El cerebro humano es un órgano único y maravilloso. Tanto es así que puede ser estimulado por los sonidos adecuados para dar el máximo, y no es algo que nos inventemos, está científicamente demostrado. Por eso te queremos mostrar cuál es la mejor música para estudiar e interiorizar conceptos. Usar música para concentrarse en una gran idea por una sencilla razón: activa la actividad de la hormona llamada dopamina, que es la que ayuda en las conexiones sinápticas, donde se produce el aprendizaje, la asimilación de conocimientos y la memorización.

 

Es decir, que la música, en especial la clásica, ayuda a relajarse y, además, facilita la concentración. Ambas acciones son básicas para mejorar el rendimiento. No obstante, recuerda que esto puede variar entre individuos, pero, en general, siempre es positiva, sobre todo si te gusta. Antes de conocer el tipo de música ideal, es importante conocer algunos beneficios de la música para concentrarse. Decenas de estudios científicos han demostrado los beneficios de la música. De hecho, sabemos que es positiva para:

 

Activar emociones.

De esta forma, a través de sensaciones agradables, descubrimos que, al asociarse al placer, ayudan a potenciar la memoria y el recuerdo, lo que es fantástico para el estudio.

 

Ampliación del léxico.

También ayuda a que hablemos mejor y con profusión de vocablos. Se debe a que escuchando música a diario desarrollamos un vocabulario más completo por el fomento de las relaciones neuronales que provocan las palabras que riman y suenan agradables con el sonido. 

 

Resistencia física.

Desde un punto de vista físico, también ayuda a aumentar la resistencia hasta en un 15%. En este caso, el pop y el rock son los mejores para ser más resistentes.

 

Incrementa la imaginación.

También ayuda a fomentar la imaginación, ya que potencia el área creativa del cerebro y amplía nuestros horizontes mentales.

 

Mejora el sistema cardiovascular.

Igualmente, el hecho de escuchar música potencia el sistema cardiovascular, ya que la sangre circula mejor, lo que provoca un estado físico y mental más equilibrado y beneficioso.

 

Entonces ¿qué música escuchar para concentrarse, estimular el cerebro y mejorar el proceso de estudio?

 

Música clásica:

siempre se suele recomendar la música clásica para el estudio. De hecho, se dice que algunas composiciones de Mozart estimulan el cerebro y relajan de manera formidable para mejorar la memorización y la adquisición de conocimientos.

 

Jazz suave:

escuchar música estridente no suele ser productivo para el estudio, pero el jazz suave, eso que habitualmente y en tono jocoso llamamos música de ascensor, sí que puede ser muy eficiente.

Música para la concentración:

existen listas de reproducción diseñadas en sí mismas para promover la concentración, estudiar mejor y ampliar la memoria. Constan de melodías con poco ritmo y muy suaves.

 

Sonidos naturales:

también escuchar los sonidos de la naturaleza ayuda a la concentración y la optimización del estudio. Se pueden personalizar, pues existen personas que prefieren sonidos repetitivos y con ritmos más elevados, y otras que optan por la suavidad de la lontananza.

 

Ya conoces según la ciencia cuál es la mejor música para estudiar y estimular tu cerebro. Ponte manos a la obra, encuentra tu sonido y descubre cómo puedes mejorar en todos los aspectos para memorizar mejor y aprender mucho más. 

Si bien, implica voluntad, disciplina y esfuerzo, al seguir estos consejos básicos para estudiar una carrera, un diplomado o un curso en línea, podrás aprovechar al máximo tus sesiones de estudio.

El modelo de enseñanza tradicional dio paso a los estudios en línea. Este cambio de paradigma fue posible gracias al desarrollo tecnológico de la última década y se adelantó para muchos otros debido a la pandemia que estamos atravesando.

 

Esta semana les compartimos 5 consejos para estudiar en línea con éxito.

1.- Elige algo que te motive

2.- Acondiciona un espacio en tu casa

3.- Establece un horario

4.- Usa técnicas de estudio

5.- Recomendaciones para afrontar los exámenes

 

1.- Elige algo que te motive

A la hora de elegir tus estudios, en primer lugar debes plantearte en qué área te gustaría desarrollar tu futuro profesional. Puedes comenzar por analizar qué tipo de actividades te apasionan, cuáles son tus destrezas y habilidades y qué estudios coinciden con ellas. Es aconsejable consultar a un orientador profesional para que, junto con tu familia y amigos, te ayude a enfocar tus preferencias.

