Debido a la pandemia por COVID-19, desde hace año y medio la vida estudiantil dio un giro de 180° grados. Las clases online se convirtieron en la mejor solución para continuar con la formación académica de miles de estudiantes de todo el mundo. Sin embargo, sabemos que es difícil adaptarse a este nuevo sistema educativo al que muy pocos estaban acostumbrados por eso te traemos algunos tips para tomar clases en línea y no pierdas en el intento.

 

A continuación te compartimos algunos tips para que aproveches al máximo tus clases online en tiempo real:

 

Busca el lugar ideal

Y no, no estamos hablando de tomar las clases en línea desde la comodidad de tu cama. Busca un lugar cómodo e iluminado en el cual puedas concentrarte y tomar tu clase. La mejor idea es designar un área, sea desde un escritorio hasta una habitación, para que se convierta en tu área productiva.

Mantén esta zona con sólo lo esencial para evitar distracciones y mandar la señal correcta a tu cerebro cada que estés ahí: “¡hora de poner atención!”

Buena conexión a internet

Para que no surja ningún tipo de complicación este es uno de los tips para tomar clases en línea más importantes, ya que es imprescindible contar con una buena conexión Wi-Fi. Antes de comenzar, asegúrate que el router, los cables y conectores funcionen de forma correcta. En el caso de que no puedas navegar en internet, es recomendable conectarte con un cable ethernet, reiniciar el router o, si todo falla, reportarlo al servicio técnico.

En caso de tener que compartir señal con muchas personas, la organización será fundamental: procuren armar un horario para que no se sature la red durante tus clases. El apoyo de tu familia y/o amigos puede hacer toda la diferencia.

 

Dile adiós a las distracciones

Muchos estudiantes dicen ser buenos en llevar a cabo más de una actividad a la vez. Sin embargo, para las clases en línea, ser multitask no aplica. Desde el momento en el que empiece tu clase online es mejor que pongas atención y le digas adiós a tu celular, aunque sea por un rato.

De igual manera, ten cuidado con distracciones como:

- Navegar en redes sociales

- Estar con familia o amigos en horarios de clases

- Escuchar música que te desconcentre

- Tomar clase desde el celular en sitios públicos como plazas o parques

 

Participa durante la clase online

La nueva modalidad en línea cuenta con grandes ventajas y algunas desventajas. Una de ellas, aparentemente, es la disminución de la participación activa de los estudiantes en las clases virtuales. Sin embargo, el utilizar herramientas tecnológicas para las clases le permite a los profesores interactuar y motivar a sus alumnos para que las clases se vuelvan más dinámicas y menos tediosas ¡Anímate a participar!

 

¡No tengas miedo de activar tu cámara!

Ya sea por pena o incomodidad, a algunos estudiantes les cuesta trabajo mantener su cámara prendida durante la clase en línea. Sin embargo, tomar clases con cámaras encendidas es recomendable en muchos aspectos:

- Te motiva a seguir una rutina en la que puedas levantarte temprano y arreglarte para tu clase. El simple hecho de cambiarte de ropa y prestar atención a tu aspecto puede hacer toda la diferencia en tu ánimo del día

- Tener el estímulo visual de las cámaras vuelve las clases más interesantes y te ayuda a permanecer concentrado en lo que está pasando en tu aula virtual

De igual manera, saber que estás siendo visto, sirve como motivación para no distraerte con el celular y prestar atención

 

¿Tienes otros tips para tomar clases en línea que te hayan servido durante las clases online?

Compártelos con nosotros en los comentarios y ayudemos a que este cambio sea más fácil para todos.

Es muy común que los estudiantes se queden despiertos hasta altas horas de la noche para terminar un trabajo práctico, para preparar un examen o simplemente para llevar al día sus materias. Pero a veces ocurre que los horarios se invierten, el día se convierte en noche y la noche en día. Esto, sumado a la ansiedad y el estrés que producen las instancias límite de aprobación, puede ocasionar que cuando uno quiera dormir, no pueda.

 

El insomnio afecta a mucha gente en el mundo, no sólo a los estudiantes. Pero es en ellos donde las principales causas son el estrés, el cambio de horarios y el consumo de bebidas estimulantes antes de dormir, además por supuesto del confinamiento social debido al Covid-19

 

Te dejamos algunas sugerencias para ganarle al insomnio:

 

- Evitar las bebidas estimulantes.

