Ser un buen estudiante no depende únicamente de cuan inteligente seas: la verdad, la mayoría de los estudiantes tienen una inteligencia media. Y siendo así, ¿Por qué unos destacan más que otros? Bueno, en la mayoría de los casos, es porque son más disciplinados y organizados con sus estudios.

Toma a continuación 8 consejos para ser un mejor estudiante y subir tus notas en todas las materias:

1 – Motívate

Piensa en las razones por las que quieres estudiar: visualiza el futuro y cómo te gustaría estar de aquí a diez años. La verdad es que, si bien un título universitario no asegura una vida resuelta, sí abre el camino hacia mejores oportunidades.

2 – Piensa en que tendrás tiempo para todo

La verdad es que muchas veces resulta más divertido quedarse en un parque al sol, salir con amigos, mirar la televisión o hacer cualquier actividad de ocio antes de cumplir responsabilidades. Pero por eso siempre debes tener presente que con tu estudio te estás jugando en cierta forma el futuro, y que al final siempre habrá tiempo para hacer cosas divertidas después de cumplir con tus tareas.

Sin embargo, si no estudias en el momento que tienes la oportunidad, hacerlo más adelante será bastante más complicado (aunque nunca es tarde, claro).

3 – Explora diversas técnicas de estudio

Existen varias técnicas de estudio y no es verdad que solo puedes hacerlo de memoria, aunque memorizar ciertas cuestiones es imprescindible. Investiga acerca de diferentes opciones hasta que encuentres la que se adapta más a tu forma de aprender.

4 – No te distraigas

Las distracciones son el peor enemigo de los estudiantes y son un error a la hora de estudiar. Cuestiones como Facebook, Whatsapp, televisión y todos los dispositivos electrónicos y no electrónicos que te roben el tiempo debes dejarlos de lado durante el rato que utilizas para estudiar.

No sirve de nada estar 5 horas frente a un libro mirando tu Smartphone cada diez minutos. Lo mejor es que, aunque te tomes menos tiempo, ese rato realmente rinda.

5 – Presta atención en clase

Prestar atención en clase te allanará la mitad del camino a la hora de estudiar, y más aún si lo acompañas con apuntes. Cuando prestas atención en clase, además, puedes hacer las preguntas pertinentes para resolver tus dudas sobre un tema o material de estudio concreto.

6 – Descansa lo suficiente

Si no duermes bien te será imposible concentrarte tanto en clase como a la hora de estudiar, ya que tu cuerpo y tu cerebro estarán cansados y así no hay quien pueda aprender nada nuevo. Tanto el buen descanso, como llevar una buena alimentación son fundamentales para el rendimiento y productividad de cualquier persona.

7 – Prioriza las materias que te cuestan más

Comienza a estudiar o a resolver deberes con las tareas que tienen más dificultad. Dedícales a éstas más tiempo y, si tienes varios trabajos que presentar, siempre empieza por los más difíciles.

El primer rato de estudio será el que concentre tu punto más alto de atención y, normalmente después de unas horas, esta irá en total descenso. Así que, aprovecha esos momentos en los que estás más despierto para dedicarle tiempo a lo que más te cuesta.

8 – Apóyate en material en internet

El primer material que debes tener en cuenta es el que recomienda el profesor; pero si sientes que con éste más las explicaciones en clase aún sigues sin entender un tema, busca más información al respecto en internet, en fuentes de calidad y confiables. Si, por ejemplo, no entiendes un ejercicio matemático, investiga tutoriales que te expliquen los pasos a seguir para la resolución.

 

Si lo que tienes es que estudiar un tema histórico, además de, por supuesto, leer el material asignado, también puedes mirar una película o documental al respecto de ese tema puntual. También existen los podcasts educativos o un sinfín de recursos más donde apoyarte para aprender y profundizar sobre diversos temas.

 

 

Elegir una carrera puede ser una cosa muy natural si tienes la suerte de que desde temprana edad ubicas claramente tu vocación. Sin embargo, esos casos no suelen darse siempre porque las personas solemos tener más de una opción y nos debatimos entre cuál es la mejor. Y eso tampoco está tan mal: sólo que hay que hacer ciertas cosas que encaucen nuestros intereses y habilidades para hacer de la elección un modo de vida que nos resulte satisfactorio y redituable. 

Esta semana les compartimos algunos tips basados en recomendaciones considéralos si acaso estás en ese tremendo dilema de escoger carrera, porque te harán más fácil la decisión.

 

1.Conócete a ti mismo.