 

Una vez que tengas esta selección, podrás investigar qué universidades ofrecen esas titulaciones, en qué modalidades (presencial o en línea), las condiciones de acceso y los costos.

En este punto es hora de sopesar tus opciones. Valora los planes de estudios de las carreras elegidas, compara su dificultad y campo de trabajo. En caso de tener que alternar trabajo y estudios, valora la flexibilidad que te aportan. Se práctico y elige la opción que más se ajuste a tus necesidades y expectativas.

 

2.- Acondiciona un espacio en tu casa

Ya decidiste tus estudios y llega el momento de conectarse a la plataforma para acceder a tu formación. El campus virtual es tu puerta de acceso a la hora de estudiar en línea. En este espacio de trabajo tendrás alojados los recursos didácticos necesarios para el aprendizaje, además del acceso a clases virtuales y las herramientas para comunicarte con profesores y compañeros.

 

A través de tu cuenta y dependiendo de la plataforma, también podrás gestionar temas relacionados con tu perfil, como tus cursos, tu expediente académico o tu contraseña de acceso. Todo lo que necesitas para tu formación digital está accesible desde esta plataforma de aprendizaje virtual.

 

3.- Establece un horario

Cuando accedes al campus por primera vez y navegas por todas sus opciones puedes sentirte algo perdido. En él tienes todo el contenido didáctico a tu disposición, pero ¿cómo organizarte para aprovechar al máximo sus recursos? La palabra clave es planificación. Una vez que tengas el calendario del curso disponible, revísalo con tu agenda personal y programa cuánto tiempo debes dedicar a cada tema para cumplir los plazos de entrega de trabajos y llegar preparado a los exámenes.

 

Apunta los aspectos más destacados en tu agenda, subraya las fechas clave y respeta la planificación marcada para no ir con retraso respecto a tu plan inicial.

 

4.- Usa técnicas de estudio

Se acerca el momento de los exámenes y comienzas tu preparación a fondo. Como en el aprendizaje tradicional, a la hora de estudiar en línea hay que marcarse metas realistas y seguir ciertas recomendaciones prácticas que, aunque lógicas, te serán de gran utilidad.

 

Subrayar te ayuda a destacar la información más relevante y mejorar la comprensión de los temas. Los mapas mentales te servirán a la hora de organizar toda la información y repasarla de forma visual en un solo vistazo. En esa línea, las fichas de apuntes son útiles para organizar tus pensamientos y repasar los conceptos más importantes del temario.

Experimenta con técnicas de memorización y no olvides tomar descansos. Por ejemplo, aplicando la técnica del Pomodoro, que combina tiempo de productividad con momentos de descanso.

 

5.- Recomendaciones para afrontar los exámenes

Llega el momento de los exámenes. Si te preparaste con anticipación, no hay nada que temer. Los días anteriores a la prueba es recomendable repasar el temario con ayuda de esquemas, conceptos clave y resúmenes que hayas trabajado en las semanas previas.

Evita distracciones y elige un lugar aislado y tranquilo, como tu cuarto o una biblioteca. Combina los momentos de estudio con otros de descanso y de actividad deportiva para liberar tensiones.

 

El día antes de examen acuéstate temprano y duerme ocho horas, para levantarte con el cuerpo y la mente descansadas. Desayuna bien para tener energía, y hazlo temprano, para que puedas comprobar la conexión y el correcto funcionamiento de la plataforma.

Esperamos que estos consejos para estudiar en línea te hayan resultado útiles. Y recuerda: la planificación será tu gran aliada a la hora de afrontar cualquier reto educativo y profesional.

En esta ocasión les compartimos 10 reglas o consejos para ser un estudiante organizado, tomen nota 

 

1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Es importantísimo saber a dónde quieres llegar. Y para cumplir esos objetivos es fundamental dividirlos en pequeñas tareas. Si no divides tus objetivos, te resultará agobiante intentar llegar porque seguramente cada objetivo por sí solo al principio parezca difícil de alcanzar. 