El café y cualquier otra bebida que contenga cafeína, como los energizantes, estimulan el sistema nervioso por horas. Evita su consumo al menos tres horas antes de ir a dormir.

 

- Cenar horas antes de ir a dormir.

Para que el cuerpo pueda hacer la digestión lo mejor es que la última comida del día se tome un par de horas antes de ir a dormir.

 

- Hacer actividad física.

Éste es el mejor consejo que se puede seguir. Con tan solo caminar un poco todos los días, las piernas se sentirán tan pesadas a la noche que lo único que va a querer hacer el cuerpo será dormir. De igual forma, nunca hay que hacer actividad física antes de dormir.

 

- Evitar la siesta.

Porque en ese caso, lo que no se duerme de noche, se termina durmiendo en la tarde. Si se toma una siesta, lo mejor es que sea lo más corta posible (no más de 30 minutos).

 

- Cortar el ciclo de horario invertido.

Si el horario de sueño que se lleva es de 5:00 AM a 1:00 PM, lo mejor va a ser interrumpir ese ciclo. Así que la próxima vez conviene acostarse a la misma hora pero levantarte a las 9:00 AM. Sí, se sentirá cansancio y se tendrá sueño, pero esa misma noche el sueño será profundo.

 

- Rutina de horarios.

Hay que intentar, por más difícil que sea, mantener una rutina de horarios que incluya la mañana. Lo ideal es cortar el estudio en la noche, a determinada hora sin importar en qué parte de nuestras tareas nos hayamos quedado.

 

Esperamos que estas sugerencias te sirvan y los pongas a la práctica si eres de las personas que sufre constantemente de insomio, buenas noches =)

Mientras algunos sostienen que es una fuente de concentración, otros ven la música como un distractor.

 

La música tiene beneficios muy importantes para el cerebro. Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience señala que aprender a tocar un instrumento en la infancia mejora el rendimiento cognitivo en diversos los aspectos. También se ha demostrado que compensa la pérdida cognitiva propia del envejecimiento. Pero no solo hacer música es muy beneficioso, sino también escucharla para realizar diferentes actividades.

 

Otras investigaciones recientes demostraron que escuchar música mejora el bienestar mental y aumenta la salud física. La música genera en nuestro cerebro miles de conexiones neuronales, que despiertan no solo nuestro intelecto, sino también nuestras emociones. Hay quienes creen que escuchar música mientras se trabaja o estudia es un hábito negativo, porque puede convertirse en un factor de distracción, pero hay otros que consideran que tiene grandes beneficios en relación a la concentración y en rendimiento.

 

A continuación, te mostramos las dos visiones del asunto:

 

Ventajas de estudiar con música

El estudiar con música de fondo proporciona beneficios. Estudios comprueban que la música estimula zonas del lóbulo pre-frontal que están relacionadas con la atención, la concentración y la satisfacción. Cuando se estudia con música, uno se concentra más, siente que la información fluye más rápido y que los problemas se resuelven con mayor facilidad.

  • Al escuchar música se activa la zona del lóbulo frontal, que se encarga de mejorar tu capacidad de concentración.
  • Se estimulan las zonas del lóbulo temporal, cuya misión es elevar tu habilidad matemática y de lenguaje.
  • Te ayuda a combatir el estrés pre exámenes, lo que favorece la relajación y la retención de información.
  • La música clásica facilita el dominio de un nuevo idioma.
  • La música promueve que tu cerebro se mantenga en alerta y controles el sueño.

Desventajas de estudiar con música

Normalmente, el ritmo de la canción y los latidos del corazón se sincronizan, por eso si la canción es rápida no va a ser fácil relajarse y estudiar se vuelve más difícil. Las canciones en tonalidades mayores expresan más alegría, mientras que las canciones en tonalidades menores expresan tristeza. Si se escucha una canción con letra, es probable que las personas se concentren más en ella que en lo que están estudiando.

