¿Te abrumas cuando tienes un examen y no sabes por dónde empezar? ¿Estás en época de exámenes?

 

Estudiar para las pruebas puede ser difícil y a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar. Pero existen estrategias para mejorar tu memoria, los niveles de concentración e incluso tu estado de ánimo. Hay mucho que puedes hacer para estudiar de manera más efectiva, aprender técnicas de estudio que funcionen y mantenerte positivo.

Estos consejos te ayudarán a mantenerte en forma cognitivamente y mejorar tu aprendizaje.

 

Pero primero lo primero:

 

1. Desayuno y alimentos para el cerebro

Nuestros cuerpos necesitan energía para funcionar correctamente, y la capacidad del cerebro para concentrarse proviene de un suministro adecuado y constante de energía en forma de glucosa.

Las investigaciones muestran que los estudiantes que desayunan obtienen mejores resultados en los exámenes porque les resulta más fácil concentrarse y recordar información.

Por eso, asegúrate de comenzar tu día con carbohidratos que liberarán energía lentamente a lo largo de la mañana como el pan integral o cereales bajos en azúcar, como la avena.

También necesitarás aumentar tu ingesta de proteínas con leche, yogur o huevos.

 

2. Empieza antes

Comienza a estudiar mucho antes de la fecha del examen. Esto ayudará a que te sientas más tranquilo y es menos probable que termines abrumado.

Además, intenta estudiar por la mañana, cuando tu cerebro está descansado y fresco. Evita dejar la mayor parte del repaso por la tarde, cuando existe la posibilidad de que estés más cansado.

Sería mejor si estableces una rutina con el estudio: ponte como objetivo comenzar y terminar de estudiar aproximadamente a la misma hora cada día.

 

3. Establece en qué necesitas enfocarte

¿Es un examen oral?; ¿práctico?; etc...

Diferentes tipos de exámenes requieren distintos enfoques: descubre el formato de tu examen y sabrás cuánto del programa de estudios necesitas revisar.

Para un examen del tipo ensayo, es posible que no necesites cubrir todas las materias, por lo que podría ser más efectivo enfocarte en algún contenido y estudiarlo en mayor profundidad.

Mientras que una prueba de opción múltiple o un examen basado en respuestas cortas requerirá una comprensión más amplia, aunque menos detallada, del programa de estudios.

 

4. Planifica

Puede parecer todo un trabajo, pero hacer un plan de estudio realmente te ahorrará tiempo (no perderás ni un minuto decidiendo qué revisar día a día) y te ayudará a hacer un seguimiento de tu progreso.

Confecciona un calendario lo más detallado posible, incluidos los documentos o notas relevantes que deberás revisar, y cúmplelo.

Y no olvides tener en cuenta el tiempo para socializar, hacer ejercicio y cualquier otro descanso.

 

5. El "espacio" puede ser tu mejor aliado

Distribuye tus sesiones de estudio y ni siquiera pienses en abrumarte: es mucho mejor tener sesiones de estudio de una hora durante 10 días, que estudiar un tema durante 10 horas en un día.

Otras técnicas incluyen el uso de tarjetas de memoria, creación de mapas mentales, trabajo en grupo o incluso grabarse a sí mismo hablando y reproduciéndolo.

Es por eso que es bueno empezar temprano, ya que te da tiempo para probar lo que más te funciona.

 

6. Autoevalúate

Según psicólogos y neurocientíficos, "autoevaluarse" podría ser una de las formas más efectivas de mejorar tu capacidad para recordar información.

La técnica también te ayuda a entender un concepto y no solo memorizarlo. También te da una oportunidad de verificar cualquier falla en tu conocimiento.

Una de las mejores maneras de autoevaluare es hacer resúmenes o simplemente ponerse a prueba al final de una sesión de estudio.

 

7. Duerme bien

Por supuesto, necesitarás dormir bien durante la noche antes de un examen, pero esto se aplica a todo el período de estudio.

Ir a dormir a una hora razonable significa que podrás levantarte temprano, bien descansado y listo para abordar el plan de estudio de ese día.

No te tientes a quedarte toda la noche despierto y ten cuidado con el perfeccionismo, ya que podría interferir con tu descanso.