 

2. TEN CONTIGO SIEMPRE UNA AGENDA

Ya sea en papel o digital te servirá para anotar todo lo que debes ir haciendo, las tareas que terminar y te servirá para planificar tu estudio diario. Especialmente necesario para ir añadiendo la lista de tareas en que has dividido tus objetivos. Anotándolo todo te aseguras de estar super organizado y que no se te olvide nada importante que debas terminar. 

 

3. MANTÉN UN PLANNING SEMANAL Y MENSUAL

Es muy útil tener escrito en un lugar todo aquello que debes terminar ésa semana y ése mes, que lo puedas ver en su totalidad de un vistazo.  Te permitirá planificar mejor.

Incluye las fechas para cada examen y cada proyecto que debes presentar y calcula hacia atrás para saber cuándo debes empezar a prepararlo.

Prioriza según la importancia de cada tarea y según la fecha en que lo debes terminar.

Deja tiempo para divertirte. Esto es tan importante como estudiar … ¡Pero sólo si realmente has estudiado, por supuesto!

 

4. MANTÉN UN SISTEMA DE ARCHIVO

Un sistema que te ayude a guardar todas tus notas de manera organizada. Si eres más de papel una carpeta archivadora te permitirá guardar todo tipo de notas en cada asignatura. Si eres más digital y vives pegado a tu portátil utiliza alguno de los recursos como OneNote  que podrás sincronizar en otros dispositivos y compartir con otros compañeros. Permite crear todas las carpetas y archivos que necesites para cada asignatura.

 

5. MANTÉN UNA LISTA DE CONTACTOS

Emails o teléfonos tanto de compañeros de estudios como de profesores, biblioteca, secretaría,  etc. para no perder tiempo si necesitas cualquier información.

 

6. UTILIZA NOTAS DE VOZ

Dale un mejor uso del que habitualmente le das y en vez de pasar tanto tiempo en las redes sociales utilízalo para machacar conceptos que hay que memorizar y son dificiles. Solo el hecho de grabarlos y escucharse a sí mismo después no sé por qué  ayuda mucho a retener aquello que al leer cuesta retenerlo.

 

7. SI TE DESMOTIVAS

Hay muchos momentos en que te sentirás sin ningunas ganas de estudiar. Es muy comprensible. La motivación es algo muy personal y debes buscarla. No llega sola de repente. Sé muy estricto contigo mismo y establece la rutina diaria de estudio para que cuando llegue esa "desmotivación" tengas tan interiorizada esa rutina que avanzarás incluso sin ganas y te será más fácil terminar tus tareas. 

 

8. REPASA DIARIAMENTE

Ya se que es lo que siempre te dicen tus padres  ... ¡pero es que está comprobado! Si repasas diariamente lo hecho en el día o el día anterior como completar notas, revisar lo que no se entiende bien e ir con las preguntas al profesor, ordenar los apuntes, hojas, fotocopias que te han entregado, etc. además de no necesitar dedicarle demasiado tiempo te costará mucho menos preparar los exámenes ¡Mucho menos!

 

9. ADELANTA LO QUE SE VA A VER AL DÍA SIGUIENTE

Unos minutos para leer lo que se va a tratar en clase mañana, te servirá para que cuando lo escuches lo entiendas mejor y te será mucho más fácil aprenderlo. Además te permitirá preguntar en el momento lo que no entiendes pues muchas veces hasta que no te pones a repasar no te das cuenta de las dudas que tienes.

 

10. APUNTA TODOS LOS COMENTARIOS DE LOS PROFESORES

Cuando un profesor te corrige un examen y te comenta los fallos que has tenido o lo que debes mejorar, cómo hacer un determinado tipo de ejercicio, o como responder a determinadas preguntas anótalo rápidamente para que no se te olvide. Eso te ayudará en el futuro a no cometer los mismos errores y a saber lo que el profesor te pide.

 

Esperamos les sean útiles estos consejos, nos leemos en la próxima

¿No entiendes lo que lees?

Evita ese problema, esta semana te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

Leer es un hábito que debemos adquirir todos, ya que trae muchos beneficios. Además al ingresar a la universidad nos veremos obligados a leer gran cantidad de información, la cual nos ayudará a entender algunos temas de las asignaturas. Debes estar preparado para ese momento.