  • Te conviertes en una persona multitasking, perdiendo concentración, ya que el cerebro entra en conflicto. En este sentido, escuchar música mientras se estudia resulta perjudicial porque el cerebro debe desdoblarse en dos acciones.
  • La música no deja de ser un ruido y todo ruido lo que provoca es una alteración en el cerebro que puede afectar tu productividad.
  • La mayoría de las personas que escuchan música lo hacen a través de dispositivos electrónicos tales como reproductores, dispositivos móviles, etc. Al tener tanta información musical en nuestro dispositivo, perdemos una gran cantidad de tiempo seleccionando aquellas canciones que nos gustan.
  • Comienzas a tararear la canción y te desconcentras.
  • A la hora de estudiar, utilizamos la memoria que se fundamenta principalmente en tres pilares: lectura, atención y fijación. Si estudiamos escuchando música, nuestro estudio se vuelve mucho más superficial.

Si estás a favor de escuchar música mientras estudiás pero no sabés cuál, te dejamos algunas recomendaciones.

Consejo 1: Tranquila y armoniosa, la música clásica es una de las mejores opciones de música para estudiar.

Consejo 2: La música de Mozart mejora el rendimiento mental. Lo llaman el “Efecto Mozart”.

Consejo 3: Escucha música ambiental. Es más moderna que la clásica y el efecto es similar.

Consejo 4: Pon sonidos de la naturaleza o de animales. No es exactamente música pero es relajante y sentirás que estás en otro mundo.

Consejo 5: Escucha la música con un volumen moderado tirando a bajo. El protagonista aquí es el estudio.

Consejo 6: Crea una lista de reproducción con todos tus temas favoritos por adelantado para no tener que buscar canciones nuevas cada 5 minutos.

Consejo 7: No escuches música en la radio. La interlocución de los presentadores y los anuncios te distraerán.

 

Fuente: Universia

Hoy empieza un nuevo curso escolar, una nueva etapa que puedes afrontar con motivación y ganas de aprender para aprovecharla al máximo, tanto desde el punto de vista académico como desde el personal.

A continuación, te ofrecemos algunos 5 consejos que te ayudarán a empezar el curso:

 

1. Fíjate unos objetivos.

Mejorar tus notas, compaginar tus estudios con otras aficiones o con un trabajo, realizar una estancia de estudios, son objetivos que pueden guiar tu aprendizaje. Ten claro lo que quieres conseguir a lo largo del curso y sé flexible para adaptarte a las diferentes situaciones que puedan surgir.

 

2. Organízate.

Cada curso escolar requiere una organización inicial. Crea tu plan de estudio teniendo en cuenta las actividades extraescolares que realizas y el tiempo que necesitas dedicar a las diferentes asignaturas. Conviene que vayas revisando y actualizando tu planificación a lo largo del curso, puesto que pueden presentarse retos que no habías previsto al inicio del camino.

 

3. Intenta ajustarte a la planificación.

Conviene que elijas algún recurso que te permita verificar que cumples tu plan de estudios. Actualmente existen aplicaciones gratuitas como Google Calendar o Agenda Escolar con las que puedes realizar el seguimiento de la programación desde tu smartphone. Si lo prefieres, también puedes utilizar la tradicional agenda en papel para organizar tus tareas.

 

4. Prioriza.

Es posible que necesites compaginar tus estudios con otras actividades, como música, danza, la práctica deportiva como deportista de élite o un empleo. Teniendo en cuenta los objetivos académicos que te hayas marcado, decide qué actividad tendrá prioridad en cada momento para calendarizarlas correctamente.

 

5. Pide ayuda si lo necesitas.

Si detectas que alguna asignatura se te resiste o que no estás alcanzando los objetivos que te habías fijado, no dudes en solicitar apoyo. Puedes pedir ayuda a tus compañeros y compañeras, al profesorado o a tu familia. También puedes recurrir a clases de refuerzo.

 

Independientemente si decidiste regresar a clases de manera presencial o mantenerte en línea, esperamos que estos 5 consejos te sirvan para este regreso a clases, en Club Preparatoriano te deseamos mucho éxito.

¿La sola idea de dar un discurso frente a una audiencia te produce nervios? ¿Sabías que hablar en público es uno de los miedos más comunes? No tiene por qué ser así.

En esta oportunidad, te compartimos algunas estrategias y consejos para liberarte del pánico y expresar tus ideas con eficacia y tranquilidad:

 

1. Concientizate de que el nerviosismo es normal

Todos sentimos algunas reacciones fisiológicas como latidos rápidos del corazón, y manos temblorosas cuando estamos expuestos a algo que nos genera ansiedad, pero eso no es malo, algunos nervios están bien. No asocies esos sentimientos con la sensación de que vas a hacer el ridículo, porque la adrenalina que te hace sudar es la también hace que estés más alerta y listo para dar tu mejor rendimiento.