Antes que nada tienes que saber qué cosas valoras, qué actividades te gustan, en qué condiciones, en qué ambiente y con qué personas. Luego piensa cómo se adapta todo eso a un trabajo o un proyecto.

2.Investiga todas las opciones.

No te vayas sólo por lo fácil o lo más común, porque esas carreras suelen ser las más saturadas y con más competencia. El reto es ir más allá, explorar las posibilidades de trabajo tanto en el gobierno como en la iniciativa privada, ver el número de egresados en cada carrera, el campo de trabajo y el sueldo promedio. Revisa escuelas y financiamientos.

3. Cuáles son tus habilidades.

Es útil reflexionar por un momento en qué destacamos, no todos son capaces en todo ni malos en todo. Sin embargo, haz también un test vocacional para identificar tus potencialidades y habilidades y saber si eso que creías es lo mejor para ti, en realidad lo es. 

4. ¡Es tu decisión!

Papás y hermanos suelen influir mucho en nuestra decisión. Hay que apreciar su consejo, claro, pero elegir carrera es una de las primeras decisiones de tu vida adulta. Tómala con base en tus gustos y capacidades, no porque alguien te convence de ir en este u otro sentido.

5. No huyas de las ciencias.

Para nadie es un secreto que las ciencias aplicadas o exactas (matemáticas, física, química) son muy cotizadas y mejor pagadas que las administrativas o sociales. Los perfiles relacionados con las ingenierías y tecnologías son los más atractivos para las empresas.

6. Haz una ‘short list’.

Luego de tu análisis y de tus pruebas vocacionales, escoge dos o tres posibles carreras. Investígalas en serio, dónde es mejor estudiarlas y su costo. Escoger entre pocas opciones te dará claridad.

7. No te decepciones.

Si no resultaste elegido en la carrera y en la institución que querías, no te derrumbes. Busca alguna carrera afín –algunas son muy semejantes, sólo tienen diferentes nombres– u otra opción de escuela. Si te preocupa el factor económico, considera muy seriamente las opciones de beca y planes de financiamiento.

8. Plan B.

Si no pudiste entrar a un plan educativo tradicional, pero tus ganas de estudiar y superarte son muchas, hay posibilidades muy atractivas para las que sólo requieres tener voluntad, una computadora y conexión a internet, porque varias buenas y prestigiosas universidades cuentan con planes de educación a distancia y online. Así podrás tener los conocimientos y de paso ese título que tanto anhelas.

También debes recordar que los caminos de la realización profesional son varios, no te desmorones si algo no sale como lo pensaste originalmente. Hay quienes estudian una cosa y se dedican a otra con éxito, gente que entra a una carrera y se da cuenta que su vocación y capacidad están en otra y cambia el rumbo. Aplícate, investiga y toma la mejor decisión.

 

Fuente: Revista Actual

Uno de los retos cuando comienzas a estudiar es hacer rendir el dinero y ahorrar siendo estudiante, pues los gastos en la universidad son muchos y aumentan cuando vives fuera de casa de tus padres. Lo bueno es que siempre podemos encontrar formas para reducir nuestros gastos cotidianos; aquí te compartimos algunas que te permitirán ahorrar siendo estudiante.

 

Organiza tus gastos para evitar recargos

Los intereses y recargos que se generan por el retraso en los pagos pueden ser un obstáculo para ahorrar siendo estudiante. Lo peor es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de cómo afectan a nuestros bolsillos, y aunque son montos relativamente pequeños, al final son muy significativos. Para evitarlos prepara un calendario que te recuerde las fechas límites de pago y, si tienes oportunidad, domicilia tus gastos personales a una tarjeta de debito, de esta manera tendrás todo en orden y sin complicaciones

 

Aléjate de las ofertas

Una de las mayores trampas que nos evita ahorrar dinero es comprar cosas que no necesitamos solo porque están en oferta; por ello, trata de darte un día para pensar si en realidad necesitas adquirir ese producto, y si debes volver a la tienda por él es porque en verdad es importante tenerlo. La recomendación es no acercarte a las tiendas de ofertas a menos que tengas en mente lo que necesitas y así aprovechar al máximo los descuentos y no comprar solo por impulso.

 

Frutas y verduras de temporada

Comprar alimentos de temporada en los mercados te garantiza tener comida fresca y barata en tu refrigerador; aprovecha el fin de semana para cocinar diferentes guisos y congélalos en bolsas resellables. Asegúrate también de preparar tu lunch para la escuela en la mañana o la noche anterior. Tu bolsillo te lo agradecerá y te sorprenderás al ver todo lo que puedes ahorrar siendo estudiante.