Es necesario tener velocidad en la lectura, pero también es indispensable que la comprendas.

Te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

1. Lee

Leer constantemente es importantísimo. Debes practicar para que poco a poco mejores la comprensión. Te recomendamos que leas temas que te interesen, así no te aburres y terminar el libro.

 

2. Lenguaje

Comienza a leer textos sencillos con un vocabulario coloquial, luego lee texto más especializado. Alterna la complejidad del lenguaje. De esta manera aumentarás tu vocabulario y te acostumbrarás a diferentes textos.

 

3. Notas

Algunos libros son muy complejos, ya sea por la cantidad de personajes o datos importantes que necesitas recordar para continuar leyendo. Es recomendable que hagas algunas anotaciones, así podrás repasar los hechos que ya leíste.

 

4. Lee despacio

Para mejorar tu comprensión lectora, debes leer despacio cada línea. Así te sentirás obligado a entender oración por oración.

 

5. Pausas

Haz una pausa cada párrafo, para continuar tu lectura. Analiza lo leído para asegurarte que lo entendiste.

 

6. Tranquilidad

Es necesario que leas en un lugar tranquilo para que puedas concentrarte. Toda tu atención debe estar en la lectura. Lee en silencio y sentado, disfruta lo que lees así es más fácil comprenderla.

 

7. Preguntas

Cuando termines de leer, debes realizarte preguntas sobre el entorno del texto. La idea es que recuerdes lo sucedido. Así podrás darte cuenta si la comprendiste.

 

8. Diccionario

Es importante tener un diccionario cada vez que leamos. Algunas veces no conoceremos el significado de algunas palabras, por esa razón no podremos interpretar la lectura de manera correcta. El diccionario te ayudará a saber el significado y además aprenderás nuevas palabras.

 

Poco a poco y con la práctica comprenderás todos los textos a la perfección. Luego de lograr comprenderlos, debes mejorar la velocidad de tu lectura. De esta manera podrás leer cualquier libro sin ningún problema. ¡Disfruta el hábito de la lectura!

Estudiar online aporta beneficios para el estudiante, tales como la flexibilidad horaria y la posibilidad de mejorar sus competencias digitales y personales, entre otros. Pero también conlleva desafíos, como son la autodisciplina, la autoorganización y planificación del tiempo, así como ejercitar la autonomía y el autoaprendizaje. Esta semana les compartimos 8 consejos para tomar las clases en línea.

 

1. ELIGE EL LUGAR IDEAL

Asigna en tu casa un área bien iluminada, tranquila y con espacio suficiente, con el fin de que puedas concentrarte en tus clases.

Trata de evitar lugares en los que tus papás o hermanos suelen estar, pues aunque ellos estén haciendo home office, te podrían distraer con alguna plática.

 

2. MANTÉN TU RUTINA

Despierta a la misma hora, desayuna y arréglate como si fueras a clases presenciales, eso ayudará a que tu mente se prepare para concentrarse.

Recuerda que es horario de clases, no te quedes en pijama: en la mayoría de los videoenlaces seguramente te pedirán tener encedido el video para mejorar la interacción.

 

3. CÓMODO, PERO SIN DISTRACCIONES

Ten en cuenta que vas a estar en clase desde tu casa, pero no hay que dejar que eso se convierta en un potencial factor de distracción, entre más lejos estés de la cama ¡mejor!

"Tu mayor reto será ignorar los distractores durante cada sesión; hay que reafirmar las normas de un salón de clase y poner atención en todo momento".

 

4. EQUÍPATE CON LO NECESARIO

Prepara tu equipo de cómputo y revisa que funcione correctamente tu cámara web.

También incluye unos audífonos, de preferencia manos libres con un buen micrófono para que escuches y te escuchen bien.

“Es normal que al estar en tu casa, entre tu mamá o tu hermana al cuarto, o te hablen cuando estés en clase; estas situaciones ‘cómicas’ a veces pueden interrumpir tu atención en la clase, por eso es bueno tener audífonos puestos”.

Además ten a la mano una libreta y una pluma para hacer apuntes como siempre y trata de que el lugar donde vas a tomar clases cuente con una conexión de luz para tu computadora.

 

5. QUE NO SE TE CAIGA LA SEÑAL

Trata de que el lugar donde estudies tenga una señal estable de wifi. Puedes mejorar la calidad de tu conexión al estar cerca del router o con un cable de red LAN.