¿Te duele la cabeza? ¿Los ojos te lloran? ¿Te da sueño temprano? ¿Sientes como si te hubiera caído un piano en la espalda? Tal vez estés experimentando la fatiga de las clases virtuales.  Ya sea que estés en el colegio o en asesorías nadie que pase más de ocho horas sentado frente a una computadora puede librarse de esto.

 

Esta semana les compartimos algunas pautas para evitar que se convierta en un problema a largo plazo y afecte nuestra salud mental y rendimiento.

Haz pausas activas

 

Date un descanso de al menos cinco minutos entre clase y clase.

Las clases de 45 minutos o más pueden ser agotadoras para cualquiera. Por eso es importante que separes esos momentos para respirar o hacer estiramientos de brazos, piernas, cabeza y cuello.

En cuanto a la respiración, puedes buscar un espacio tranquilo, de preferencia sin bulla y sentarte en una posición cómoda, con la espalda recta, los brazos sobre las piernas y los pies en el piso e inhalar y exhalar alrededor de cinco veces por un periodo de dos minutos. Al inhalar deberás inflar tu estómago como un globo y después soltar todo el aire acumulado.

 

Establece prioridades

Aprender a distinguir entre lo urgente y lo importante es básico. No todas las cosas se tienen que hacer el mismo día y a la misma hora. Hay algunas que sí son muy urgentes y vamos a tener que apagar ese incendio pronto, pero hay otras que se pueden dejar para mañana. Eso no significa que debemos pasarnos la vida procrastinando, pero tampoco debemos irnos al extremo de actuar como pulpos. También puedes probar usando diferentes aplicaciones para organizarte como Trello o Google. ¡A veces necesitamos una mano!

 

Recibe luz solar

Al menos una vez al día necesitas hacer una caminata para recibir luz solar, escuchar el sonido de las aves y recibir todo lo que tiene para darte la naturaleza. Anímate a dar aunque sea una vuelta a la manzana ¡Cinco minutos son suficientes! Estar un ratito al aire libre te ayudará quitarte la sensación de estar siempre confinado.

 

Identifica cuándo es tiempo de parar

Debes aprender a tomar descansos, relajaciones y ejercicios de respiración para no saturarte, darte un “brake” te ayudará a reactivarte y continuar.

Como ves, siempre hay tiempo para alejarte de los aparatos electrónicos por unos minutos. ¡Encontremos el balance en nuestras actividades del día a día para estar bien!

Para elegir una carrera o estudio es necesario conocer o reconocer para qué somos hábiles y qué cosas nos interesan o atraen, por esto es importante que entiendas las diferencias entre:

 

INTERESES

Los intereses son inclinaciones o disposiciones naturales que tenemos las personas hacia una o varias actividades, objetos o individuos. Podemos tener muchos o varios intereses y, gracias a ellos, el trabajo o las actividades que desarrollamos nos resultan placenteras. Por ejemplo, jugar futbol, tocar un instrumento, coleccionar estampillas, etc…

 

HABILIDADES

¿Para qué soy hábil? ¿Qué hago bien? Las aptitudes son capacidades que tenemos las personas para realizar determinadas actividades. Son habilidades desarrolladas mediante la práctica y la repetición. Se aprenden y se entrenan. Por ejemplo, la memoria, la concentración, la destreza manual.

 

ÁREAS OCUPACIONALES

Las áreas ocupacionales agrupan distintos tipos de actividades del mundo del trabajo. Son conjuntos de carreras u ocupaciones afines, que comparten principios técnicos o científicos, o los ámbitos en los que se lleva a cabo el trabajo. Por ejemplo, las ocupaciones relacionadas con las ciencias médicas o ciencias de la salud.

 

Una vez que tengas bien definidas estas 3 diferencias te proponemos realizar el siguiente test vocacional:

http://www.decidetusestudios.sep.gob.mx/vista/test-vocacional/

 

Esperamos que esta información te ayude a definir mejor tu lo que quieres estudiar, nos leemos a la próxima.

Muchos estudiantes experimentan problemas para poder cumplir con las tareas académicas en línea, la falta de tiempo o motivación hacen que sea muy difícil concentrarse luego de una larga jornada de clases. Para ayudarte a mejorar tu desempeño te presentamos 10 tips para motivarte a realizar tus tareas académicas.