 

Compra online

Comprar en internet puede ayudarte a no gastar de más, ya que es fácil encontrar las mejores ofertas y adquirir productos muy baratos. Un consejo es comprar en línea solo los objetos que necesites y sean indispensables, una vez que sepas exactamente qué quieres podrás buscarlos sin hacer compras de más. Compartir los gastos de envío pidiendo con amigos también es una gran idea.

 

Comparte con amigos y roomies

Desde Netflix hasta el internet, compartir servicios te ayudará a ahorrar mucho dinero. Aprovechen los paquetes familiares de los servicios de streaming y dividan los gastos por igual. También puedes organizarte con tus roomies y comprar al mayoreo los  productos para la casa, como papel higiénico, jabones o pasta dental. Esto también ayudará a tus roomies a ahorrar siendo estudiantes.

 

Usa apps para registrar tus gastos

Si eres de los que nunca sabe en qué se le fue el dinero a mitad de quincena, Monefy es la app perfecta para ti, ya que te ayuda a organizar todos tus gastos en diferentes categorías; tú mismo puedes fijar un presupuesto mensual e ir checando tus finanzas. Al tener el control de tus gastos sabrás en qué inviertes más y te será más sencillo ahorrar siendo estudiante.

 

Esperamos te sean de utilidad estos tips y puedas ponerlos en práctica ¿Tienes alguna otra sugerencia? Compártela con nosotros!!!

 

 

 

Si te da trabajo concentrate, te distraes con facilidad, sientes que llevas horas estudiando pero en realidad no avanzas, entonces debes conocer estos 6 tips que te ayudarán a vencer tus problemas de concentración:

1. Descanso
Sin duda, el punto más obvio es, como siempre, el más importante y el que más dejamos de lado, especialmente después de ingresar a la universidad. Es imposible mantener una concentración adecuada si tu descanso deja mucho que desear: el descanso nocturno ayuda a fijar los conocimientos adquiridos durante la jornada de estudio y es fundamental para tener una mente despejada y receptiva al día siguiente
 
2. Reducir el estrés
Hay situaciones en la vida que nos estresan mucho más de lo que toleramos realmente, y nos sobreponemos como podemos, pero pasan factura: entre otras cosas, el estrés afecta a tu capacidad de concentración. No es extraño que los niños y niñas que viven en ambientes conflictivos presenten problemas de concentración, más allá de los propios derivados de la situación, de forma crónica a lo largo de los siguientes años. Sin embargo, con motivos de menor gravedad, también podemos tener una respuesta al estrés nociva para nuestro estudio:el ejercicio y la relajación son los dos aliados clave antes de una dura jornada de estudio.
 
3. Planificación
Te vas a poner a estudiar. Perfecto ¿por dónde empiezas? Lo primero por lo que debes empezar es por aquello de dificultad media; a medida que avanzas en tu lista de tareas, irás subiendo la dificultad de éstas para acabar por las más ligeras: lógicamente, si tu concentración decae a lo largo de las horas, deja lo más sencillo para el final.
La técnica pomodoro funciona muy bien para jornadas muy largas: se trataría de un intervalo de 25 min estudiando a pleno rendimiento con un descanso de 5 minutos sin hacer nada, ni pensar en nada, relacionado con lo que estás estudiando. Cada dos horas, te recomendamos descansar 20-30 minutos.INTÉNTALO!!!
 
4. Priorizar
Hay que empezar a distinguir lo superfluo de lo esencial y lo sencillo de lo difícil, como apuntabamos en el punto 3. Lo urgente y esencial tienes que hacerlo YA: lo no urgente y esencial es un trabajo a repartir en porciones a lo largo de los días. 
5. Evitar distracciones
Apaga el móvil o siléncialo, sin vibración. Sal de Facebook, de Twitter, cierra Instagram y de todo aquello que puede distraerte, salvo que sea imprescindible para lo que sea que estés haciendo. Cierra la puerta, pide silencio, o vete a estudiar a un centro de estudios.
6. Hacer ejercicios específicos
Hay ejercicios específicos para mejorar la concentración, en caso de estar atrofiada, pero estos se los diremos en otra entrega.
 
Esperamos que estos tips les sean de utilidad y les ayuden a concentrarse mejor

Llegó la hora de estudiar. Pero antes es conveniente poner un poco de orden en el caos que tenemos de apuntes así estaremos más predispuestos a la hora de ponernos a estudiar. En esta ocasión les damos unos sencillos pasos que puedes llevar a la práctica para ser más organizado en los estudios.

 

1.- Igual que tienes un horario para ir a clase, ¿por qué no fijas uno para estudiar o para hacer trabajos? Lo primero que has de hacer es distribuirte las horas del día, así como pensar en un espacio en el que te sientas cómodo y sin molestias para estudiar con tranquilidad.