Lo que debes hacer es aprender a controlar la ansiedad y las reacciones que te genera. La mejor manera de hacerlo es prepararse y practicar.

 

2. Conoce bien tu material

Improvisar no es una buena idea. Aunque seguir la corriente y ser espontáneo es recomendable, confiar en que tu presentación será buena sin una pizca de preparación es algo que ni siquiera los mejores oradores harían. Investiga y conoce profundamente el tema , qué dirás y cómo vas a decirlo. Saber de lo que vas a hablar es una de las mejores formas de aplacar los nervios.

 

3. Conoce a tu audiencia

Es tan importante comprender a tu audiencia tanto como entender el tema que expondrás frente a ellos. Esto quiere decir que necesitas saber el nivel de conocimiento que ellos tienen y adaptar tu presentación en consecuencia. Incluso si debes exponer el mismo tema frente a dos o más grupos diferentes, es recomendable que la adaptes para cada uno.

 

4. Practica, practica y practica otra vez

Una vez que tu presentación esté armada, revísala; luego, revísala de nuevo. Practica tu discurso frente a un espejo y luego practica frente a un familiar o amigo. Cada vez que repitas tu presentación te sentirás más cómodo y la idea de llevarla a cabo frente a una audiencia será menos intimidante.

 

5. Trabaja en tu respiración y relájate

Cuando te concentres en tu respiración, tu voz tendrá más resonancia y te relajarás. Respira con calma y concéntrate en mantener un ritmo. Aunque este es un ejercicio para hablar en público, el trabajo de respiración ayudará a reducir el estrés y mejorará la claridad en todas las áreas de tu vida.

Recuerda que los seres humanos solemos ser los peores críticos de nosotros mismos. Si te olvidas de una frase de tus apuntes o si te salteas una diapositiva sin querer, no es el fin del mundo. Es solo una presentación.

 

6. No esperes al último momento

Un tiempo prudente antes de tu exposición, revisa que el micrófono funcione correctamente, que el proyector, televisor o pantalla muestre bien la presentación y que las demás herramientas o complementos que vayas a usar estén listas. ¡Todo esto debe estar preparado de antemano! En caso de que algo falle, sonríe y trata de mantener la compostura mientras tú mismo u otros se encargan del problema. Lo más importante es que reacciones con calma y no dejes que los nervios te dominen.

 

7. Emplea los recursos visuales como apoyo

Contar con una buena presentación de PowerPoint e incluso proporcionar material a la audiencia te quitará un poco de presión, ya que los ojos del público no estarán siempre posados en ti y tendrás algo en qué basarte si te quedas en blanco.

Recuerda, sin embargo, que las diapositivas no deben tener mucho texto, ya que en ese caso nadie escuchará lo que dices. Si toda la presentación te la pasas leyendo directamente de un papel o de las diapositivas, mostrarás falta de confianza y conocimiento en lo que dices. Es recomendable que solo uses los recursos visuales como un apoyo extra.

 

8. Llama la atención al iniciar y cierra con un final dinámico

¿Te gusta escuchar un discurso que comienza con “Hoy te voy a hablar de X”? La mayoría de la gente no lo hace. En su lugar, utiliza una estadística sorprendente, una anécdota interesante o una cita concisa. Concluye tu discurso con un resumen y una declaración contundente que tu audiencia seguramente recordará.

Además, se tú mismo, no te conviertas en una cabeza parlante, en ningún tipo de comunicación. Establecerán una mayor credibilidad si tu personalidad brilla y tu audiencia confiará en lo que tienes que decir si pueden verte como una persona real.

 

9. Háblale a una persona a la vez

Uno de los aspectos de dar discursos que más terror pueden generar es el público. Quizás la sola idea de pararte frente a muchas personas expectantes, esperando escuchar tus palabras, pueda hacerte sentir escalofríos. La mejor manera de superar este miedo es hablarle a una persona a la vez.

Elige tres personas del público y alterna tu mirada entre ellos, como si estuvieran teniendo una conversación en un café, y míralos a los ojos. Lo más importante: no te quedes mirando al piso, al techo ni a tus apuntes, esto demostrará que no estás lo suficientemente preparado ni tienes confianza en lo que dices.