1. No dejes las cosas para último momento

No existe peor forma de sabotearte que intentar terminar tus tareas la noche antes del plazo establecido para entregarlas.

2. Piensa en las consecuencias

Si te sientes desmotivado para realizar tus tareas, reflexiona sobre las consecuencias de tus acciones. Considera que esto puede acarrearte una mala nota, o la desaprobación de tu profesor.

3. Ten en mente los beneficios

Otra forma de encontrar motivación es pensando en los beneficios que te proporcionará el ser un buen estudiante.

4. Encuentra un lugar adecuado

Es importante que dispongas de un lugar apropiado al estudio. Siéntate cómodamente en un escritorio y asegúrate de tener a mano todos los materiales necesarios.

5. Busca compañía para estudiar

Si tienes dificultades para concentrarte solo, considera buscar un compañero de estudios. Una de las ventajas del estudio online, es que facilita este tipo de instancias colaborativas. Aprovéchalas.

6. Escoge música tranquila

Elige una música ambiental tranquila, que no te distraiga de tus tareas pero que te ayude a relajarte.

7. Realiza ejercicio físico

Esto te ayudará a liberar tensiones y sentirte más despierto. Es importante que encuentres formas alternativas a la cafeína para recargar tus energías.

8. Establece una rutina

Fíjate horarios estrictos para cumplir con tus tareas y apégate a ellos en la medida de lo posible. Existen muchos programas y apps para ayudarte a organizar tu tiempo, busca la que más te acomode y úsala.

9. Desconéctate

Apaga el televisor, desconecta tu celular y evita entrar en las redes sociales mientras estés realizando tus tareas.

10. Recompénsate

Una vez que hayas terminado tus tareas recompénsate de alguna manera, ya sea haciendo algo que te guste o saliendo con tus amigos de paseo. El tiempo de ocio es fundamental para recuperar energías, si la pandemia y las medidas sanitarias lo permiten.

Esperamos que estos consejos les sean de utilidad y puedan ponerlos en práctica, nos leemos en la próxima entrega.

 

El cerebro humano es un órgano único y maravilloso. Tanto es así que puede ser estimulado por los sonidos adecuados para dar el máximo, y no es algo que nos inventemos, está científicamente demostrado. Por eso te queremos mostrar cuál es la mejor música para estudiar e interiorizar conceptos. Usar música para concentrarse en una gran idea por una sencilla razón: activa la actividad de la hormona llamada dopamina, que es la que ayuda en las conexiones sinápticas, donde se produce el aprendizaje, la asimilación de conocimientos y la memorización.

 

Es decir, que la música, en especial la clásica, ayuda a relajarse y, además, facilita la concentración. Ambas acciones son básicas para mejorar el rendimiento. No obstante, recuerda que esto puede variar entre individuos, pero, en general, siempre es positiva, sobre todo si te gusta. Antes de conocer el tipo de música ideal, es importante conocer algunos beneficios de la música para concentrarse. Decenas de estudios científicos han demostrado los beneficios de la música. De hecho, sabemos que es positiva para:

 

Activar emociones.

De esta forma, a través de sensaciones agradables, descubrimos que, al asociarse al placer, ayudan a potenciar la memoria y el recuerdo, lo que es fantástico para el estudio.

 

Ampliación del léxico.

También ayuda a que hablemos mejor y con profusión de vocablos. Se debe a que escuchando música a diario desarrollamos un vocabulario más completo por el fomento de las relaciones neuronales que provocan las palabras que riman y suenan agradables con el sonido. 

 

Resistencia física.

Desde un punto de vista físico, también ayuda a aumentar la resistencia hasta en un 15%. En este caso, el pop y el rock son los mejores para ser más resistentes.

 

Incrementa la imaginación.

También ayuda a fomentar la imaginación, ya que potencia el área creativa del cerebro y amplía nuestros horizontes mentales.

 

Mejora el sistema cardiovascular.

Igualmente, el hecho de escuchar música potencia el sistema cardiovascular, ya que la sangre circula mejor, lo que provoca un estado físico y mental más equilibrado y beneficioso.

 

Entonces ¿qué música escuchar para concentrarse, estimular el cerebro y mejorar el proceso de estudio?

