesario que de vez en cuando dirijas tu mirada hacia los que te escuchan, o si no, te van a dejar de poner atención.

Trata de leer de antemano la frase que sigue y pronunciarla sin mirar el texto, o simplemente haz pequeñas pausas para hacer contacto visual con tu público.

Les presentamos algunos trucos psicológicos que pueden ayudarte a sacar buenas notas.

1. Corta el tiempo de estudio en trocitos

Investigaciones sobre los procesos atencionales y el rendimiento de estudio muestran que es mejor controlar los ratos que le dedicamos al estudio poniendo un límite de tiempo más bien bajo para cada sesión.

Lo ideal es hacer que los ratos de estudio no superen los 30 minutos, ya que mostramos bastante más facilidad para asimilar información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola que sea larga y tediosa. De lo que se trata es de mantener el cerebro al 100% en cada momento (por cierto, mantener el sueño a raya es sagrado, y para eso nada como dormir bien).

2. Crea una rutina de estudio

Proponerse un horario de estudio y seguirlo no sirve sólo para ofrecer una imagen de madurez y pulcritud, ya que tiene efectos notables sobre el rendimiento de estudio. Abordar el aprendizaje de manera desorganizada es una manera de terminar estudiando a altas horas de la noche, cuando el sueño y el cansancio hacen mella en nuestra capacidad de concentrarnos.

Además, acostumbrarnos a un horario hará más fácil que no nos saltemos los ratos de estudio y nos permitirá dedicarles el tiempo que se merecen. En ese sentido, el mismo que funciona para los ejercicios de gimnasio funciona también para memorizar y asimilar información. ¡No lo dejes todo para mañana!

3. Crea notas-resumen en hojas individuales

No confíes demasiado en la técnica de subrayar textos. El hecho de subrayar no ayuda a memorizar el texto si no se repasa varias veces, y de todos modos ceñirse a la memorización de las frases que tienen una línea debajo nos mantiene anclados a la manera en la que la información queda distribuida en el texto original. En cambio, hacer esquemas y pequeños resúmenes en trozos de papel nos obliga a reformular la información que hemos leído y, además, hace más fácil crear combinaciones de notas que son distintas a las del texto pero que nos ayudan a entender mejor lo que leemos, ya que podemos juntar o separar los trozos de papel del modo que queramos para asimilar la información en el orden deseado.

4. Mantén alejadas las distracciones

Puede parecer evidente, pero nunca está de más recordarlo porque estas distracciones pueden adoptar las formas más insospechadas y es bueno identificarlas. En tu lista negra deben estar Facebook, el teléfono móvil y la televisión, pero puedes incluir otros elementos propios de tu día a día y hacer lo posible por aislarte de todos ellos durante los ratos de estudio (recuerda que son cortos, así que... ¡no es mucho pedir!). Hacer esto antes de ponerte a estudiar te ayudará a no caer en la tentación una vez hayas empezado.

5. Prepara tu material de estudio antes que nada

Tener preparado todo lo que necesitas hará que no te levantes para ir a buscar cosas y, por lo tanto te distraigas. Además, asociar este conjunto de objetos al estudio hará que, cada vez que lo veas, entres en la dinámica de estudiar con facilidad... ¡aunque no sabrás explicar exactamente por qué te ocurre! Por tanto, préstale atención a la organización de los libros y herramientas que necesites antes de sentarte a hincar los codos. Si lo tienes todo perfectamente organizado, será más fácil que logres tener todos los recursos a mano y puedas ser más eficiente durante tus horas de estudio.

6. Proponte (al menos) una unidad de estudio para cada sesión

Fija un tema a estudiar y estúdialo. Organizar información relacionada entre sí por el hecho de permanecer a un tema o categoría de cualquier clase es mucho más fácil que estudiar piezas de información dispersas y desordenadas. Para eso es bueno que leas la lección una vez para crear un mapa mental de la localización de los temas en el texto y luego te focalices en cada uno de ellos.

7. Huye de la memorización literal

Haz tuya la información que contienen los textos. Relaciónala con episodios de tu vida, reformúlala con tus propias palabras y usa ejemplos que conoces. De esa forma lograrás alcanzar el aprendizaje significativo que necesitas, bastante más resistente al paso del tiempo que el que se basa en la memorización de datos a los que no se les encuentra demasiado sentido.

8. Huye de la memorización lineal

Piensa, sobre todo, en similitudes y diferencias entre conceptos, piezas de información que en los textos que te has estudiado no aparecen muy conectados pero que podrían estarlo en ciertas preguntas de examen, por ejemplo.

9. Practica constantemente

Si tienes la posibilidad, evalúate con exámenes o cuestionarios acerca del tema que estudias. Esto puede parecer una pérdida de tiempo si crees que el tiempo bien invertido sólo puede ser dedicado a "empaparse" de la información a estudiar, pero no lo es en absoluto, ya que te ayudará a detectar fallos y además te servirá para medir tu progreso y, por lo tanto, a mantener alta la motivación, lo cual también repercutirá positivamente en tu rendimiento.

10. Explícale la lección a otra persona

Esto es literal. El hecho de explicar en tus propias palabras lo que has aprendido es posiblemente el consejo para estudiar más valioso, ya que te aportará dos grandes beneficios. Por un lado, reformular la lección es una manera de repasar mentalmente lo que has estudiado, por lo que el tiempo que le dediques a esto servirá para asimilar mejor lo que habías estudiado antes. Por otro lado, te servirá para autoevaluarte, detectar puntos que creías aprendidos pero que en momentos clave te dan problemas, y te ofrecen una imagen bastante fiel de tus progresos.

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