Una buena señal ayudará a que tu profesor no se quede "congelado", recuerda que las clases en videoconferencia suelen consumir buena parte del ancho de banda de tu red.

 

6. PLANIFICA TUS HORARIOS

Crea un plan de estudios tomando en cuenta el horario que vas a utilizar durante el día, puedes ponerte breaks de 10 o 15 minutos después de cada clase. No olvides asignar tu hora de comida.

Planifica tus fechas y días de entrega de tareas, trabajos y exámenes. Existen apps como TickTick y To Do Reminder que te pueden facilitar esa labor.

 

7. PRIORIZA: ES TU TIEMPO DE ESTUDIO

Haz una lista de los trabajos que entregas cada día y evita que se te acumule la carga de pendientes.

También informa a tu familia cuáles son los horarios de estudio y actividades académicas, ya que es importante su apoyo para que no se mezcle con el tiempo de dinámica familiar o con tareas del hogar.

 

8. LEVANTA LA MANO ¡PARTICIPA!

No te escondas en las videoconferencias, participa como si estuvieras en clase presencial; todos los integrantes en la llamada pueden participar de manera dinámica, tienen incluso botones para levantar la mano.

 

Esperamos te sirvan estos 8 consejos, tomes nota y los pongas en práctica. Nos leeemos la próxima semana 

¿Te duele la cabeza? ¿Los ojos te lloran? ¿Te da sueño temprano? ¿Sientes como si te hubiera caído un piano en la espalda?

Tal vez estés experimentando la fatiga de las clases virtuales, casi nadie que pase más de ocho horas sentado frente a una computadora puede librarse de esto.

 

Por esto esta semana les presentamos unos consejos para evitar la fatiga en las clases virtuales

 

Haz pausas activas

Date un descanso de al menos cinco minutos entre clase y clase. Las clases de 45 minutos o más pueden ser agotadoras para cualquiera. Por eso es importante que separes esos momentos para respirar o hacer estiramientos de brazos, piernas, cabeza y cuello.

 

En cuanto a la respiración, puedes buscar un espacio tranquilo, de preferencia sin bulla y sentarte en una posición cómoda, con la espalda recta, los brazos sobre las piernas y los pies en el piso e inhalar y exhalar alrededor de cinco veces por un periodo de dos minutos. Al inhalar deberás inflar tu estómago como un globo y después soltar todo el aire acumulado.

 

Establece prioridades

Aprender a distinguir entre lo urgente y lo importante es básico. No todas las cosas se tienen que hacer el mismo día y a la misma hora. Hay algunas que sí son muy urgentes y vamos a tener que apagar ese incendio pronto, pero hay otras que se pueden dejar para mañana. Eso no significa que debemos pasarnos la vida procrastinando, pero tampoco debemos irnos al extremo de actuar como pulpos. También puedes probar usando diferentes aplicaciones para organizarte como Trello o Google. ¡A veces necesitamos una mano!

 

Recibe luz solar

Como el tolok, al menos una vez al día necesitas hacer una caminata para recibir luz solar, escuchar el sonido de las aves y recibir todo lo que tiene para darte la naturaleza. Anímate a dar aunque sea una vuelta a la manzana ¡Cinco minutos son suficientes! Estar un ratito al aire libre te ayudará quitarte la sensación de estar siempre confinado.

 

Identifica cuándo es tiempo de parar

Un ejercicio que te puede servir para los momentos de tensión es el STOP, es una herramienta de mindfulness que sirve para que te fuerces a dejar de hacer lo que estás haciendo y te conectes con tu cuerpo para observar todos esos pensamientos que pueden estar pasando y que por estar ocupado no notabas.

 

Quizás podrías estar sintiendo tristeza por no ver a tu familia y amigos o estrés porque no te alcanzó el tiempo para entregar todos sus trabajos. ¡Ahora podrás identificarlos!

Como ves, siempre hay tiempo para alejarte de los aparatos electrónicos por unos minutos.

¡Encontremos el balance en nuestras actividades del día a día para estar bien!

Les presentamos algunos trucos psicológicos que pueden ayudarte a sacar buenas notas.