 

Música clásica:

siempre se suele recomendar la música clásica para el estudio. De hecho, se dice que algunas composiciones de Mozart estimulan el cerebro y relajan de manera formidable para mejorar la memorización y la adquisición de conocimientos.

 

Jazz suave:

escuchar música estridente no suele ser productivo para el estudio, pero el jazz suave, eso que habitualmente y en tono jocoso llamamos música de ascensor, sí que puede ser muy eficiente.

Música para la concentración:

existen listas de reproducción diseñadas en sí mismas para promover la concentración, estudiar mejor y ampliar la memoria. Constan de melodías con poco ritmo y muy suaves.

 

Sonidos naturales:

también escuchar los sonidos de la naturaleza ayuda a la concentración y la optimización del estudio. Se pueden personalizar, pues existen personas que prefieren sonidos repetitivos y con ritmos más elevados, y otras que optan por la suavidad de la lontananza.

 

Ya conoces según la ciencia cuál es la mejor música para estudiar y estimular tu cerebro. Ponte manos a la obra, encuentra tu sonido y descubre cómo puedes mejorar en todos los aspectos para memorizar mejor y aprender mucho más. 

Si bien, implica voluntad, disciplina y esfuerzo, al seguir estos consejos básicos para estudiar una carrera, un diplomado o un curso en línea, podrás aprovechar al máximo tus sesiones de estudio.

El modelo de enseñanza tradicional dio paso a los estudios en línea. Este cambio de paradigma fue posible gracias al desarrollo tecnológico de la última década y se adelantó para muchos otros debido a la pandemia que estamos atravesando.

 

Esta semana les compartimos 5 consejos para estudiar en línea con éxito.

1.- Elige algo que te motive

2.- Acondiciona un espacio en tu casa

3.- Establece un horario

4.- Usa técnicas de estudio

5.- Recomendaciones para afrontar los exámenes

 

1.- Elige algo que te motive

A la hora de elegir tus estudios, en primer lugar debes plantearte en qué área te gustaría desarrollar tu futuro profesional. Puedes comenzar por analizar qué tipo de actividades te apasionan, cuáles son tus destrezas y habilidades y qué estudios coinciden con ellas. Es aconsejable consultar a un orientador profesional para que, junto con tu familia y amigos, te ayude a enfocar tus preferencias.

 

Una vez que tengas esta selección, podrás investigar qué universidades ofrecen esas titulaciones, en qué modalidades (presencial o en línea), las condiciones de acceso y los costos.

En este punto es hora de sopesar tus opciones. Valora los planes de estudios de las carreras elegidas, compara su dificultad y campo de trabajo. En caso de tener que alternar trabajo y estudios, valora la flexibilidad que te aportan. Se práctico y elige la opción que más se ajuste a tus necesidades y expectativas.

 

2.- Acondiciona un espacio en tu casa

Ya decidiste tus estudios y llega el momento de conectarse a la plataforma para acceder a tu formación. El campus virtual es tu puerta de acceso a la hora de estudiar en línea. En este espacio de trabajo tendrás alojados los recursos didácticos necesarios para el aprendizaje, además del acceso a clases virtuales y las herramientas para comunicarte con profesores y compañeros.

 

A través de tu cuenta y dependiendo de la plataforma, también podrás gestionar temas relacionados con tu perfil, como tus cursos, tu expediente académico o tu contraseña de acceso. Todo lo que necesitas para tu formación digital está accesible desde esta plataforma de aprendizaje virtual.

 

3.- Establece un horario

Cuando accedes al campus por primera vez y navegas por todas sus opciones puedes sentirte algo perdido. En él tienes todo el contenido didáctico a tu disposición, pero ¿cómo organizarte para aprovechar al máximo sus recursos? La palabra clave es planificación. Una vez que tengas el calendario del curso disponible, revísalo con tu agenda personal y programa cuánto tiempo debes dedicar a cada tema para cumplir los plazos de entrega de trabajos y llegar preparado a los exámenes.

 

Apunta los aspectos más destacados en tu agenda, subraya las fechas clave y respeta la planificación marcada para no ir con retraso respecto a tu plan inicial.