 

10. Habla claro y haz pausas

Hablar a una velocidad excesivamente rápida es uno de los delatores más indiscretos del nerviosismo. Por más que tu discurso sea brillante, si nadie puede entenderte este tiene el mismo valor que si dictaras tu lista de compras. Intenta hablar de forma pausada y clara, incluso un poco más lenta de lo normal.

 

11. Sé breve

Lamentablemente, existen muchos oradores que alargan su presentación hasta lo impensable con discursos de nunca acabar, sin importarles aburrir mortalmente a la audiencia ni respetar su tiempo. No seas uno de ellos. Ten claro qué es lo que se espera de tu presentación y respétalo, ni más ni menos.

 

12. Incorpora tu opinión personal

Cualquiera puede copiar y pegar un tema y repetirlo mecánicamente frente a una audiencia. Lo que hará la diferencia en tu presentación es lo que tú le puedas aportar desde tu experiencia y conocimientos personales. Al momento de dar tu discurso, intenta incluir, ocasionalmente, algunos pensamientos y opiniones propias. Aunque estas deben ser previamente planificadas y preparadas, trata de que luzcan espontáneas. Brindar un poco de ti a la presentación hará que se sienta más interesante a los ojos del público.

 

13. Cuida tu apariencia

Por más que lo más importante es lo que digas y cómo lo digas, tu apariencia personal no deja de ser un elemento a tener en cuenta a la hora de dar una presentación eficaz. Cuanto más prolijo y profesional sea tu aspecto, más confianza sentirás frente a la audiencia. Asegúrate de lucir lo mejor que puedas.

¿No entiendes lo que lees? Evita ese problema, te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

Leer es un hábito que debemos adquirir todos, ya que trae muchos beneficios. Además al ingresar a la universidad nos veremos obligados a leer gran cantidad de información, la cual nos ayudará a entender algunos temas de las asignaturas. Debes estar preparado para ese momento.

 

Es necesario tener velocidad en la lectura, pero también es indispensable que la comprendas. Te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

1. Lee

Leer constantemente es importantísimo. Debes practicar para que poco a poco mejores la comprensión. Te recomendamos que leas temas que te interesen, así no te aburres y terminar el libro.

 

2. Lenguaje

Comienza a leer textos sencillos con un vocabulario coloquial, luego lee texto más especializado. Alterna la complejidad del lenguaje. De esta manera aumentarás tu vocabulario y te acostumbrarás a diferentes textos.

 

3. Notas

Algunos libros son muy complejos, ya sea por la cantidad de personajes o datos importantes que necesitas recordar para continuar leyendo. Es recomendable que hagas algunas anotaciones, así podrás repasar los hechos que ya leíste.

 

4. Lee despacio

Para mejorar tu comprensión lectora, debes leer despacio cada línea. Así te sentirás obligado a entender oración por oración.

 

5. Pausas

Haz una pausa cada párrafo, para continuar tu lectura. Analiza lo leído para asegurarte que lo entendiste.

 

6. Tranquilidad

Es necesario que leas en un lugar tranquilo para que puedas concentrarte. Toda tu atención debe estar en la lectura. Lee en silencio y sentado, disfruta lo que lees así es más fácil comprenderla.

 

7. Preguntas

Cuando termines de leer, debes realizarte preguntas sobre el entorno del texto. La idea es que recuerdes lo sucedido. Así podrás darte cuenta si la comprendiste.

 

8. Diccionario

Es importante tener un diccionario cada vez que leamos. Algunas veces no conoceremos el significado de algunas palabras, por esa razón no podremos interpretar la lectura de manera correcta. El diccionario te ayudará a saber el significado y además aprenderás nuevas palabras.

 

Poco a poco y con la práctica comprenderás todos los textos a la perfección. Luego de lograr comprenderlos, debes mejorar la velocidad de tu lectura. De esta manera podrás leer cualquier libro sin ningún problema. ¡Disfruta el hábito de la lectura!

Uno de los principales y más complejos retos que enfrenta la educación superior en tiempos de COVID 19 es el rezago y deserción escolar de los estudiantes; de manera general, estos dos puntos siempre habían estado relacionados con el fracaso académico y el inadecuado desarrollo de los hábitos de estudio, lo que se complejiza en estas condiciones de confinamiento social para las y los universitarios.