 

1. Corta el tiempo de estudio en trocitos

Investigaciones sobre los procesos atencionales y el rendimiento de estudio muestran que es mejor controlar los ratos que le dedicamos al estudio poniendo un límite de tiempo más bien bajo para cada sesión.

Lo ideal es hacer que los ratos de estudio no superen los 30 minutos, ya que mostramos bastante más facilidad para asimilar información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola que sea larga y tediosa. De lo que se trata es de mantener el cerebro al 100% en cada momento (por cierto, mantener el sueño a raya es sagrado, y para eso nada como dormir bien).

 

2. Crea una rutina de estudio

Proponerse un horario de estudio y seguirlo no sirve sólo para ofrecer una imagen de madurez y pulcritud, ya que tiene efectos notables sobre el rendimiento de estudio. Abordar el aprendizaje de manera desorganizada es una manera de terminar estudiando a altas horas de la noche, cuando el sueño y el cansancio hacen mella en nuestra capacidad de concentrarnos.

Además, acostumbrarnos a un horario hará más fácil que no nos saltemos los ratos de estudio y nos permitirá dedicarles el tiempo que se merecen. En ese sentido, el mismo que funciona para los ejercicios de gimnasio funciona también para memorizar y asimilar información. ¡No lo dejes todo para mañana!

 

3. Crea notas-resumen en hojas individuales

No confíes demasiado en la técnica de subrayar textos. El hecho de subrayar no ayuda a memorizar el texto si no se repasa varias veces, y de todos modos ceñirse a la memorización de las frases que tienen una línea debajo nos mantiene anclados a la manera en la que la información queda distribuida en el texto original. En cambio, hacer esquemas y pequeños resúmenes en trozos de papel nos obliga a reformular la información que hemos leído y, además, hace más fácil crear combinaciones de notas que son distintas a las del texto pero que nos ayudan a entender mejor lo que leemos, ya que podemos juntar o separar los trozos de papel del modo que queramos para asimilar la información en el orden deseado.

 

4. Mantén alejadas las distracciones

Puede parecer evidente, pero nunca está de más recordarlo porque estas distracciones pueden adoptar las formas más insospechadas y es bueno identificarlas. En tu lista negra deben estar Facebook, el teléfono móvil y la televisión, pero puedes incluir otros elementos propios de tu día a día y hacer lo posible por aislarte de todos ellos durante los ratos de estudio (recuerda que son cortos, así que... ¡no es mucho pedir!). Hacer esto antes de ponerte a estudiar te ayudará a no caer en la tentación una vez hayas empezado.

 

5. Prepara tu material de estudio antes que nada

Tener preparado todo lo que necesitas hará que no te levantes para ir a buscar cosas y, por lo tanto te distraigas. Además, asociar este conjunto de objetos al estudio hará que, cada vez que lo veas, entres en la dinámica de estudiar con facilidad... ¡aunque no sabrás explicar exactamente por qué te ocurre! Por tanto, préstale atención a la organización de los libros y herramientas que necesites antes de sentarte a hincar los codos. Si lo tienes todo perfectamente organizado, será más fácil que logres tener todos los recursos a mano y puedas ser más eficiente durante tus horas de estudio.

 

6. Proponte (al menos) una unidad de estudio para cada sesión

Fija un tema a estudiar y estúdialo. Organizar información relacionada entre sí por el hecho de permanecer a un tema o categoría de cualquier clase es mucho más fácil que estudiar piezas de información dispersas y desordenadas. Para eso es bueno que leas la lección una vez para crear un mapa mental de la localización de los temas en el texto y luego te focalices en cada uno de ellos.

 

7. Huye de la memorización literal

Haz tuya la información que contienen los textos. Relaciónala con episodios de tu vida, reformúlala con tus propias palabras y usa ejemplos que conoces. De esa forma lograrás alcanzar el aprendizaje significativo que necesitas, bastante más resistente al paso del tiempo que el que se basa en la memorización de datos a los que no se les encuentra demasiado sentido.

 

8. Huye de la memorización lineal

Piensa, sobre todo, en similitudes y diferencias entre conceptos, piezas de información que en los textos que te has estudiado no aparecen muy conectados pero que podrían estarlo en ciertas preguntas de examen, por ejemplo.