 

4.- Usa técnicas de estudio

Se acerca el momento de los exámenes y comienzas tu preparación a fondo. Como en el aprendizaje tradicional, a la hora de estudiar en línea hay que marcarse metas realistas y seguir ciertas recomendaciones prácticas que, aunque lógicas, te serán de gran utilidad.

 

Subrayar te ayuda a destacar la información más relevante y mejorar la comprensión de los temas. Los mapas mentales te servirán a la hora de organizar toda la información y repasarla de forma visual en un solo vistazo. En esa línea, las fichas de apuntes son útiles para organizar tus pensamientos y repasar los conceptos más importantes del temario.

Experimenta con técnicas de memorización y no olvides tomar descansos. Por ejemplo, aplicando la técnica del Pomodoro, que combina tiempo de productividad con momentos de descanso.

 

5.- Recomendaciones para afrontar los exámenes

Llega el momento de los exámenes. Si te preparaste con anticipación, no hay nada que temer. Los días anteriores a la prueba es recomendable repasar el temario con ayuda de esquemas, conceptos clave y resúmenes que hayas trabajado en las semanas previas.

Evita distracciones y elige un lugar aislado y tranquilo, como tu cuarto o una biblioteca. Combina los momentos de estudio con otros de descanso y de actividad deportiva para liberar tensiones.

 

El día antes de examen acuéstate temprano y duerme ocho horas, para levantarte con el cuerpo y la mente descansadas. Desayuna bien para tener energía, y hazlo temprano, para que puedas comprobar la conexión y el correcto funcionamiento de la plataforma.

Esperamos que estos consejos para estudiar en línea te hayan resultado útiles. Y recuerda: la planificación será tu gran aliada a la hora de afrontar cualquier reto educativo y profesional.

En esta ocasión les compartimos 10 reglas o consejos para ser un estudiante organizado, tomen nota 

 

1. DEFINE TUS OBJETIVOS

Es importantísimo saber a dónde quieres llegar. Y para cumplir esos objetivos es fundamental dividirlos en pequeñas tareas. Si no divides tus objetivos, te resultará agobiante intentar llegar porque seguramente cada objetivo por sí solo al principio parezca difícil de alcanzar. 

 

2. TEN CONTIGO SIEMPRE UNA AGENDA

Ya sea en papel o digital te servirá para anotar todo lo que debes ir haciendo, las tareas que terminar y te servirá para planificar tu estudio diario. Especialmente necesario para ir añadiendo la lista de tareas en que has dividido tus objetivos. Anotándolo todo te aseguras de estar super organizado y que no se te olvide nada importante que debas terminar. 

 

3. MANTÉN UN PLANNING SEMANAL Y MENSUAL

Es muy útil tener escrito en un lugar todo aquello que debes terminar ésa semana y ése mes, que lo puedas ver en su totalidad de un vistazo.  Te permitirá planificar mejor.

Incluye las fechas para cada examen y cada proyecto que debes presentar y calcula hacia atrás para saber cuándo debes empezar a prepararlo.

Prioriza según la importancia de cada tarea y según la fecha en que lo debes terminar.

Deja tiempo para divertirte. Esto es tan importante como estudiar … ¡Pero sólo si realmente has estudiado, por supuesto!

 

4. MANTÉN UN SISTEMA DE ARCHIVO

Un sistema que te ayude a guardar todas tus notas de manera organizada. Si eres más de papel una carpeta archivadora te permitirá guardar todo tipo de notas en cada asignatura. Si eres más digital y vives pegado a tu portátil utiliza alguno de los recursos como OneNote  que podrás sincronizar en otros dispositivos y compartir con otros compañeros. Permite crear todas las carpetas y archivos que necesites para cada asignatura.

 

5. MANTÉN UNA LISTA DE CONTACTOS

Emails o teléfonos tanto de compañeros de estudios como de profesores, biblioteca, secretaría,  etc. para no perder tiempo si necesitas cualquier información.

 

6. UTILIZA NOTAS DE VOZ

Dale un mejor uso del que habitualmente le das y en vez de pasar tanto tiempo en las redes sociales utilízalo para machacar conceptos que hay que memorizar y son dificiles. Solo el hecho de grabarlos y escucharse a sí mismo después no sé por qué  ayuda mucho a retener aquello que al leer cuesta retenerlo.