 

2.- Organiza las tareas por temas y empieza por las asignaturas que más difíciles encuentres, ya que con ellas será con las que más tiempo requieras.

 

3.- Controlar la hora es un aspecto fundamental para ser más organizado en los estudios. Dedica a cada materia el tiempo justo y necesario. Primero lee, subraya, esquematiza y estudia. La tarea será más sencilla porque al menos un 10% de ese trabajo previo queda en nuestra memoria.

 

4.- Para ser más organizado en los estudios, usa un calendario. Ten presente la fecha de los exámenes y los días de entrega de trabajos. Es aconsejable empezar por las asignaturas más importantes primero, ya que hay menos tiempo para preparar la materia.

 

5.- Busca un lugar privado para el estudio y evita las distracciones. Es mejor si escogemos un sitio luminoso, con un gran escritorio o mesa y evitar, en la medida de lo posible, que haya un teléfono o una televisión cerca.

 

6.- Habla con tus profesores. Siempre te pueden orientar sobre qué aspectos de la materia son más importantes estudiar y, además, te pueden facilitar algunas técnicas de estudio para memorizar.

 

 

Muchos jóvenes se enfrentan al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. ¿Eres uno de ellos? Aquí te dejamos algunas claves para simplificar esta difícil tarea.

 

  • Estudiar y trabajar es una realidad para muchos universitarios, donde es muy importante la planificación y la motivación.
  • Estas claves te ayudarán a equilibrar y combiar ambas tareas, de forma exitosa.
  • Estos estudiantes pueden sentir una presión y estrés más pronunciado, por lo que todo apoyo y empatía les será de gran ayuda.

 

A menos de un mes de empezar las clases, los nervios están a la orden del día para miles de jóvenes; más incluso para aquellos que se enfrentarán al doble desafío de estudiar una carrera mientras trabajan. 

Si eres uno de ellos, aquí te dejamos las 5 claves para estudiar y trabajar al mismo tiempo

 

1) Organiza bien tu calendario

Lo primero y fundamental es que logres gestionar bien tu tiempo

Si tienes la posibilidad de elegir las clases que vas a cursar por semestre, intenta no sobrecargarte. Elige las materias más fundamentales y asegúrate que los horarios no impidan que cumplas con tus obligaciones en el trabajo.

2) Utiliza los métodos de estudio adecuados

De la misma forma que organizaste tus horarios, debes planificar tus horas de estudio para que rindan al máximo. 

El primer consejo es que intentes no faltar mucho a clase, sino luego te será más difícil ponerte al día. También es recomendable que tomes apuntes y a la hora de estudiar utilices estrategias, como resúmenes y mapas mentales. 

 

3) Habla en el trabajo

Es importante que tus jefes estén al tanto de tu situación, para que puedan tener las consideraciones correspondientes.

Recuerda que la ley estipula días de licencia por estudios obligatorios, y muchas empresas están cada vez más abiertas a la flexibilidad horaria.

4) Habla en la universidad

De igual forma que hablaste en el trabajo, también puedes poner en aviso a tus docentes de tu situación. 

Tampoco está de más hablar con tus compañeros; después de todo serán ellos quienes tengan que pasarte apuntes cuando faltes a clase.

5) Cuida tu salud

Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede resultar sumamente agotador, por lo que es fundamental que cuides más que nunca tu salud.

Duerme al menos 7 u 8 horas al día, aliméntate de forma saludable para que tu cerebro funcione mejor y no te olvides de tomarte tiempos de relax para descansar y distenderte.


Aunque lo veas impensable e imposible, reserva algunas horas de la semana para hacer alguna actividad de ocio, ya sea practicar un deporte o ir al cine con tus amigos, o cualquier cosa que te ayude a desconectar, pasar un buen rato y recargar energías.

Si se te dificulta expresarte ante varias personas, sigue estos tips que te convertirán en un buen orador. 

Hablar en público es una actividad desagradable para muchos y cuanto mayor sea la importancia del evento, peor el miedo. Sin embargo, como estudiante deberás enfrentarte constantemente a exposiciones y presentaciones, ya sea ante tu equipo, compañeros del salón, maestros, etc... y debes hacerlo de la forma correcta para conectarte con tu audiencia.

Pero hablar en público en realidad no es tan difícil. No es otra cosa que conversar, y eso lo haces prácticamente todo el tiempo. El misterio desaparece una vez que se ha aprendido cómo hacerlo.