 

El concepto hábito hace referencia a una conducta adquirida por repetición siendo convertida en una estrategia de control sobre determinadas acciones, dado que se trata de pautas consistentes y cotidianas que generan nuestra efectividad o inefectividad frente a la conducta deseada.

 

Los hábitos de estudios son entonces los métodos y estrategias que suele usar un estudiante para hacer frente a una cantidad de contenidos de aprendizaje; el hábito de estudio requiere un nivel de esfuerzo, dedicación y disciplina. Pero también se alimenta de necesidades sociales y escolares que pueden estar generados por expectativas y motivaciones del estudiante que desea aprender. Por ello, es necesario entender que el proceso de aprendizaje es complejo y requiere de una adecuada planeación y organización del tiempo.

 

La habilidad y dedicación serán puntos claves para el aprendizaje de los conocimientos, siendo los hábitos de estudio los métodos y las estrategias que usará el estudiante para asimilar dichos conocimientos. Los hábitos que tiene un estudiante pueden verse afectados en condiciones adversas, como son los contextos de confinamiento social por esta pandemia, donde la cotidianidad de asistir a la escuela, tener horarios fijos, estudiar con los pares e ir a la biblioteca son imposibles, lo que sin duda ha generado una alteración en las formas cotidianas de estudiar; sin embargo, puede generar cambios positivos, evidenciado en el desarrollo de habilidades autodidactas o el aprendizaje en nuevas plataformas de enseñanza virtual, aunque el cambio que implica no sea tarea sencilla.

 

Tras la situación generada por el confinamiento social por COVID-19, el alumnado y profesorado ha tenido que emigrar sus rutinas académicas al mundo online para lo cual, se describen las siguientes recomendaciones que podrán ayudar en el desarrollo de hábitos de estudio auxiliares a este tipo de enseñanza-aprendizaje. Para aprender en línea y aprovecharlo al máximo, necesitas dedicar una cantidad significativa de tiempo y esto seguramente superará el tiempo que antes le dedicabas a la escuela y a estudiar.

 

Adquiere una “mentalidad virtual”.

Para aprender en línea y aprovecharlo al máximo, necesitas dedicar una cantidad significativa de tiempo y esto seguramente superará el tiempo que antes le dedicabas a la escuela y a estudiar.

Busca los medios, digitales o materiales que se necesiten para las clases, en caso de convivir con la familia y/o amigos se pueden gestionar acuerdo que integren los tiempos de todos, compartir las computadoras o laptop, celulares o tabletas para ayudar a facilitar el proceso de aprendizaje y generar la convivencia familiar.

 

Crea un espacio de trabajo

Usando lo que esta al alcance para crear un espacio cómodo, de preferencia iluminado y con ventilación, manteniendo cerca los materiales que se requerirán para las clases en línea o las tareas.

Identifica objetivos y metas de aprendizaje.

 

Lee cuidadosamente los requisitos de la tarea.

Pon atención en las instrucciones y las sugerencias del docente. Crea notas que estén estrechamente relacionadas a los objetivos, coloca recordatorios de las fechas en que se requieren las entregas de tareas importantes o las actividades ya programadas, así como de los objetivos que se buscan alcanzar.

 

Mantén una posición activa en las sesiones.

Participa en los debates o en las reuniones, así como en los trabajos en equipo, este aprendizaje no tiene que darse de forma aislada.

 

Auto organízate.

Ya que es la clave para sacarle provecho a la formación online, elabora planes mensuales, semanales o diarios, lleva una agenda por horas y una libreta con los pendientes que podrían ser de ayuda.

Establece horarios para las actividades escolares y en caso de compartir espacio con familiares o amigos, establece acuerdos funcionales para todos. Realiza pausas entre cada actividad escolar, toma agua, hidrata tu cerebro, puedes implementar ejercicios de respiración o de relajación entre una y otra actividad.

Organiza el tiempo libre restante para que la recreación cumpla la función de darte un espacio de esparcimiento ante las labores escolares realizadas, aun cuando se usen los mismos dispositivos electrónicos para estudiar y jugar, asigna el tiempo a cada actividad.

 

Pide ayuda siempre que necesites aclarar tus dudas.