 

7. SI TE DESMOTIVAS

Hay muchos momentos en que te sentirás sin ningunas ganas de estudiar. Es muy comprensible. La motivación es algo muy personal y debes buscarla. No llega sola de repente. Sé muy estricto contigo mismo y establece la rutina diaria de estudio para que cuando llegue esa "desmotivación" tengas tan interiorizada esa rutina que avanzarás incluso sin ganas y te será más fácil terminar tus tareas. 

 

8. REPASA DIARIAMENTE

Ya se que es lo que siempre te dicen tus padres  ... ¡pero es que está comprobado! Si repasas diariamente lo hecho en el día o el día anterior como completar notas, revisar lo que no se entiende bien e ir con las preguntas al profesor, ordenar los apuntes, hojas, fotocopias que te han entregado, etc. además de no necesitar dedicarle demasiado tiempo te costará mucho menos preparar los exámenes ¡Mucho menos!

 

9. ADELANTA LO QUE SE VA A VER AL DÍA SIGUIENTE

Unos minutos para leer lo que se va a tratar en clase mañana, te servirá para que cuando lo escuches lo entiendas mejor y te será mucho más fácil aprenderlo. Además te permitirá preguntar en el momento lo que no entiendes pues muchas veces hasta que no te pones a repasar no te das cuenta de las dudas que tienes.

 

10. APUNTA TODOS LOS COMENTARIOS DE LOS PROFESORES

Cuando un profesor te corrige un examen y te comenta los fallos que has tenido o lo que debes mejorar, cómo hacer un determinado tipo de ejercicio, o como responder a determinadas preguntas anótalo rápidamente para que no se te olvide. Eso te ayudará en el futuro a no cometer los mismos errores y a saber lo que el profesor te pide.

 

Esperamos les sean útiles estos consejos, nos leemos en la próxima

¿No entiendes lo que lees?

Evita ese problema, esta semana te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

Leer es un hábito que debemos adquirir todos, ya que trae muchos beneficios. Además al ingresar a la universidad nos veremos obligados a leer gran cantidad de información, la cual nos ayudará a entender algunos temas de las asignaturas. Debes estar preparado para ese momento.

Es necesario tener velocidad en la lectura, pero también es indispensable que la comprendas.

Te damos algunos consejos para mejorar tu comprensión de lectura.

 

1. Lee

Leer constantemente es importantísimo. Debes practicar para que poco a poco mejores la comprensión. Te recomendamos que leas temas que te interesen, así no te aburres y terminar el libro.

 

2. Lenguaje

Comienza a leer textos sencillos con un vocabulario coloquial, luego lee texto más especializado. Alterna la complejidad del lenguaje. De esta manera aumentarás tu vocabulario y te acostumbrarás a diferentes textos.

 

3. Notas

Algunos libros son muy complejos, ya sea por la cantidad de personajes o datos importantes que necesitas recordar para continuar leyendo. Es recomendable que hagas algunas anotaciones, así podrás repasar los hechos que ya leíste.

 

4. Lee despacio

Para mejorar tu comprensión lectora, debes leer despacio cada línea. Así te sentirás obligado a entender oración por oración.

 

5. Pausas

Haz una pausa cada párrafo, para continuar tu lectura. Analiza lo leído para asegurarte que lo entendiste.

 

6. Tranquilidad

Es necesario que leas en un lugar tranquilo para que puedas concentrarte. Toda tu atención debe estar en la lectura. Lee en silencio y sentado, disfruta lo que lees así es más fácil comprenderla.

 

7. Preguntas

Cuando termines de leer, debes realizarte preguntas sobre el entorno del texto. La idea es que recuerdes lo sucedido. Así podrás darte cuenta si la comprendiste.

 

8. Diccionario

Es importante tener un diccionario cada vez que leamos. Algunas veces no conoceremos el significado de algunas palabras, por esa razón no podremos interpretar la lectura de manera correcta. El diccionario te ayudará a saber el significado y además aprenderás nuevas palabras.

 

Poco a poco y con la práctica comprenderás todos los textos a la perfección. Luego de lograr comprenderlos, debes mejorar la velocidad de tu lectura. De esta manera podrás leer cualquier libro sin ningún problema. ¡Disfruta el hábito de la lectura!

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