 

Aquí te entregamos algunas claves para convertirte en un buen orador y aprender a expresar tus ideas ante una audiencia, ya sea de diez, cien o mil personas:

 

1. Exprésate con sencillez
La gente que te escuche captará una o dos de las principales ideas que expongas. Si no puedes expresar en un par de enunciados el punto que propones comunicar, entonces tu alocución no está bien definida. Y si no sabes con previsión lo que quieres decir, mucho menos lo sabrás decir en público.

2. Organízate
Sea larga o corta tu disertación, es importante ordenar los elementos de la misma. Hay que prever la introducción, los puntos principales que se van a exponer y la conclusión.

A veces, una buena forma de comenzar resulta ser la frase final. Una vez que sabes a dónde te diriges, puedes escoger el camino que más te plazca para llegar allí. Es decisivo tener un final poderoso y contundente, pues en la mayoría de los casos es lo que la gente mejor recuerda.

 

3. Sé breve

 Evita los discursos demasiado largos y rolleros.

4. Sé sincero
Si tratas de ser distinto a como eres (poco natural), probablemente no vas a convencer a nadie. Si no te parece graciosa una anécdota, no esperes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes transmitir no te despierta un verdadero interés, tampoco lo despertará en los demás.

5. Aduéñate de la situación
En los primeros momentos de un discurso se establece el vínculo entre el público y el expositor. Sonríe, agradece a la persona que te presentó y luego espera un momento.

No empieces hasta que hayas captado la atención de todos los presentes. Cada una de esas personas comprenderá inmediatamente que el orador le está hablando a ella, y su cerebro se dispondrá a prestarle atención. Eso es precisamente lo que quieres.

 

6. No leas, habla

Leer ante un auditorio no resulta tan eficaz como hablar directamente y con el corazón; la expresión espontánea quizá no sea tan pulida, pero definitivamente es mejor.

No es recomendable redactar discursos, pero sí lo es llevar notas para recordar lo que quieres decir, y saber en qué parte va uno. Una buena idea es hacer bullets con los puntos principales o con datos importantes que quieras dar a conocer.

 

7. Relájate

Cuando estamos sometidos a tensión nerviosa, a menudo olvidamos cómo respirar correctamente. Toda persona que acostumbra presentarse o actuar en público conoce la importancia de la respiración.

No inhales profunda y forzadamente, ni respires con mayor rapidez que de lo normal; te puedes hiperventilar. Para relajarte, sólo tienes que mover el diafragma suave y rítmicamente y dar inhalaciones largas y profundas.

 

 

 

 

Cuántas veces durante nuestra vida de estudiante hemos tenido que realizar trabajos y otras tareas junto con nuestros compañeros de aula? Es posible que nos gustara más o menos, pero no podemos negar que saber trabajar en equipo es una aptitud fundamentala lo largo de nuestra vida, en especial a nivel laboral.
Por este motivo hoy les compartimos algunas de las ventajas del trabajo en equipo y por qué es importante saber llevar a cabo proyectos en consonancia con las ideas de otras personas, además de cómo es muy positivo comenzar a implementar este método de trabajo a edades tempranas y durante el periodo de estudiante.
1.- Más rendimiento y velocidad:aprenderás a trabajar en consonancia con tus compañeros, de manera que será más fácil terminar la tarea dentro del plazo, y mucho más rápido. En el caso de que surjan problemas, los demás pueden proponer soluciones al respecto que tal vez trabajando individualmente serían más difíciles de encontrar.
2.- Aumento de la motivación: trabajar junto con otras personas mientras se persigue el mismo objetivo ayuda a crear vínculos emocionales, que nos aseguran un buen estado deánimoa la hora de afrontar el reto. Fomenta entre otras cosas el respeto mutuo, el sentido de la identidad y la solidaridad.
3.- Mejor calidad en el resultado final: al haber más personas trabajando en el proyecto, se aportan soluciones, ideas y detalles que pueden incluir nuevos matices en nuestro resultado final. Una de las ventajas del trabajo en equipo es que cuantos más participantes haya trabajando, más creativo y profesional será el resultado.
4.- Mejora la comunicación y el diálogo: a la hora de trabajar en equipo surgen situaciones donde las distintas partes no están de acuerdo o expresan diferentes puntos de vista. Aprender a debatir en estos momentos es fundamental para no generar discusiones.
5.- Reduce el estrés: si delegamos y repartimos las tareas de manera equitativa entre el grupo evitamos saturarnos y llevar un buen ritmo a la hora de realizar nuestra tarea individual.  Probablemente esta sea una de las ventajas del trabajo en equipo que más se pueda valorar en el mundo laboral.

 

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