Contacta a tus profesores y compañeros, la comunicación con ellos te retroalimenta y ayuda al proceso de aprendizaje.

 

Esta emergencia sanitaria ha venido a plantearnos, tanto a docentes como a estudiantes, un enorme desafío, nos ha llevado a condiciones impensables. El tener que aprender a usar nuevas tecnologías digitales y sacarles el mejor provecho en muy poco tiempo, dadas las circunstancias sociales, nos permite echar a andar nuestra creatividad para mantener el contacto personal y grupal, nos brinda una buena oportunidad de ensanchar nuestros horizontes de conocimientos no solo en cuanto a herramientas didácticas, sino también frente a nuevas relaciones interpersonales y profesionales, así que, es tiempo de tener paciencia, respeto, tolerancia, solidaridad y empatía

 

Fuente: https://fenix.iztacala.unam.mx/

Si has tenido que escribir algo a mano recientemente, quizás has sentido que tu mano se cansaba mientras el interlineado se iba hacia abajo y las letras se confundían entre sí. Con el uso de los móviles, tabletas y el ordenador, cada vez hay menos necesidad de utilizar el bolígrafo y el papel. Frente a esto, cursos y tutoriales de Internet están recuperando el arte de la letra manuscrita, una práctica que según varios estudios ayuda a interiorizar mejor la información.

 

Es posible mejorar nuestra letra ya de adultos? Con algo de tiempo, mucha paciencia, y ganas, sí, se puede. Estos son algunos consejos para conseguir una buena caligrafía.

 

1. Cuida la postura al sentarte

Comprueba que tienes espacio para apoyar los brazos (es mejor si el antebrazo con el que escribes puede descansar sobre la mesa), evita cruzar las piernas, apoya los pies sobre el suelo, y vigila que la espalda no esté en tensión. "Intenta escribir con los pies delante de la silla, la espalda erguida, e inclina el papel un poco a la izquierda si eres diestro.

 

2. Atento al papel

"Siempre pon tres o cuatro hojas de papel debajo para que haga un poco de colchón". Escribir sobre un bloc demasiado grueso puede distorsionar la letra. Una buena opción es empezar con papel ya interlineado para ir interiorizando las líneas paralelas y la distancia entre los trazos que suben y bajan (por ejemplo, de las letras p, b, j, g).

 

3. Elige el bolígrafo o el lápiz adecuado (y sujétalo bien)

"Normalmente tomamos el bolígrafo como una garra, con los dedos fruncidos y muy apretados, pero se escribe mejor si se estiran los dedos, con la muñeca sin doblar y haciendo la fuerza desde el hombro". "El instrumento debe descansar entre los dedos índice y pulgar.  Los bolígrafos muy finos son más difíciles de sujetar y pueden cansar más los músculos. Los ballpoint (el típico Bic que nunca se gasta) son los más comunes, con la ventaja de que se secan rápido y son más baratos, pero pueden ser más incómodos de sujetar y la tinta no discurre tan fácilmente.

 

4. Practica trazos con plantillas

Un truco recomendable es repetir líneas en zig-zag. Otro método es realizar varios círculos pequeños (como la letra O) y trazar los caracteres dentro del círculo. "Para mejorar tu letra ahora, puedes empezar trazando dibujitos, pequeños muelles y demás, como se hacía con los cuadernos, "No es la letra pero es una manera de automatizar el gesto que tiene que hacer la mano".

 

5. Tómate tu tiempo

"Dedicándole media hora al día, en seis u ocho semanas puedes conseguir resultados". Para no desesperarse, lo mejor es planteárselo como un objetivo a largo plazo. Los expertos suelen aconsejar ir despacio al principio y luego ya acelerar el ritmo. "Lo primero es bajar la velocidad”.

 

6. Sé creativo

Esto será importante para no caer en el aburrimiento. Ensaya repitiendo frases con aliteraciones, copiando letras de canciones, o fragmentos de tus libros favoritos.

 

7. Experimenta con aplicaciones para tablet y móvil

Un paso más allá está la caligrafía creativa, conocida como lettering en Instagram y otras redes sociales.

Dirección

Calle 24 No. 437 por 41-B, Col. Industrial (a la vuelta de la Prepa Uno).

Tel. 999 188 0937

Cel. 999 910 0535