 

9. Practica constantemente

Si tienes la posibilidad, evalúate con exámenes o cuestionarios acerca del tema que estudias. Esto puede parecer una pérdida de tiempo si crees que el tiempo bien invertido sólo puede ser dedicado a "empaparse" de la información a estudiar, pero no lo es en absoluto, ya que te ayudará a detectar fallos y además te servirá para medir tu progreso y, por lo tanto, a mantener alta la motivación, lo cual también repercutirá positivamente en tu rendimiento.

 

10. Explícale la lección a otra persona

Esto es literal. El hecho de explicar en tus propias palabras lo que has aprendido es posiblemente el consejo para estudiar más valioso, ya que te aportará dos grandes beneficios. Por un lado, reformular la lección es una manera de repasar mentalmente lo que has estudiado, por lo que el tiempo que le dediques a esto servirá para asimilar mejor lo que habías estudiado antes. Por otro lado, te servirá para autoevaluarte, detectar puntos que creías aprendidos pero que en momentos clave te dan problemas, y te ofrecen una imagen bastante fiel de tus progresos.

Iniciamos el año 2021 y qué mejor manera de iniciarlo que con  propósitos reales, por esto iniciamos el año con unas sugerencias que esperamos les ayuden.

 

Ponte metas

Tienes doce meses por delante para poder alcanzar tus metas y para poder planificarlas bien. Tendrás que ser realista ante las metas que quieres alcanzar y fijarlas durante el año. Si es necesario realiza un mapa con todas las metas y añade los meses del año, es importante que pongas plazos para cada meta, así podrás planificarte mejor.

 

Organiza tu tiempo

No me refiero a que organices tu tiempo únicamente teniendo en cuenta tu horario semanal, sino que lo planifiques acorde a las actividades a lo largo del año. En definitiva se trata de organizar tu tiempo semanal, mensual y tus citas, de este modo y con tu agenda en la mano podrás saber qué debes hacer en cada momento.

 

Usa un calendario y una agenda

Un calendario y una agenda en tu vida de estudiante es totalmente imprescindible. Igual que debes organizar tu tiempo, debes saber cómo hacerlo y no hay mejor forma que a través de un calendario y una agenda. El calendario te permitirá ver los días del mes, calcular el tiempo que te queda para un examen, para la entrega de un trabajo, saber qué días tienes de vacaciones, etc. Con la agenda también te permitirá lo mismo que el calendario, pero además podrás escribir todo lo que tienes que hacer diariamente. De esta manera podrás sentir menos estrés y ansiedad y podrás tener todo mejor organizado.

 

Sal de tu zona de confort

Es necesario que aprendas a salir de tu zona de confort para poder lograr nuevos retos y que tus objetivos vayan lográndose. Si siempre estás dentro de tu zona confortable no podrás avanzar ni conseguir nuevas cosas, puesto que no te atreverás a ir más allá. Prueba cosas nuevas dentro de lo que estás estudiando para poder disfrutar más y mejor, te darás cuenta de todo lo que eres capaz de hacer y de conseguir.

 

Establece la regla de los 15 minutos en tu vida diaria

Esta regla es muy útil para cualquier ámbito de tu vida, pero también lo será para tus estudios, tu formación y para saber qué campos te interesan más que otros.  La regla de los 15 minutos consiste en dar la oportunidad a algo durante 15 minutos (un programa de televisión, una película, un documental, un libro…), es como darle el beneficio de la duda durante este tiempo. Si después de 15 minutos no te interesa o crees que no va contigo, entonces puedes dejarlo marchar de tu vida… es posible que no sea buena idea para ti.

 

Cuida tu salud física y mental

Para poder rendir al máximo en tu vida y en tus estudios, es necesario que además de tener una buena organización y unos buenos hábitos de estudios… cuides de tu salud física y mental, porque sin eso, no podrás conseguir metas ni sentirte bien contigo mismo. Es posible que en fechas de exámenes o cuando tengas que presentar un trabajo sientas que los hábitos saludables quedan a un segundo plano... pero si notas que las muñecas empiezan a doler, te duele la espalda, empiezas a tener problemas de sueño o algún tipo de trastorno temporal, entonces ha llegado el momento de hacer una pausa y valorar el tipo de dieta que sigues y el tiempo que dedicas a ejercitarte.

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